Que el amor de Dios, de la Bienaventurada Virgen María y de todos los santos sea con todos los cristianos.
San Pedro, príncipe de los apóstoles, escribió lo siguiente:
Oιδεν κυριος ευσεβεις εκ πειρασμων ρυεσθαι, αδικους δε εις ημεραν κρισεως κολαζομενους τηρειν (2 S. Pedro 2.9).
Una traducción palabra por palabra dice así: “Ha sabido el Señor a los piadosos de la tentación rescatar, a los injustos, empero, hasta un día de juicio, siendo castigados, guardar”.
La mayoría de las traducciones españolas católicas y protestantes se toman ciertas licencias al traducirlo. Por ejemplo, la Nueva Versión Internacional (protestante) dice: “Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio”.
En cambio, más fiel en este caso al original, la Biblia de las Américas, también protestante, lo pone así: “El Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio”.
La llamada “Versión Moderna”, también protestante, dice: “Sabe el Señor librar de la tentación a los piadosos, y guardar a los injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio”.
Los editores de esa “Versión Moderna” (Sociedades Bíblicas en América Latina) pusieron una llamada a eso de “sufriendo castigo”. Con la letra k, apuntan al Evangelio de San Lucas, capítulo 16 y versículo 25. Según la misma traducción, ahí pone: “Mas Abraham dijo: Hijo, acuérdate que en tu vida recibiste los bienes tuyos, y Lázaro de igual manera los males suyos: ahora empero él aquí es consolado, y tú, angustiado”. La Biblia de las Américas acaba el versículo diciendo: “tú estás en agonía”, mientras que la Nueva Versión Internacional dice: “ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente”.
¡Qué interesante que las palabras de San Pedro en griego digan que Dios guarda “a los injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio”!
Hay otro pasaje en el Nuevo Testamento, obra de San Judas Tadeo, que habla de algo que Dios guarda para el día del juicio. También es muy interesante:
Aγγελους τε τους μη τηρησαντας την εαυτων αρχην αλλα απολιποντας το ιδιον οικητηριον εις κρισιν μεγαλης ημερας δεσμοις αιδιοις υπο ζοφον τετηρηκεν (S. Judas 6)
Palabra por palabra, quiere decir esto: “a ángeles también, los que no guardaron de ellos un principado, sino que abandonaron la propia morada, para un juicio de un gran día en cadenas eternas bajo oscuridad ha guardado”.
La Nueva Versión Internacional (protestante) dice: “Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día”.
La palabra “principado” o “posición de autoridad”, αρχη, que se lee "arjé", es el prefijo de la palabra “arcángel”, así que San Judas habla de ángeles que no retuvieron su condición de arcángeles, no retuvieron su αρχη.
Bueno, entonces, según San Pedro y San Judas, hay dos clases de seres que están “guardados” por Dios para el día del juicio. Por una parte, algunos ex arcángeles que abandonaron su morada, a quienes tiene “en cadenas eternas bajo oscuridad” (según San Judas). Por otra, están los “injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio” (según San Pedro). Parece que las “cadenas eternas bajo oscuridad” que padecen ahora los ex arcángeles son igual de contemporáneas que el castigo que están sufriendo, hasta el día del juicio, los “injustos”.
Seguro que a los adventistas no les gusta que se difundan estas enseñanzas apostólicas (ellos en su comentario de la Biblia intentan torcer el pasaje), pero me creo que los hermanos separados que están en las iglesias de la Reforma encontrarán en esas santas enseñanzas un motivo más para mantenerse de parte de la verdad, aunque se desplomen los cielos.
Que el amor de Dios, de la Bienaventurada Virgen María y de todos los santos sea con todos los cristianos.
San Pedro, príncipe de los apóstoles, escribió lo siguiente:
Oιδεν κυριος ευσεβεις εκ πειρασμων ρυεσθαι, αδικους δε εις ημεραν κρισεως κολαζομενους τηρειν (2 S. Pedro 2.9).
Una traducción palabra por palabra dice así: “Ha sabido el Señor a los piadosos de la tentación rescatar, a los injustos, empero, hasta un día de juicio, siendo castigados, guardar”.
La mayoría de las traducciones españolas católicas y protestantes se toman ciertas licencias al traducirlo. Por ejemplo, la Nueva Versión Internacional (protestante) dice: “Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio”.
En cambio, más fiel en este caso al original, la Biblia de las Américas, también protestante, lo pone así: “El Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio”.
La llamada “Versión Moderna”, también protestante, dice: “Sabe el Señor librar de la tentación a los piadosos, y guardar a los injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio”.
Los editores de esa “Versión Moderna” (Sociedades Bíblicas en América Latina) pusieron una llamada a eso de “sufriendo castigo”. Con la letra k, apuntan al Evangelio de San Lucas, capítulo 16 y versículo 25. Según la misma traducción, ahí pone: “Mas Abraham dijo: Hijo, acuérdate que en tu vida recibiste los bienes tuyos, y Lázaro de igual manera los males suyos: ahora empero él aquí es consolado, y tú, angustiado”. La Biblia de las Américas acaba el versículo diciendo: “tú estás en agonía”, mientras que la Nueva Versión Internacional dice: “ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente”.
¡Qué interesante que las palabras de San Pedro en griego digan que Dios guarda “a los injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio”!
Hay otro pasaje en el Nuevo Testamento, obra de San Judas Tadeo, que habla de algo que Dios guarda para el día del juicio. También es muy interesante:
Aγγελους τε τους μη τηρησαντας την εαυτων αρχην αλλα απολιποντας το ιδιον οικητηριον εις κρισιν μεγαλης ημερας δεσμοις αιδιοις υπο ζοφον τετηρηκεν (S. Judas 6)
Palabra por palabra, quiere decir esto: “a ángeles también, los que no guardaron de ellos un principado, sino que abandonaron la propia morada, para un juicio de un gran día en cadenas eternas bajo oscuridad ha guardado”.
La Nueva Versión Internacional (protestante) dice: “Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día”.
La palabra “principado” o “posición de autoridad”, αρχη, que se lee "arjé", es el prefijo de la palabra “arcángel”, así que San Judas habla de ángeles que no retuvieron su condición de arcángeles, no retuvieron su αρχη.
Bueno, entonces, según San Pedro y San Judas, hay dos clases de seres que están “guardados” por Dios para el día del juicio. Por una parte, algunos ex arcángeles que abandonaron su morada, a quienes tiene “en cadenas eternas bajo oscuridad” (según San Judas). Por otra, están los “injustos, sufriendo castigo, para el día del juicio” (según San Pedro). Parece que las “cadenas eternas bajo oscuridad” que padecen ahora los ex arcángeles son igual de contemporáneas que el castigo que están sufriendo, hasta el día del juicio, los “injustos”.
Seguro que a los adventistas no les gusta que se difundan estas enseñanzas apostólicas (ellos en su comentario de la Biblia intentan torcer el pasaje), pero me creo que los hermanos separados que están en las iglesias de la Reforma encontrarán en esas santas enseñanzas un motivo más para mantenerse de parte de la verdad, aunque se desplomen los cielos.
Que el amor de Dios, de la Bienaventurada Virgen María y de todos los santos sea con todos los cristianos.