Gripe Porcina Adventista.

17 Septiembre 2008
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Gripe Porcina, predicha por Elena White

La fiebre Aviar, la enfermedad de las vacas locas, y ahora la fiebre porcina. Toca cabe dentro de este corto párrafo profético de Elena White según los amigos Adventistas:

"Los animales están enfermando cada vez más, y no transcurrirá mucho tiempo antes de que los alimentos de origen animal sean descartados por muchos además de los adventistas del séptimo día" Consejos sobre Régimen Alimenticio. Elena G. de White

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Re: Gripe Porcina Adventista.

Gripe Porcina, predicha por Elena White

La fiebre Aviar, la enfermedad de las vacas locas, y ahora la fiebre porcina. Toca cabe dentro de este corto párrafo profético de Elena White según los amigos Adventistas:



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mmm..Que no ahora es Influenza humana y no Influenza porcina, ejjeje.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Gripe Porcina, predicha por Elena White

La fiebre Aviar, la enfermedad de las vacas locas, y ahora la fiebre porcina. Toca cabe dentro de este corto párrafo profético de Elena White según los amigos Adventistas:



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Re: Gripe Porcina Adventista.

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Re: Gripe Porcina Adventista.

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paseo DE UN GRUPO DE JOVENES EN LAS CALLES DE LOS OLIVOS COMIENDO Chicarines.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

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paseo DE UN GRUPO DE JOVENES EN LAS CALLES DE LOS OLIVOS COMIENDO Chicharines.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Javier Andrés:

Sé claro. ¿Qué es lo que quieres decir con "fiebre porcina adventista"?
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

¿Qué es la influenza porcina?
La influenza porcina (gripe porcina) es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por el virus de la influenza tipo A, el cual provoca brotes comunes de influenza entre estos animales. Los virus de la influenza porcina enferman gravemente a los cerdos pero las tasas de mortalidad son bajas. Estos virus pueden propagarse entre los cerdos durante todo el año, pero la mayoría de los brotes infecciosos ocurren en los meses finales del otoño e invierno, al igual que los brotes en las personas. El virus de la influenza porcina clásico (virus de la influenza H1N1 tipo A) fue aislado por primera vez de un cerdo en 1930.

¿Cuántos virus de la influenza porcina hay?
Al igual que todos los virus de la influenza, los virus de la influenza porcina cambian de manera constante. Los cerdos pueden estar infectados por los virus de la influenza aviar y humana, así como también por los virus de la influenza porcina. Cuando los virus de la influenza de otras especies infectan a los cerdos, los virus pueden reagruparse (es decir cambiar sus genes) y pueden surgir nuevos virus de la mezcla de los virus de la gripe porcina con los de la gripe humana o aviar. A través de los años, han surgido diferentes variaciones de los virus de la influenza porcina. En la actualidad, hay cuatro subtipos principales del virus de la influenza tipo A aislados de cerdos: H1N1, H1N2, H3N2 y H3N1. Sin embargo, la mayoría de los virus de la influenza aislados recientemente de cerdos han sido los virus H1N1.

Influenza porcina en seres humanos

¿Los seres humanos pueden contagiarse de influenza porcina?
Los virus de la influenza porcina por lo general no infectan a los seres humanos. Sin embargo, han ocurrido casos esporádicos de infecciones de influenza porcina en seres humanos. Por lo general, estos casos se presentan en personas que tienen exposición directa a los cerdos (es decir, niños que se acercan a los cerdos en ferias o trabajadores de la industria porcina). Además, ha habido algunos casos documentados de personas que han contagiado el virus de la influenza porcina a otras. Por ejemplo, en 1988, un presunto brote infeccioso de influenza porcina en cerdos en Wisconsin causó múltiples infecciones en seres humanos y, aunque no ocurrió un brote en la comunidad, se identificaron anticuerpos que comprobaron la transmisión del virus de un paciente a personal de atención médica que habían tenido contacto cercano con él.

¿Con qué frecuencia se registran infecciones de influenza porcina en seres humanos?
En el pasado, los CDC recibían notificaciones de aproximadamente un caso de infección por el virus de la influenza porcina en seres humanos cada uno o dos años en los Estados Unidos; sin embargo, de diciembre del 2005 a febrero del 2009 se han reportado 12 casos de infecciones por influenza porcina en personas.

¿Cuáles son los síntomas de la influenza porcina en los seres humanos?
Los síntomas de la influenza porcina en las personas son similares a los de la influenza estacional común en seres humanos y entre estos se incluyen fiebre, letargo, falta de apetito y tos. Algunas personas con influenza porcina han reportado también secreciones nasales, dolor de garganta, náuseas, vómitos y diarrea.

¿Las personas pueden contraer influenza porcina por comer carne de cerdo?
No. Los virus de la influenza porcina no se transmiten por los alimentos. Usted no puede contraer influenza porcina por comer carne de cerdo o sus productos derivados. No hay riesgos si se come carne de cerdo y sus derivados que han sido manipulados y cocinados de manera adecuada. Si se cocina la carne de cerdo a una temperatura interna de aproximadamente 71° C (160° F), se eliminan los virus de la influenza porcina, como también otras bacterias y virus.

¿Cómo se propaga la influenza porcina?
Los virus de la influenza se pueden transmitir directamente de los cerdos a las personas y de las personas a los cerdos. Las infecciones en seres humanos por los virus de la influenza provenientes de los cerdos tienen más probabilidad de ocurrir en las personas que están en contacto cercano con cerdos infectados, como las que trabajan en criaderos de cerdos y las que participan en las casetas de cerdos en las ferias de exhibiciones de animales de cría. La transmisión de la influenza porcina de persona a persona también puede ocurrir. Se cree que esta transmisión es igual a la de la influenza estacional en las personas, es decir principalmente de persona a persona cuando las personas infectadas por el virus de la influenza tosen o estornudan. Las personas pueden infectarse al tocar algo que tenga el virus de la influenza y luego llevarse las manos a la boca o la nariz.
¿Qué información tenemos sobre la transmisión de la influenza porcina de persona a persona?
En septiembre de 1988, una mujer embarazada sana de 32 años de edad fue hospitalizada por pulmonía y falleció 8 días después. El virus de la influenza porcina H1N1 fue detectado. Cuatro días antes de enfermarse, la paciente había visitado una exhibición de cerdos en una feria del condado donde se registraba una enfermedad seudogripal generalizada entre los cerdos.
En estudios de seguimiento, el 76% de los expositores de cerdos a los cuales se les realizaron pruebas presentaron anticuerpos que comprobaron infección por influenza porcina, aunque en este grupo no se detectaron enfermedades graves. Estudios adicionales indicaron que de uno a tres empleados del personal de atención médica que habían tenido contacto con la paciente presentaron enfermedad seudogripal leve y anticuerpos contra la infección de la influenza porcina.

¿Cómo se diagnostican las infecciones por influenza porcina en seres humanos?
Para diagnosticar una infección por influenza porcina tipo A, por lo general se debe recoger una muestra de secreción del aparato respiratorio entre los primeros 4 a 5 días de aparecida la enfermedad (cuando una persona infectada tiene más probabilidad de diseminar el virus). Sin embargo, algunas personas, especialmente los niños, pueden propagar el virus durante 10 días o más. Para la identificación del virus de la influenza porcina tipo A es necesario enviar la muestra a los CDC para que se realicen pruebas de laboratorios.

¿Qué medicamentos existen para tratar a las personas con infecciones por influenza porcina?
Existen cuatro medicamentos antivirales diferentes que están autorizados en los Estados Unidos para el tratamiento de la influenza: amantadina, rimantadina, oseltamivir y zanamivir. Aunque la mayoría de los virus de la influenza porcina han sido sensibles a los cuatro tipos de medicamentos, los siete virus más recientes de la influenza porcina asilados de personas son resistentes a la amantadina y la rimantadina. En la actualidad, los CDC recomiendan el uso de oseltamivir o zanamivir para la prevención y el tratamiento de la infección por los virus de la influenza porcina. Puede encontrar más información sobre las recomendaciones para el tratamiento en el sitio www.cdc.gov/flu/swine/recommendations.htm.

¿Qué otros casos de brotes de influenza porcina hay?
Probablemente el caso más conocido sea el brote de influenza porcina entre los soldados de Fort Dix, Nueva Jersey, en 1976 . Este virus causó pulmonía, demostrada mediante radiografías, a por lo menos 4 soldados y 1 muerte; todos estos pacientes anteriormente gozaban de buena salud. El virus se transmitió a contactos cercanos en un ambiente de entrenamiento básico, y no ocurrió transmisión afuera del grupo de entrenamiento básico. Se cree que el virus permaneció en ese lugar un mes y desapareció. Se desconocen la fuente del virus, la fecha exacta de su ingreso a Fort Dix, los factores que limitaron su transmisión y su duración. El brote de Fort Dix pudo haber sido causado por el ingreso de un virus de un animal a una población humana bajo estrés en contacto cercano con instalaciones saturadas de gente y durante el invierno. El virus de la influenza porcina tipo A recogido de un soldado de Fort Dix fue bautizado A/New Jersey/76 (Hsw1N1).

¿El virus de la influenza porcina H1N1 es igual a los virus H1N1 de la influenza en seres humanos?
No. Los virus de la influenza porcina H1N1 son antigénicamente muy diferentes de los virus H1N1 de los seres humanos, por consiguiente las vacunas de la influenza estacional para las personas no proporcionan protección contra los virus de la influenza porcina H1N1.

Influenza porcina en cerdos

¿Cómo se propaga la influenza porcina entre los cerdos?
Se cree que los virus de la influenza porcina se transmiten principalmente mediante el contacto cercano entre cerdos y posiblemente mediante objetos contaminados que se mueven entre los cerdos infectados y sanos. Las manadas de cerdos con continuas infecciones de influenza porcina y las manadas que son vacunadas contra esta enfermedad pueden enfermarse de manera esporádica, pueden ser asintomáticas o solo presentar síntomas leves de la infección.

¿Cuáles son los signos de la influenza porcina en los cerdos?
Los signos de la influenza porcina puede ser la aparición súbita de fiebre, depresión, tos (gruñido), secreciones de la nariz y los ojos, estornudos, dificultad para respirar, enrojecimiento o inflamación de ojos y pérdida del interés en la comida.

¿Qué tan frecuente es la influenza porcina entre los cerdos?
Los virus de la influenza porcina H1N1 y H3N2 son endémicos entre las poblaciones de cerdos en los Estados Unidos y es una situación que la industria aborda de manera habitual. Los brotes entre los cerdos se presentan por lo general en los meses de temperaturas frías (finales del otoño y el invierno) y a veces con el ingreso de nuevos cerdos a manadas vulnerables. Los estudios han demostrado que la influenza porcina H1N1 es común entre las poblaciones de cerdos de todo el mundo y que un 25 por ciento de los animales presentan evidencia de anticuerpos de la infección. Los estudios en los Estados Unidos han demostrado que el 30 por ciento de la población de los cerdos sometidos a pruebas han presentado evidencia de anticuerpos por la infección H1N1. Para ser más precisos, se ha comprobado la presencia de los anticuerpos de la infección H1N1 en el 51 por ciento de los cerdos en el norte de la región central de los Estados Unidos. Las infecciones en las personas por los virus H1N1 de la influenza porcina son poco comunes. En la actualidad, no hay forma de diferenciar en los cerdos los anticuerpos producidos en reacción a la vacunación de los anticuerpos generados ante las infecciones por influenza porcina H1N1.

Aunque los virus de la influenza porcina H1N1 se han encontrado en las poblaciones de cerdos desde por lo menos 1930, los virus de la influenza porcina H3N2 no comenzaron a presentarse entre los cerdos en los Estados Unidos hasta 1998. Los virus H3N2 inicialmente ingresaron a las poblaciones de cerdos por los humanos. Los virus actuales de la influenza porcina H3N2 están estrechamente asociados a los virus H3N2 de los seres humanos.
¿Hay alguna vacuna para la influenza porcina?
Existen vacunas que se administran a los cerdos para la prevención de la influenza porcina. Sin embargo, no hay una vacuna para proteger a las personas contra la influenza porcina. Es posible que la vacuna contra la influenza estacional proporcione protección parcial contra los virus H3N2, pero no contra los virus H1N1 de la influenza porcina.
http://ojoadventista-vidasana.blogspot.com/2009/04/influenza-o-gripe-porcina.html
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

México: La iglesia adventista cierra sus servicios religiosos y colegios tras el brote de la gripe porcina
Publicado el Mayo 2, 2009 por nicolash2
El pastor Torres dijo que los campamentos de jóvenes, convenciones y viajes fuera del país también fueron cancelados por la amenaza de la gripe al territorio.

El pastor César Gómez, presidente de la Región Ínter Oceánica de la iglesia, dijo que a su membresía de más de 155,000 se le recordó tomar medidas preventivas a fin de mantenerse con salud.

“Hemos notificado a nuestras iglesias las cuales se componen de pequeños grupos, que se reúnan con sus grupos hasta que vuelvan a abrirse”, dijo Gómez.

Igual, los dirigentes en el norte y sur de México han suspendido sus servicios de iglesia y eventos y han cursado recomendaciones a los miembros de iglesia para que tomen medidas serias y que sigan las instrucciones del Ministerio de Salud del país a través de esta situación.

La Universidad de Montemorelos, operada por la iglesia adventista, también cerró sus aulas esta semana a más de 2,000 estudiantes que estudian en el recinto hasta el 6 de mayo, dijo el presidente de la universidad, doctor Ismael Castillo.

“Aunque no se han registrado casos en el Estado de Nuevo León, estamos tomando medidas de precaución para evitar cualquier situación que pueda convertirse en una amenaza real”, dijo Castillo. “Estamos preocupados con un probable brote, pero la comunidad de la universidad, aquí, está informada sobre qué medidas de precaución tomar si surgiesen síntomas y nuestro hospital está abierto para servir a la comunidad como de costumbre”.

Aunque hay oficinas y ciertos servicios que siguen funcionando en la universidad, los servicios de la iglesia la semana próxima se realizarán a puertas cerradas y transmitidas a través de la televisión de la universidad y la Internet.


Con una membresía de más de medio millón de miembros en México, los principales dirigentes de la iglesia en Interamérica están consientes de los riesgos que podría tener la así llamada gripe porcina sobre su membresía.


“Estamos muy preocupados con nuestros miembros en México y hemos estado en constante comunicación con nuestros dirigentes allá”, dijo el pastor Israel Leito, presidente de la iglesia en Interamérica”. Nuestros líderes han tomado las decisiones necesarias para el beneficio de nuestros miembros de iglesia y sus comunidades”.


Siendo que las reuniones del Comité Ejecutivo están programadas para realizarse el próximo mes en la sede de la iglesia en Miami, Florida, el pastor Leito dijo que su equipo de administradores y líderes estaban viendo otras opciones, si se diese el caso de una restricción en los viajes a Estados Unidos a través del territorio de la División durante ese tiempo.


La influenza o virus porcino es causado por cualquier fuerza del virus de la influenza que es endémico en los puercos. Los síntomas incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, dolor en el cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Medidas preventivas como lavarse las manos frecuentemente con jabón ayuda a detener la propagación del virus.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

No te vayas por la tangente, Javier; responde a la pregunta.
Según nuestro amigo Advencito declara que la Gripe Porcina fue, predicha por Elena White. Y además la fiebre Aviar, la enfermedad de las vacas locas, y ahora la fiebre porcina. Que Todo cabe dentro de este corto párrafo profético de Elena White.
Cita:
"Los animales están enfermando cada vez más, y no transcurrirá mucho tiempo antes de que los alimentos de origen animal sean descartados por muchos además de los adventistas del séptimo día" Consejos sobre Régimen Alimenticio. Elena G. de White.
La verdad no saben que inventar de más estos adventistas para validar a su profetisa.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

El desarrollo del concepto adventista sobre las carnes limpias e inmundas

por Ron Graybill

La distinción entre las carnes limpias y las inmundas, basada en Levítico 11 y Deuteronomio 14, hoy es aceptada y comprendida por la mayoría de los adventistas. A diferencia de las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento, que señalan a Cristo, o de las leyes civiles, que gobernaban la teocracia, estas leyes de salud se basaban en leyes naturales y por lo tanto no se aplican solamente a una época o tiempo.

Así, incluso entre los adventistas que consumen carne, se evitan estas carnes inmundas. No obstante, los adventistas del siglo diecinueve, por lo general no aceptaban esta distinción entre las carnes limpias e inmundas basada en la ley Levítica, aunque condenaban claramente el cerdo.[1][1]

La primera en establecerse fue la prohibición en cuanto al cerdo, pero incluso esto llevó tiempo. Antes de que Elena G. de White recibiera el mensaje de salud en 1863, ella y Jaime White desalentaban a los creyentes que intentaban forzar una prohibición de la carne de cerdo. “Por ninguna razón creemos que la Biblia enseña que su [del cerdo] uso, durante la dispensación evangélica, es pecado”, escribió Jaime White en 1850.[2][2]

En 1858, un hermano en Nueva Inglaterra, sin duda S. N. Haskell, intentaba nuevamente desalentar el uso del cerdo y hacer de esto una prueba de lealtad a la Palabra de Dios. La Sra. White le escribió diciendo que “si es el deber de la iglesia abstenerse de la carne de cerdo, Dios se lo mostrará a más de dos o tres personas”.[3][3]

Después de la reforma pro salud, por supuesto, la Sra. White salió a hablar en contra del uso del cerdo, argumentando que producía “escrófula, lepra y tumores cancerosos”.[4][4] Es significativo que ella junto con otros adventistas que escribieron en contra del uso del cerdo hasta 1866, argumentaron estrictamente desde un punto de vista de la salud. En otras palabras, sólo porque se usaban algunos argumentos bíblicos para reforzar al grupo que argumentaba contra el cerdo, no podemos concluir que en ese punto los adventistas estaban bien en la forma que presentaban sus enseñanzas en cuanto a la distinción entre las carnes limpias e inmundas.

D. M. Canright, en 1866, alude a Deuteronomio 14:8, “Tampoco el cerdo, porque tiene la pezuña hendida, pero no rumia; os será inmundo. De la carne de estos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos”. Pero Canright no hace mención de otras carnes inmundas, y no hace uso del material posterior de Deuteronomio 14 sobre el tema.[5][5] Cuando él menciona las ostras en un artículo al año siguiente, habla de sus supuestos poderes para incitar “ciertas clases de sensaciones” y no da argumentos bíblicos.[6][6]

En 1870, W. C. Gage intenta refutar un periódico adventista rival que toma como excepción la “declaración bíblica de que el cerdo es inmundo”. Pero Gage no cita Deuteromio 14 ni Levítico 11. De hecho, Gage declara “si las Escrituras fallan en fijar la cuestión, dejen que domine la razón. Examinen el animal y vean sus hábitos sucios”.[7][7] Sí trata algunos de los testimonios de la Biblia sobre el cerdo, pero su artículo está lejos de ser una contribución para comprender ampliamente las enseñanzas de la Biblia sobre las carnes limpias e inmundas, siendo, como lo es en realidad, abundante en argumentos naturalistas e interesado exclusivamente en la cuestión del cerdo.

Jaime White, en un artículo de 1872 sobre la “Carne de cerdo”, muestra los inicios de una aplicación más amplia de la ley levítica. Menciona Deuteronomio 14:8 nuevamente, y busca refutar el argumento de que la prohibición del cerdo era meramente una ley judía y que por lo tanto no afectaba a los cristianos. Les recuerda a sus lectores que la distinción entre limpio e inmundo fue reconocida en la Biblia mucho antes de la “existencia de un solo judío”. Todavía, el propósito de su argumento es desacreditar el cerdo, no establecer categorías generales de carnes limpias e inmundas. No discute el criterio bíblico para hacer la distinción.[8][8]

La distinción general entre las carnes limpias e inmundas en los círculos adventistas permanece sin desarrollarse durante el siglo diecinueve. Mientras que los adventistas argumentaban fervientemente contra el cerdo, el peso de su argumento continuaba siendo los criterios fisiológicos. Urías Smith rechazó explícitamente la aplicación de la distinción mosaica: “Creemos que hay un terreno mejor en el cual apoyar [la prohibición sobre el cerdo] que la ley ceremonial de la primera dispensación, porque si asumimos la posición de que la ley está todavía en vigencia, debemos aceptarla completamente, y entonces tendremos más en nuestras manos de lo que podemos hacernos cargo”.[9][9]

Para los adventistas del siglo diecinueve se desalentaba el consumo de todo tipo de carne, mientras que el consumo de cerdo estaba virtualmente prohibido. Otras carnes que podríamos considerar inmundas no se veían, aparentemente, con la misma luz que la carne de cerdo.

Una vez, cuando Elena G. de White estaba enferma, su hijo, W. C. White, informa que se la alentó a beber un poco de sopa de ostras para que su estómago se asiente. Se dice que intentó con una o dos cucharadas, pero luego rechazó el resto.[10][10]

No obstante hay evidencia de que en un momento de su vida, la Sra. White, gustaba de comer algunas ostras. En 1882, cuando vivía en Healdsburg, California, escribió una carta a su nuera, Mary Kelsey White, en Oakland, en la cual le hizo el siguiente pedido: “Mary, si puedes consígueme una buena caja de arenques, frescos, por favor. Los últimos que Willie consiguió estaban amargos y viejos. Si puedes comprar latas, una media docena de latas de buenos tomates, por favor hazlo. Los necesitaremos. Si puedes conseguir unas pocas latas de buenas ostras, cómpralas”.[11][11]

Elena G. de White no mantuvo en secreto que bajo circunstancias difíciles, como cuando viajaba o cuando estaba detenida por causa de sus viajes, comió algo de carne. El libro Consejos sobre el régimen alimenticio, publicado en 1938, contiene sus relatos en cuanto a su uso de la carne después que se le dio la visión de la reforma pro salud, según aparece a continuación: “De inmediato eliminé la carne de mi menú. Después de eso a veces me encontré en situaciones en que me veía obligada a comer un poco de carne”.[12][12]

Esto está en armonía con sus primeras declaraciones publicadas que aparecieron en 1890 en el libro Christian Temperance and Bible Hygiene [Temperancia cristiana e higiene bíblica], en el que se lee: “Cuando yo no podía obtener el alimento que necesitaba, a veces he comido un poco de carne; pero tengo cada vez más temor de hacerlo”.[13][13]

Pero además, hay evidencia de que esto era algo flexible en las décadas de 1870 y 1880, pues se permitía que apareciera un poco de carne en su mesa cuando puede que no haya sido esencial. Dadas las dificultades de refrigeración y de transporte de alimentos en el siglo diecinueve, era un problema más grave entonces lograr una dieta adecuada sin el uso de carne.

A comienzos de la década de 1890, la Sra. White expresó su disgusto por la carne mientras viajaba hacia Australia. Escribió: “Tienen abundancia de alimentos a base de carne, preparados de diferentes formas; pero como yo no disfruto de una dieta con carne, deja bastante escasa mi vianda”.[14][14]

Mientras estaba en Australia a comienzos de 1894, Elena G. de White tomó la resolución de no consumir más carne, una posición que no tuvo vuelta atrás por el resto de su vida. Escribió así sobre esto:

Desde el congreso campestre de Brighton (enero de 1894) yo he eliminado absolutamente la carne de mi mesa. Existe el entendimiento de que ora sea que esté en casa o afuera, nada de esta clase ha de usarse en mi familia, o ha de ponerse sobre la mesa. He tenido muchas presentaciones sobre este tema en las horas de la noche.[15][15]

La propia comprensión de Elena G. de White de la distinción entre limpio e inmundo parece haber crecido en forma firme con el tiempo. En 1864 ella notó que a Noé se le permitió comer bestias “limpias” después del diluvio.[16][16] Y en 1890, cuando Patriarcas y profetas se publicó, destacó que los padres de Sansón habían sido instruidos a abstenerlo de “cualquier cosa inmunda”.

Esta distinción “entre artículos de alimentos como limpios e inmundos” no era, dijo ella, “una regulación meramente ceremonial y arbitraria, sino que estaba basada en principios sanitarios”. Más aún, la “maravillosa vitalidad” del pueblo judío por miles de años, podría deberse a esta distinción.[17][17] Notoriamente, ella no destaca este aspecto de la vida de Sanson en 1881, cuando escribe los artículos sobre los cuales se basa la mayoría del material sobre Sansón en Patriarcas y profetas.[18][18]

En 1905, se explaya nuevamente en forma favorable sobre la distinción dada a los judíos, mencionando esta vez en forma adicional al cerdo que “quedaba prohibido” el consumo de “otros animales, de ciertas aves y de ciertos peces, declarados inmundos”.[19][19]

Este pasaje continúa enumerando otros aspectos de las leyes de salud judías que los Adventistas del Séptimo Día nunca buscaron enfatizar, así que en resumen se puede decir que la Sra. White nunca declaró explícitamente que la distinción general entre carnes limpias e inmundas era una ley que los Adventistas del Séptimo Día estaban todavía obligados a observar. Sus declaraciones comentando la práctica judía ciertamente alientan esa posición, pero nunca la dejan explícita.

Los adventistas en la actualidad, que comprenden la distinción entre la carne limpia y la inmunda, necesitan saber de la ausencia de tal distinción en la iglesia adventista del tiempo de Elena G. de White. En 1883, W. H. Littlejohn, en una columna de preguntas y respuestas en la Review, dijo que no estaba seguro si las ostras podrían apropiadamente considerarse bajo la prohibición de carnes inmundas que se encuentra en Levítico 11. Si así fuera, dijo, sería porque habría algunas razones naturales.[20][20] Fue también en ese momento que Urías Smith expresó su fuerte negativa de la aplicación de la ley mosaica en este asunto, como ya se mencionó.

Los primeros reformadores de salud mencionaron las ostras cuando explicaron porqué los alimentos a base de carne eran dañinos. Russell Trall, en su libro Hydropathic Cookbook [Libro de cocina hidropática] de 1857, dijo que todos los moluscos, incluyendo las ostras eran “malos”.[21][21]

Probablemente sea más conocido para los adventistas los comentarios sobre las ostras de James C. Jackson, incluído entre sus otras críticas sobre la comidas a base de carne en un artículo que Jaime y Elena White reimprimieron en Health: or How to Live [Salud: o cómo vivir]. Jackson rechazaba las ostras porque eran carroñeras.[22][22] J. N. Loughborough dijo que todo caracol, incluyendo las ostras, eran rechazados pues contenían poco alimento nutritivo y eran difíciles de digerir.[23][23]

Finalmente, en 1891, Kellogg, al reaccionar enérgicamente a algunos comentarios favorables sobre las ostras por parte de científicos, condenó a la criatura como difícil de digerir, la “más baja de los carroñeros”, y apta para contener un veneno mortal, tirotoxina.[24][24]

No obstante, comparando la cantidad de material publicado contra el cerdo, las objeciones a las ostras y otras carnes “inmundas” es tan minúscula que difícilmente se puede apreciar.

Cualesquiera hayan sido las prácticas y entendimientos de nuestros pioneros en esta cuestión, nunca debemos basar nuestras propias decisiones en relación con la vida saludable en el ejemplo de otros seres humanos. La Sra. White hizo lo suficientemente claro este punto en 1901 durante una charla extemporánea en Battle Creek.

[Habla Elena G. de White:] “La hermana White no ha tenido carne en su casa o la ha cocinado en ninguna forma, o ha tenido ningún tipo de carne muerta, por varios años. Y aquí está la [base de la] reforma pro salud [de algunas personas]: ‘Ahora les he dicho que la hermana White no come carne. Ahora quisiera que ninguno de ustedes deje de comer carne porque la hermana White no lo hace’.

“Bien, no daría un centavo, ni siquiera me interesaría por nada de eso. Si usted no tiene ninguna convicción mejor, que no comerá carne porque la hermana White no lo hace- si yo fuera la autoridad, no daría ni un centavo por su reforma pro salud.

“Lo que quisiera es que cada uno de ustedes pudiera presentarse en su dignidad individual ante Dios, en su consagración individual a Dios, que el templo del alma sea dedicado a Dios ‘Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él’. Ahora quisiera que piense en esas cosas, no haga del ser humano su criterio”.[25][25]

No es sorprendente que S. N. Haskell, quien estaba entre los primeros que llamaron a la iglesia a abandonar el uso del cerdo, fuera el primero en dar argumentos para una clara prohibición bíblica sobre todas las carnes inmundas, haciendo uso pleno de las prohibiciones de Levítico 11. En mayo de 1903, escribió:

“En muchas cosas la Biblia establece principios y se nos deja ejercer nuestro propio juicio en el asunto, mientras que en otras cuestiones se da un mandato claro… En su plan infinito [Dios] señaló una parte del reino animal para actuar como carroñeros… Con el propósito de que conozcamos a aquellos que se alimentan de comidas limpias, les colocó una marca o señal”.[26][26] Haskell cita entonces Levítico 11:1-8: “El consumo de estas cosas que Dios prohibió”, concluye Haskell, “es muy ofensiva a su vista”.

Referencias

Patrimonio de Elena G. de White

Washington, D. C.

27 de abril de 1981. Re-mecanografiado: marzo de 1989.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Javier Andrés, o estás desempleado o eres un tipo bien ocioso.

1) Aunque esta gripe cochina sea producida en laboratorios, no puedes negar el hecho de que la contaminación de lñas aguas, el hacimaniento de los animales, el alimento antinatural que les dan, producen animales enfermos que luego son sacrificados y ofrecidos al público para su consumo.

2) El vegetarianismo NO es obligatorio en la IASD. Se recomienda solamente. Es algo personal la decisión de cambiar de régimen.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Javier Andrés, o estás desempleado o eres un tipo bien ocioso.

1) Aunque esta gripe cochina sea producida en laboratorios, no puedes negar el hecho de que la contaminación de lñas aguas, el hacimaniento de los animales, el alimento antinatural que les dan, producen animales enfermos que luego son sacrificados y ofrecidos al público para su consumo.

2) El vegetarianismo NO es obligatorio en la IASD. Se recomienda solamente. Es algo personal la decisión de cambiar de régimen.

Elena de White y su práctica del vegetarianismo

¿Comió carne Elena de White después de su visión de la reforma pro salud en 1863? Que hay sobre ese testimonio de 1858 que dice que comió cerdo?
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Elena de White y su práctica del vegetarianismo

Comio carne Elena de White despues de su visión de la reforma pro salud en 1863? Que hay sobre ese testimonio de 1858 que dice que comio cerdo?


Elena de White no sostuvo que despues de la visión sobre salud, en 1863, ella nunca volvio a comer carne. Antes de la visión, creía que dependía de una dieta de carne para tener vigor. Debido a su condición física débil, especialmente por su tendencia a desmayarse cuando se sentía débil y mareada, pensaba que la carne era indispensable. En realidad, en ese entonces, era una gran consumidora de carne; la carne era su principal artículo alimenticio.



Pero obr� de acuerdo con la luz que recibi�. Elimin� de inmediato la carne de su �men��, y no fue parte regular de su dieta.� Ella practicaba los principios generales que ense�aba a otros, como el de que uno debe usar el mejor alimento disponible considerando las circunstancias. Al estar fuera de la casa, ya sea viajando o acampando en condiciones austeras, d�cadas antes de que se inventaran los alimentos congelados, a menudo era dif�cil encontrar una dieta adecuada. Al no ser siempre posible obtener lo mejor, por cualquier raz�n que fuera, a veces se conformaba con lo bueno, lo mejor bajo las circunstancias.



Elena de White no era una dogm�tica respecto al consumo de carne. En 1895, declar�: �Nunca he sentido que era mi deber decir que nadie debe probar la carne bajo ninguna circunstancia.� Decir esto... ser�a llevar las cosas a los extremos.� Nunca he sentido que era mi deber hacer declaraciones categ�ricas.� Lo que he dicho lo he dicho dominada por un sentido del deber, pero he sido cuidadosa en mis declaraciones, porque no quer�a dar ocasi�n para que nadie fuera conciencia de otra persona� (Consejos sobre el r�gimen alimenticio, p. 556.)



Estando en Australia, lleg� a un punto en el que declar� �Yo he eliminado absolutamente la carne de mi mesa�. Por un tiempo hab�a permitido que se sirviese algo de carne a los empleados y miembros de la familia. Desde ese momento en adelante (enero de 1894) qued� bien entendido �que ora sea que est� en casa o afuera, nada de esta clase ha de usarse en mi familia, o ha de ponerse sobre mi mesa� (Ib�d., p. 586). Muchas de las declaraciones m�s fuertes de Elena de White contra la carne fueron escritas despu�s que ella hubo renovado su promesa de una abstinencia total en 1894.



La principales visiones de salud de Elena de White, de 1863 y 1865, abarcaron todos los aspectos del mensaje de reforma por salud que ella recalc� hasta su muerte. A los largo de los a�os, los cambios ocurridos en materia de �nfasis, en ciertos puntos, s�lo refinaron esos principios; no a�adieron o sustrajeron nada de ellos. Con el transcurso del tiempo, aun los profetas deben dedicar tiempo para asimilar los principios revelados, tiempo para que la teor�a se convierta en realidad en sus propias vidas. Ella recomendaba constantemente el principio, en la pr�ctica como tambi�n en la ense�anza, de que quien estuviera consagrado a la verdad pasar�a de lo malo a lo bueno, de lo bueno a lo mejor, de los mejor a lo �ptimo. Tal fue su experiencia.



�Qu� hay de su aparente contradicci�n sobre el tema del consumo de cerdo? En 1858 ella les escribi� a los Haskell (Hno. y Hna. A.) sobre una cantidad de asuntos, reprendi�ndolos por insistir que el comer carne de cerdo deber�a ser un �asunto de prueba�: �Vi que su punto de vista respecto a la carne de cerdo no ser�a perjudicial si lo guarda para usted; pero en su juicio y opini�n usted ha hecho de este asunto una prueba (de discipulado)... Si Dios requiriese a su pueblo que se abstuviera de la carne de cerdo, �l los convencer�a al respecto... Si es el deber de la Iglesia abstenerse de carne de cerdo, Dios dar� a conocer su voluntad a m�s de dos o tres.� Le ense�ar� a la Iglesia su deber� (Testimonies for the Church, vol. 1, pp. 206, 207.)



En la visi�n de la reforma de salud del 6 de junio de 1863, se le revel� una amplia serie de principios de salud. Al a�o siguiente ella public� un cap�tulo de 55 p�ginas titulado �Salud�, en Spiritual Gifts, volumen 4.� Con referencia a la carne de cerdo, ella dijo: �Dios nunca plane� que el cerdo se comiese bajo ninguna circunstancia� (Spiritual Gifts, vol. 4, p. 124), y m�s tarde, en otros libros, continu� enfatizando las consecuencias perjudiciales del consumo de carne de cerdo.



�Qu� podemos decir de este cambio de opini�n en Elena de White entre 1858 y 1863?



Primero, ella no hab�a recibido ninguna luz de Dios sobre la carne de cerdo antes de 1863.� La visi�n de 1858 no informa en cuanto a la exactitud o la inexactitud de comer el cerdo. Mejor dicho, ella reprueba a sus hermanos por crear divisi�n entre los Adventistas de aquella �poca haciendo del asunto una prueba. Segundo, ella dej� abierta la posibilidad que si el consumo de la carne de cerdo deber�a ser descartado del pueblo de Dios, Dios, en su voluntad, �le ense�ar� a la Iglesia su deber�.� Cuando lleg� la visi�n, cerca de cinco a�os m�s tarde, toda la Iglesia vio el asunto claramente y nunca m�s habr�a divisi�n en cuanto a este asunto.



(Adaptado de Mensajera del Se�or: el Ministerio Prof�tico de Elena de White, Herbert E. Douglass [Florida, Buenos Aires: ACES, 2000], pp. 156, 157, 312 � 315)
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Javier, te estas pareciendo a Satanas. Hermanos, vayan directamente al video en YouTube, se daran cuenta que la persona que lo subio lo hizo con la unica intencion de plasmar ese recuerdo, y para añadirle jocosidad, le escribio eso: Los Glotones. Este señor (Javier) esta mal de la mente, preocupate por tu salvacion, esta tan enfocado en mirar la paja de los demas que no te das cuenta que tienes una viga.

La verdad es que causa lastima Javier, y no es justo que tomes un video que sanamente han colocado en YT para tu conveniencia pero, recuerdas, lo que siembras eso cosecharas.


Gracias por seguir promocionando a Ellen G. White, ciertamente las personas de este foro la conoceran mas por tus escritos que por los mio, y eso que soy yo el Adventista.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Elena de White y su práctica del vegetarianismo

Comio carne Elena de White despues de su visión de la reforma pro salud en 1863? Que hay sobre ese testimonio de 1858 que dice que comio cerdo?


Elena de White no sostuvo que despues de la visión sobre salud, en 1863, ella nunca volvio a comer carne. Antes de la visión, creía que dependía de una dieta de carne para tener vigor. Debido a su condición física débil, especialmente por su tendencia a desmayarse cuando se sentía débil y mareada, pensaba que la carne era indispensable. En realidad, en ese entonces, era una gran consumidora de carne; la carne era su principal artículo alimenticio.



Pero obr� de acuerdo con la luz que recibi�. Elimin� de inmediato la carne de su �men��, y no fue parte regular de su dieta.� Ella practicaba los principios generales que ense�aba a otros, como el de que uno debe usar el mejor alimento disponible considerando las circunstancias. Al estar fuera de la casa, ya sea viajando o acampando en condiciones austeras, d�cadas antes de que se inventaran los alimentos congelados, a menudo era dif�cil encontrar una dieta adecuada. Al no ser siempre posible obtener lo mejor, por cualquier raz�n que fuera, a veces se conformaba con lo bueno, lo mejor bajo las circunstancias.



Elena de White no era una dogm�tica respecto al consumo de carne. En 1895, declar�: �Nunca he sentido que era mi deber decir que nadie debe probar la carne bajo ninguna circunstancia.� Decir esto... ser�a llevar las cosas a los extremos.� Nunca he sentido que era mi deber hacer declaraciones categ�ricas.� Lo que he dicho lo he dicho dominada por un sentido del deber, pero he sido cuidadosa en mis declaraciones, porque no quer�a dar ocasi�n para que nadie fuera conciencia de otra persona� (Consejos sobre el r�gimen alimenticio, p. 556.)



Estando en Australia, lleg� a un punto en el que declar� �Yo he eliminado absolutamente la carne de mi mesa�. Por un tiempo hab�a permitido que se sirviese algo de carne a los empleados y miembros de la familia. Desde ese momento en adelante (enero de 1894) qued� bien entendido �que ora sea que est� en casa o afuera, nada de esta clase ha de usarse en mi familia, o ha de ponerse sobre mi mesa� (Ib�d., p. 586). Muchas de las declaraciones m�s fuertes de Elena de White contra la carne fueron escritas despu�s que ella hubo renovado su promesa de una abstinencia total en 1894.



La principales visiones de salud de Elena de White, de 1863 y 1865, abarcaron todos los aspectos del mensaje de reforma por salud que ella recalc� hasta su muerte. A los largo de los a�os, los cambios ocurridos en materia de �nfasis, en ciertos puntos, s�lo refinaron esos principios; no a�adieron o sustrajeron nada de ellos. Con el transcurso del tiempo, aun los profetas deben dedicar tiempo para asimilar los principios revelados, tiempo para que la teor�a se convierta en realidad en sus propias vidas. Ella recomendaba constantemente el principio, en la pr�ctica como tambi�n en la ense�anza, de que quien estuviera consagrado a la verdad pasar�a de lo malo a lo bueno, de lo bueno a lo mejor, de los mejor a lo �ptimo. Tal fue su experiencia.



�Qu� hay de su aparente contradicci�n sobre el tema del consumo de cerdo? En 1858 ella les escribi� a los Haskell (Hno. y Hna. A.) sobre una cantidad de asuntos, reprendi�ndolos por insistir que el comer carne de cerdo deber�a ser un �asunto de prueba�: �Vi que su punto de vista respecto a la carne de cerdo no ser�a perjudicial si lo guarda para usted; pero en su juicio y opini�n usted ha hecho de este asunto una prueba (de discipulado)... Si Dios requiriese a su pueblo que se abstuviera de la carne de cerdo, �l los convencer�a al respecto... Si es el deber de la Iglesia abstenerse de carne de cerdo, Dios dar� a conocer su voluntad a m�s de dos o tres.� Le ense�ar� a la Iglesia su deber� (Testimonies for the Church, vol. 1, pp. 206, 207.)



En la visi�n de la reforma de salud del 6 de junio de 1863, se le revel� una amplia serie de principios de salud. Al a�o siguiente ella public� un cap�tulo de 55 p�ginas titulado �Salud�, en Spiritual Gifts, volumen 4.� Con referencia a la carne de cerdo, ella dijo: �Dios nunca plane� que el cerdo se comiese bajo ninguna circunstancia� (Spiritual Gifts, vol. 4, p. 124), y m�s tarde, en otros libros, continu� enfatizando las consecuencias perjudiciales del consumo de carne de cerdo.



�Qu� podemos decir de este cambio de opini�n en Elena de White entre 1858 y 1863?



Primero, ella no hab�a recibido ninguna luz de Dios sobre la carne de cerdo antes de 1863.� La visi�n de 1858 no informa en cuanto a la exactitud o la inexactitud de comer el cerdo. Mejor dicho, ella reprueba a sus hermanos por crear divisi�n entre los Adventistas de aquella �poca haciendo del asunto una prueba. Segundo, ella dej� abierta la posibilidad que si el consumo de la carne de cerdo deber�a ser descartado del pueblo de Dios, Dios, en su voluntad, �le ense�ar� a la Iglesia su deber�.� Cuando lleg� la visi�n, cerca de cinco a�os m�s tarde, toda la Iglesia vio el asunto claramente y nunca m�s habr�a divisi�n en cuanto a este asunto.



(Adaptado de Mensajera del Se�or: el Ministerio Prof�tico de Elena de White, Herbert E. Douglass [Florida, Buenos Aires: ACES, 2000], pp. 156, 157, 312 � 315)

Yo soy vegetariano, y te digo, no es fácil empezar. Se recomienda que el cambio se haga de manera gradual. Los adventistas en un comienzo no tenían muy claro el asunto de lo limpio y lo inmundo. Por ejenplo, las ostras no están tipificadas en Levítico 11.

Ctreo que aquí el único fanático eres tú. Vas a terminar mal si sólo piensas en atacar a Elena White. Hay cosas bonitas en esta vida, ¿por qué no te buscas una novia, o si la tienes sácala a pasear? La pobre debe estar fastidiad del monotemático novio o esposo que tiene.
 
Re: Gripe Porcina Adventista.

Javier, te estas pareciendo a Satanas. Hermanos, vayan directamente al video en YouTube, se daran cuenta que la persona que lo subio lo hizo con la unica intencion de plasmar ese recuerdo, y para añadirle jocosidad, le escribio eso: Los Glotones. Este señor (Javier) esta mal de la mente, preocupate por tu salvacion, esta tan enfocado en mirar la paja de los demas que no te das cuenta que tienes una viga.

La verdad es que causa lastima Javier, y no es justo que tomes un video que sanamente han colocado en YT para tu conveniencia pero, recuerdas, lo que siembras eso cosecharas.


Gracias por seguir promocionando a Ellen G. White, ciertamente las personas de este foro la conoceran mas por tus escritos que por los mio, y eso que soy yo el Adventista.
Los chicharines en la Iglesia Adventista no son de carne de cerdo, son de maíz. Estos los venden en las Iglesias adventistas de mi país por lo general al terminar el sábado, aun cuando a veces las ventas se hacen a las seis pero no esperan que se ponga el sol para venderlos.
 
Re: Gripe Porcina, ¿Adventista?

Re: Gripe Porcina, ¿Adventista?

Javier Andrés:

Has dado vueltas y vueltas y no has contestado. Di con sinceridad por qué has titulado este tema "GRIPE PORCINA ADVENTISTA". ¿Es que quieres involucrar a la IASD en esa epidemia? ¿Es que insinúas que la IASD es la originaria de esa enfermedad? ¿O crees que somos los responsables por el contagio? Harías bien en rectificar.