Desde que la Iglesia Mormona fue establecida en los Estados Unidos a principios del siglo XIX, excluyó del sacerdocio a los negros. A este respecto, la revista TIME hizo notar que las publicaciones mormonas habían considerado que la piel oscura era “señal de la desaprobación de Dios” y habían especificado que los negros estaban “malditos en cuanto al sacerdocio.”
Sin embargo, desde hace mucho esta doctrina había sido una fuente de bochorno para muchos mormones. El problema fue creciendo debido al progreso de movimientos como el de derechos civiles para los negros y el de derechos humanos para todas las personas. Brigham Madsen, historiador de la Universidad de Utah declaró: “La doctrinal ofendía a los jóvenes de la iglesia. No podían soportarla más.”
De modo que en junio de 1978, S. W. Kimball, de 83 años de edad, presidente de la iglesia, anunció que se había recibido una “nueva revelación de Dios” que permitiría a los negros llegar a ser sacerdotes mormones. Kimball declaró que Dios “ha oído nuestras oraciones, y por revelaciones, ha confirmado que ha llegado el día prometido desde hace mucho en el que cada hombre fiel, digno, de la Iglesia pueda recibir el sacerdocio santo . . . prescindiendo de raza o color.” Hizo notar que “el Señor ahora ha dado a conocer su voluntad” a este respecto.
Sin embargo, hace ya casi dos mil años el Señor había revelado su voluntad en este asunto al hacer que se registrara lo siguiente en su propia Palabra inspirada: “Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.”—Hech. 10:34, 35.
¿Quién dejó de manifestar discriminación. . . Dios, o los líderes mormones?
Sin embargo, desde hace mucho esta doctrina había sido una fuente de bochorno para muchos mormones. El problema fue creciendo debido al progreso de movimientos como el de derechos civiles para los negros y el de derechos humanos para todas las personas. Brigham Madsen, historiador de la Universidad de Utah declaró: “La doctrinal ofendía a los jóvenes de la iglesia. No podían soportarla más.”
De modo que en junio de 1978, S. W. Kimball, de 83 años de edad, presidente de la iglesia, anunció que se había recibido una “nueva revelación de Dios” que permitiría a los negros llegar a ser sacerdotes mormones. Kimball declaró que Dios “ha oído nuestras oraciones, y por revelaciones, ha confirmado que ha llegado el día prometido desde hace mucho en el que cada hombre fiel, digno, de la Iglesia pueda recibir el sacerdocio santo . . . prescindiendo de raza o color.” Hizo notar que “el Señor ahora ha dado a conocer su voluntad” a este respecto.
Sin embargo, hace ya casi dos mil años el Señor había revelado su voluntad en este asunto al hacer que se registrara lo siguiente en su propia Palabra inspirada: “Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.”—Hech. 10:34, 35.
¿Quién dejó de manifestar discriminación. . . Dios, o los líderes mormones?