Puede que el mensaje esté claro para algunos, pero como ya he leido por aquí mensajes que parecen querer decir una cosa significando realmente otra, me gustaría que nos explicase que es lo que nos ha querido decir. Sospecho que lo de los colores igual es una metáfora, pero ¿referida a qué?.
Lo otro que ha escrito es un milagro atribuido a Jesucristo, supongo que lo ha puesto como ejemplo de algo, pero no estoy muy seguro de que tiene que ver con el tema.
Las sectas, la mayor parte de ellas por lo menos, tratan de imponer su modo de pensar a un número de personas grande, que intentan aumentar por medios lícitos e ilícitos. Estas utilizan coacción psicológica, que incluyen discriminación de los que dudan, adoctrinamiento feroz a los niños, promoción del espionaje a los otros miembros (para descubrir a quienes son "débiles", "espías del diablo", y multitud de delitos inventados), etc.
Hasta hace relativamente poco, las religiones trataban de imponerse sobre las otras existentes en la zona. La religión del gobernante solía ser adoptada por la mayoría, como ocurrió en la España dominada por los musulmanes, donde casi toda la población abandonó el cristianismo para convertirse al Islam. El ser miembro activo de la religión que ostentaba el poder minimizaba el riesgo de ser acusado en base a ésta: Musulmanes y Judíos corrian el riesgo, en tiempos de la Inquisición, de ser apresados y juzgados como adoradores del diablo con mayor facilidad que los cristianos "viejos".
Por otra parte, muchos (o todos, generalmente) de los cargos políticos, militares y civiles relevantes estaban exclusivamente bajo el mando de creyentes de esa Fe dominante. Cualquiera que no adorase al "verdadero" Dios era postergado por estos, ignoradas sus peticiones, o miradas con suspicacia. Los derechos de estos eran, en la práctica, menores que los de quienes habían elegido bien. Puede que sobre el papel no fuese así, pero la realidad es bien conocida.
Por suerte para nosotros esto ha cambiado con el paso de los años. La libertad de culto está presente en casi todos los países del mundo, y resulta cada vez más difícil que te discriminen por tus creencias. No en todos los lugares es igual, hay países mas tolerantes, otros menos tolerantes y algunos que lo son bastante poco (unos cuantos de los árabes podemos meterlos sin pensar en este grupo). La religión ha dejado de imponer las leyes, lo que facilita enormemente la convivencia en todos (hasta donde yo se) los países de Occidente, aunque no hayan hecho lo propio países de Oriente, algunos altamente fanatizados.
Sea como fuere, las religiones tratan de imponerse a las otras: Cada una cree estar en posesión de la "Verdad", lo que le da potestad para ofrecer una recompensa a sus fieles que se cumplirá en una vida futura, sea esta física o espiritual. Esto ocasionó numerosas guerras en el pasado, tanto entre distintas religiones, como entre distintas creencias de la misma religión. Unas veces fue utilizado como excusa para obtener nuevos territorios, en otras los participantes del conflicto estaban convencidos de actuar cumpliendo los deseos de su Dios.
En España existe la libertad de culto, según nuestra constitución somos un país Aconfesional, es decir, sin religión oficial del Estado, por lo que ninguna religión tiene prioridad sobre las otras. La ICAR trata de que su opinión se escuche todavía, haciendo manifestaciones, recogiendo firmas, utilizando todos los medios que legalmente están en su mano. Pero la opinión de la Iglesia no es mas importante que otras, sólo depende del número de ciudadanos que le apoyen. Las otras confesiones cristianas son muy poco numerosas, y por lo general los gobiernos ignoran cualquier crítica por su parte (como suelen hacer con la ICAR, quien legalmente no representa a sus miembros, a pesar de que sean muchos los que opinan como ella). La opinión de una confesión será tenida en cuenta si legalmente consigue que así sea
Como dato, por ahora ni la ley del aborto, aprobada por referendum por la mayoría de los españoles cuando se elaboró, ni la de matrimonios homosexuales, ni cualquiera de las otras criticadas por la Iglesia, y en muchos casos por las restantes religiones, han tenido la suficiente oposición para ser rechazadas por la sociedad. Las firmas contra el matrimonio gay no fueron suficientes para obligar a un referendum, ni para forzar al gobierno a plantearse su retraso, o no digamos ya su imposibilidad de aprobación (sólo un partido se opuso a ella, y fue por un tecnicismo, no por estar en contra). Ahora se está estudiando el cambiar la ley del aborto, y por ahora nadie se ha planteado, entre los políticos, el abolirla (y la mayoría de la población tampoco estaría a favor de hacerlo, por lo que sería ilógico el planteárselo).