EL MENSAJE DE JUICIO DEL SANTUARIO. Parte I.
La enseñanza del Santuario lleva consigo implícito el anuncio y advertencia del juicio de Dios sobre los habitantes de este planeta; una noticia de mayor trascendencia que los últimos descubrimientos de la ciencia, el derrocamiento de un tirano, la Copa Mundial de Futbol, o cualquier otra nimiedad en la que los seres humanos acostumbramos perder nuestro valioso tiempo, en comparación con los resultados eternos del juicio celestial.
El hecho de un juicio está más que documentado en la Biblia, aunque muchos cristianos sólo lo limitan y confunden con “los juicios de Dios”, o las plagas mencionadas en el Apocalipsis, es decir, el cumplimiento de la sentencia del juicio de Dios. Estos cristianos se olvidan que todo juicio, de acuerdo a su significado íntegro, debe constar de una etapa de investigación y evacuación de pruebas, sean a favor o en contra. Todos sabemos que el abogado acusador es Satanás:
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía:
Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro
Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche” Apocalipsis 12:10
Nos acusa ante una autoridad o juez que es Dios de no vivir de acuerdo a la bvoluntad de Dios, es decir, su santa Ley. Pero también la Biblia dice que tenemos un abogado defensor:
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo” 1ª Juan 2:1
Sin entrar en los detalles de 1844, adentrémonos en el significado del mensaje del juicio, empezando en Daniel 7:
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y
se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como
la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su
trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego
ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él;
millares de millares le servían, y millones de millones
asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros
fueron abiertos” Daniel 7:9,10
¿Libros? ¿Libros de qué? Es el equivalente al archivo donde se depositan las pruebas a favor o en contra del acusado. Todos somos acusados por Satanás de no obedecer la ley o voluntad de Dios.
El “libro de memoria o libro de la vida” muestra todas acciones, buenas o malas, de todos aquellos que se han acogido al plan de salvación de Cristo, en todas las edades, aún antes de la encarnación de Cristo, quienes por fe se aferraron a la promesa de expiación.
“Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno
a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro
de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y
para los que piensan en su nombre” Malaquías 3:16
Moisés sabía esto, porque leemos:
“Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego,
pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se
hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito” Exodo 32:31
Daniel lo afirma claramente: el pueblo de Dios será juzgado:
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran
príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será
tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces; pero en aquel tiempo será
libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el
libro” Daniel 12:2
El pueblo de Dios será el primero en ser juzgado. El resto, los que nunca aceptaron voluntariamente a Cristo, ya están condenados por su actitud.
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la
casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál
será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de
Dios?” 1ª Pedro 4:17
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no
cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios” Juan 3:18
Los que no están en ese libro están condenados al fuego del infierno o fuego purificador de Dios sobre esta tierra. OJO: No confundir con el infierno de Dante, que es el mismo infierno enseñado por los católicos, tomado del paganismo, al cual se aferran muchos protestantes tontamente.
“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego” Apocalipsis 20:15
La enseñanza del Santuario lleva consigo implícito el anuncio y advertencia del juicio de Dios sobre los habitantes de este planeta; una noticia de mayor trascendencia que los últimos descubrimientos de la ciencia, el derrocamiento de un tirano, la Copa Mundial de Futbol, o cualquier otra nimiedad en la que los seres humanos acostumbramos perder nuestro valioso tiempo, en comparación con los resultados eternos del juicio celestial.
El hecho de un juicio está más que documentado en la Biblia, aunque muchos cristianos sólo lo limitan y confunden con “los juicios de Dios”, o las plagas mencionadas en el Apocalipsis, es decir, el cumplimiento de la sentencia del juicio de Dios. Estos cristianos se olvidan que todo juicio, de acuerdo a su significado íntegro, debe constar de una etapa de investigación y evacuación de pruebas, sean a favor o en contra. Todos sabemos que el abogado acusador es Satanás:
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía:
Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro
Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche” Apocalipsis 12:10
Nos acusa ante una autoridad o juez que es Dios de no vivir de acuerdo a la bvoluntad de Dios, es decir, su santa Ley. Pero también la Biblia dice que tenemos un abogado defensor:
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo” 1ª Juan 2:1
Sin entrar en los detalles de 1844, adentrémonos en el significado del mensaje del juicio, empezando en Daniel 7:
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y
se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como
la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su
trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego
ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él;
millares de millares le servían, y millones de millones
asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros
fueron abiertos” Daniel 7:9,10
¿Libros? ¿Libros de qué? Es el equivalente al archivo donde se depositan las pruebas a favor o en contra del acusado. Todos somos acusados por Satanás de no obedecer la ley o voluntad de Dios.
El “libro de memoria o libro de la vida” muestra todas acciones, buenas o malas, de todos aquellos que se han acogido al plan de salvación de Cristo, en todas las edades, aún antes de la encarnación de Cristo, quienes por fe se aferraron a la promesa de expiación.
“Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno
a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro
de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y
para los que piensan en su nombre” Malaquías 3:16
Moisés sabía esto, porque leemos:
“Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego,
pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se
hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito” Exodo 32:31
Daniel lo afirma claramente: el pueblo de Dios será juzgado:
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran
príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será
tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces; pero en aquel tiempo será
libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el
libro” Daniel 12:2
El pueblo de Dios será el primero en ser juzgado. El resto, los que nunca aceptaron voluntariamente a Cristo, ya están condenados por su actitud.
“Porque es tiempo de que el juicio comience por la
casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál
será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de
Dios?” 1ª Pedro 4:17
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no
cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios” Juan 3:18
Los que no están en ese libro están condenados al fuego del infierno o fuego purificador de Dios sobre esta tierra. OJO: No confundir con el infierno de Dante, que es el mismo infierno enseñado por los católicos, tomado del paganismo, al cual se aferran muchos protestantes tontamente.
“Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego” Apocalipsis 20:15