Re: ¿ENFERMEDADES DE QUIEN PROCEDEN?
Estimado Oso...
Bueno, yo entiendo que hay enfermedades buenas ... jejeje... Tu que eres médico lo sabes mejor que yo... Y ... fue Dios quien lo hizo así...
Algunas enfermedades "buenas"...
Todas las fiebres eruptivas de los niños... la tos, los resfríos, la fiebre, la diarrea, ... y algunas otras....
Saludos y bendiciones...
Una de los logros más grandes de la medicina alópata es el poder separar la idea "mágico-religiosa" del concepto de salud-enfermedad. Este proceso de acción inhibición, salud-enfermedad es tan natural como la vida misma
Una fiebre antecede un exantema en un niño que no tiene nada que ver con pecado por ejemplo y en otros tiempos se hubiese pensado que era actividad maligna.
Sin embargo hay textos específicos de la escritura en donde podemos entender que es la mano de Dios castigando la rebeldía del hombre sea por medio de un diluvio, un exilio, una aguerra, una peste, o una enfermedad.
Me sorprende (bueno ya nada me sorprende del mundo neoevangélico), que corrientes neoevengelicas, ultrapentecostales nieguen estos procesos de salud-enfermedad tan naturales, nieguen la enfermedad misma y la satanicen.
Tienden a llevar los simples procesos de salud-enfermedad invariablemente a un solo terreno: al terreno espiritual, esto es, espiritualizan la enfermedad sistemáticamente, una vez ahí, encuentran un culpable (generalmente Satanás), se pelean entonces con él haciéndole "guerra espiritual", logrando derrotarlo por medio de reprensiones, o bien, exigen "sanidad divina".
Imagina este concierto de voces en medio de una Pandemia mundial.
Ayer una hermana leyó el salmo 91, quedaba en el ambiente la idea de desentenderse de las medidas higiénicas que mandan nuestras autoridades pues la plaga no debería llegar a los cristianos ¡imagínate a los cristianos con inmunidad total!. Yo diría con "negación" total.
Un forista no hace mucho en este mismo foro aseguraba no tener pecado, y desde luego no tener enfermedad. A eso estamos llegando Dagoberto
En muchos sentidos estamos igual que en la edad media, tal vez peor.
Es de preocuparse o al menos de estar atentos.
Ahora más que nunca debemos pedirle al Señor discernimiento, saber colocar lo espiritual con lo espiritual y saber distinguir la diferencia entre lo cierto y lo falso
Un saludo