EVALUANDO LA CRUZADA.
Coincido con algunas observaciones anteriores de los hermanos.
Quizá el único aspecto que rescato como positivo de nuestra aventura, es
que aquellos evangélicos más beligerantes contra el catolicismo romano,
han hallado alguna que otra ocasión de dar rienda suelta a su antagonismo.
De este modo nuestro Foro se calmó un poco al trasladar la lucha campal
a territorio adversario.
No creo que la participación de unos cuantos allí haya malogrado los
debates aquí. Recuerden que algunos hermanos, más que discutir seriamente los temas, usan el Foro para chatear.
En todo este tiempo, mientras que puse un solo mensaje en el Foro
católico, intervine con mensajes en seis tópicos aquí.
Creo haberme decepcionado un tanto, así de los nuestros como del Foro
aquel. Pensé que íbamos a hacer un planteamiento ordenado, tratando un
tema al que todos aportáramos en diálogo con los apologistas de allí. En
lugar de eso, solamente se han visto escaramuzas individualistas. Otra
decepción importante, fue que el mejor defensor de la posición católica
fue el principal contribuyente que han tenido los foros evangélicos:
nuestro respetable y querido hermano Luis Fernando. No que halle
impropia su participación; no me entiendan mal, sino que ya hemos y
seguimos polemizando con él en nuestros foros, y creí que allí habría
apologistas autóctonos de ese lugar.
Nadie cuestionó mi posición contraria al bautismo infantil, así que el
mensaje de introducción al tema murió solito en su iniciación.
El P.Flaviano Amatulli Valente puso un testimonio personal muy interesante: "¿Por qué soy católico?", el que junto a muchas cosas buenas
tiene otras que podrían ser cuestionadas y refutadas claramente. Pero no
veo forma práctica de entablar un debate serio y exhaustivo. El formato
del Foro no ayuda mucho, ya que continuamente son desplazados los
mensajes que se discuten ante el ingreso de los nuevos.
De todos modos creo que siempre habrá allí una puerta abierta donde
puedan debatir los católicos que ingresen a nuestro Foro con ánimo
proselitista: los nuestros siempre dispondrán de la opción de proponerles
realizar esa discusión en el foro católico, si así lo acordaran.
Me temo que a no pocos católicos les esté ocurriendo lo mismo que a
unos cuantos evangélicos: están más dispuestos a breves refriegas donde
puedan aplacar su índole pendenciera con bravuconadas, que a sentarse
frente a una Biblia abierta con mente y corazón abiertos al diálogo fecundo.
En fin, recordemos que un Foro de discusión no solamente incluye la
temática anti-católica o anti-sectaria, sino que entre los protestantes,
reformados y cristianos evangélicos abundan las diferencias teológicas,
doctrinales y de prácticas, como para que controversias de este tipo
lejos de fomentar la división, puedan llevarnos a todos de vuelta a la
Palabra de Dios, deponiendo nuestro apego a las propias tradiciones.
El Señor les bendiga.
Ricardo.