Un niño no puede levantar un gran peso; con ayuda de su padre, sí.
En el terreno de la salvación eterna no podemos por nuestras propias
fuerzas naturales ni comenzar, ni continuar, ni perseverar. Necesitamos de
la ayuda de Dios para todo este quehacer. Pero el Señor a nadie le niega
esos auxilios; se llaman gracias actuales.
Nosotros tenemos que cooperar con esas gracias actuales que Dios nos da. ¿En
qué consisten? Son de muchas clases: lecturas que estimulan para ser mejor,
sermones, buenos ejemplos, aparentes desgracias como enfermedades, muertes
repentinas... Todo que nos ayuda a reflexionar en la brevedad de la vida.
También mueve Dios nuestra voluntad débil y nos ayuda a tomar
decisiones. Es preciso aprovechar todos estas ayudas, porque si las
desdeñamos, tal vez no vuelvan a repetirse. JM.Lorenzo
En el terreno de la salvación eterna no podemos por nuestras propias
fuerzas naturales ni comenzar, ni continuar, ni perseverar. Necesitamos de
la ayuda de Dios para todo este quehacer. Pero el Señor a nadie le niega
esos auxilios; se llaman gracias actuales.
Nosotros tenemos que cooperar con esas gracias actuales que Dios nos da. ¿En
qué consisten? Son de muchas clases: lecturas que estimulan para ser mejor,
sermones, buenos ejemplos, aparentes desgracias como enfermedades, muertes
repentinas... Todo que nos ayuda a reflexionar en la brevedad de la vida.
También mueve Dios nuestra voluntad débil y nos ayuda a tomar
decisiones. Es preciso aprovechar todos estas ayudas, porque si las
desdeñamos, tal vez no vuelvan a repetirse. JM.Lorenzo