Es una verguenza para el cristianismo que algunos pastores se encarguen de cerrar iglesias porque no producen ganancias sino perdidas, sabiendo que hay otras congregaciones que pueden sostener a las que no son autosuficientes, y es que una congregación no tiene que ser lucrativa económicamente, lo importante es ser lucrativa espiritualmente. Me he dado cuenta y estoy muy descepcionado de que la denominación a la cual pertenecía está siendo mal administrada por pastores a los que solo les interesa la viabilidad económica. Invito a todas las personas que han visto este tipo de actitudes a que no piensen que la iglesia es una o varias denominaciones, los cristianos podemos congregarnos aún en nuestras casas. El diezmo que exigen algunas denominaciones no es bíblico. Muchos hacen negocio con las iglesias. Me parece muy triste que cierren congregaciones en vez de abrir nuevas. No me imagino a Jesús cerrando iglesias sino evangelizando en las casas.