Re: de donde salió el cuerno pequeño de Daniel 8, de uno de los vientos o de uno de l
Estimado eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.
Tú dices:
¿Qué me dices, soplagaitas? Todos sabemos que Antíoco IV "calza" PERFECTAMENTE en la profecía de Daniel. De hecho, es el ÚNICO que calza, infeliz. Y lo de Popilio confirma que Antíoco IV fue el malvado rey del norte (11:30) y el cuerno pequeño de Daniel 7 y 8, gavialito.
Fíjate, mercachifle:
"Al tiempo señalado volverá al sur; pero la última venida no será como la primera. Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se contristará y retrocederá, se enojará contra el pacto santo y hará según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto. "Se levantarán sus tropas, que profanarán el santuario y la fortaleza, quitarán el sacrificio continuo y pondrán la abominación desoladora" (Dan. 11:29-31).
O sea, el malvado personaje que pone la abominación desoladora es EL MISMO que quita el sacrificio (cf. Dan. 9:27). No es ningún mesías, gavialito. Y ese mismo personaje malvado, tras éxitos iniciales en Egipto, tuvo un revés inesperado cuando fueron en su contra "naves de Quitim". Como sabrás, soplagaitas, los libros de Macabeos llaman Kitim a la tierra de la que partió Alejandro Magno, o sea, Macedonia, y, ¡qué casualidad!, Popilio formaba parte de una flota procedente de Macedonia, una vez lograda la victoria de Pidna. ¡Qué bonita es la historia y qué poquito sabes de ella!, ¿eh, gavialito? ¿Te acuerdas, mercachifle, de cuando intentaste hacer pasar a Antíoco VII por Antíoco IV?
Tu desvergüenza no conoce límite, chiquitín, pero aquí estamos unos cuantos para ponerte donde mereces, gavialito. Ya sabes, en las aguas del Ganges con sus depósitos cloacales.
¿Cómo lo ves, gavialito?
Respondo: En tu nerviosismo nuevamente contradices las palabras de nuestro Señor: ¡Fíjate preterista!
"Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa." Mat. 24:15-8
"Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías,
mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.
Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador." Dan 9:26,27
"Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.
Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella." Lucas 21:20,21.
La "abominación" tiene que referirse a los ídolos de Roma o a algún otro elemento de Roma relacionado con el culto idolátrico. Si alguno pregunta, ¿por qué Roma? Respondemos, porque ese es el poder que destruye el santuario en Daniel 8 y 9.
"Y el Salvador advirtió a sus discípulos: 'Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento, que fue dicha por Daniel, profeta, que estará en el lugar santo (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes' (Mat. 24:15, 16; Luc. 21:20). Tan pronto como los estandartes del ejército romano idólatra fuesen clavados en el suelo sagrado, que se extendía varios estadios más allá de los muros, los creyentes en Cristo debían huir a un lugar seguro. Al ver la señal preventiva, todos los que quisieran escapar debían hacerlo sin tardar" (CS., págs. 28, 29).
El Dr. Adán Clarke escribe lo siguiente: Esta abominación del asolamiento se refiere al ejército romano y en cuanto a lo de "estar en lugar santo" quiere decir que sitiará a Jerusalén. Nuestro Señor dice esto es lo que es lo que fue dicho por el profeta Daniel en los capítulos nueve y once de su profecía. Asi deben entenderlo los que leen estas profecías; y así lo entienden los Rabinos. Llámase al ejército romano "una abominación," a causa de sus enseñas imágenes que eran tal para los judíos." Comentario. Mateo 24:15.
Queda establecido, entonces, que la "
abominación desoladora", de la cual habló nuestro Señor Jesús tiene que ver, en su primer cumplimiento, con "
los estandartes idolátricos del ejército romano" clavados en el suelo sagrado alrededor de la ciudad de Jerusalén. Pero, ¿qué haremos con la interpretación de san Lucas que intercambia la expresión "abominación desoladora" por "un ejército"? (Luc. 21:20). El problema se resuelve si tomamos en cuenta que ese ejército tenía estandartes idolátricos que eran el símbolo de la autoridad romana. Esta interpretación está en armonía con el uso de la palabra shiqqus (abominación) en el Antiguo Testamento.
Roma se levanta contra el pacto santo y eterno que Dios había sellado con Abraham, y en el con el verdadero Israel de todos los tiempos. Desató su ira indiferentemente contra el Israel creyente y el no creyente, mientras que el emperador romano Nerón, en el año 64 después de Crito, fué probablemente causante del gran incendio que redujo a Roma a pavesas después de haber durado siete días, y culpó a los cristianos mandándolos a perseguir del modo más cruel, la avidez de Roma inflamó y atizó en Palestina la rabia de los judíos en contra de sus opresores romanos.
Vespaciano una vez proclamado emperador de Roma, a raiz del destronamiento de Nerón, entregó el mando del ejército a su hijo Tito, el cual cercó a Jerusalén en el mes de abril del año 70 con 80.000 hombres durante la fiesta de la Pascua judía, encontrándose allí alrededor de un millón de judíos. Cayó Jerusalén conforme a lo profetizado por nuestro Señor en Mateo 24:2, y en cumplimiento de Levítico 26:33-40 el pueblo judío fue esparcido por todo el mundo.
Tito volvió a Roma donde celebró su triunfo, de cuyo recuerdo queda aún testigo el hermoso arco triunfal de marmol conservado en parte hoy y sobre el cual vese representado el robo de los vasos sagrados del templo.
La señal de la caída de Roma
"Al tiempo señalado volverá al sur; mas no será la postrera venida como la primera." Daniel 11:30.
Al cabo de los 360 años mencionados por el profeta en el versículo 24, es decir en el año 330, las cosas cambiaron. El 11 de mayo del año 330 d.C. fué declarado solemnemente Bizancio nueva capital del Imperio bajo el nombre de Constantinopla, y como acertadamente lo observa Ranke, el traslado del asiento del gobierno de Roma a Oriente fué un perjuicio, "que resultó de tal modo más evidente en el curso del tiempo" Esta traslación fué al mismo tiempo la primera señal de la caída del imperio romano.
"Porque vendrán contra él naves de Quitim, y él se contristará, y volverá, y se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto.
Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora." Daniel 11:30,31
Después del traslado del asiento del gobierno a Constantinopla fueron menudeando más y más los reveses de Roma no sólo en tierra sino también en el mar, cuyo señorío perdió.
En el año 429 fueron atraídos al norte de Africa, los vándalos con su rey Gesenrico, quién fundó no sólo un nuevo reino, sino que echó también las bases de un gran poderío marítimo, disponiéndo para ello de los inagotables recursos en maderas de las selvas del Atlas. Con su poderosa armada no sólo conquistó las islas del Mediterráneo sino que llamado a Italia por la emperatriz Eudoxia, apareció de pronto en la desembocadura del Tiber, en el año 455: "Quedó Roma aterrada al tener conocimiento del desembarco de aquél. El nuevo emperador intenta huir, pero es apedreado por el pueblo en la calle. Preséntase el temible vándalo ante Roma y la toma sin trabajo. Consigue el obispo León la promesa de que a la ciudad han de serles perdonadas las calamidades del fuego y del degüello.
Tuvo no obstante que sufrir el completo saquéo por espacio de catorce días"
De una Roma pagana nació paulatinamente una Roma papal (ver.30); pero si las formas habían cambiado, el fondo había quedado el mismo por desgracia.
así nace el poder opresor de los Papas y se asienta en la misma iglesia, vemos que la doctrina de Agustín, (que se apoya ingenuamente en Lucas 14:23) encierra "el gérmen de todo el sistema del despotismo espiritual, de la intolerancia y de la rabia de persecución y hasta del tribunal de la Inquisición." (Neander. Historia de la Iglesia II, 307)
A la Roma papal tan foribunda contra el santo pacto le son dados "brazos" o potencias militares con los cuales realiza el propósito de profanar el santuario, de abolir el verdadero culto a Dios y de substituirlo con la abominación del asolamiento.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.