Iglesias mundanas, iglesias vacías

18 Noviembre 1998
12.218
21
blogs.periodistadigital.com
Pablo Ginés, ese buen periodista que con tanto acierto ha "fichado" recientemente el diario La Razón para encargarse de su información religiosa, <a href="http://www.religionenlibertad.com/noticias/las-iglesias-progresistas-eeuu-pierden-tercio-sus-fieles-7-anos">nos ofrece hoy</a> un estudio bien interesante sobre la realidad eclesial en el seno del protestantismo de EEUU. Las cifras hablan por sí solas. Cuanto más escorada hacia la "izquierda" esté una denominación protestante, más vacíos se quedan los bancos de sus templos. Los episcopalianos, tan abiertos al lobby gay, al aborto y a cualquier aberración contraria a la Revelación de Dios, se desploman sin remedio. Y la propia "iglesia" de Obama, ese "cristiano" que tan feliz está de entregar embriones humanos en manos de los Mengueles del siglo XXI, está de capa caída.

Y es que pocas cosas hay tan estúpidas como pretender ser cristiano y mantener una moral contraria a la que con una contundencia fuera de toda duda aparece en la Escritura. El cristianismo no es una mera colección de leyes y normas, pero no se puede ser cristiano y apoyar el aborto, no se puede ser cristiano y pensar que las relaciones homosexuales son agradables a los ojos de Dios porque "son fruto del amor de dos personas del mismo sexo", no se puede ser cristiano e ignorar que Cristo mismo pide a sus seguidores una justicia superior a la de los escribas y fariseos.

Lo que caracteriza a aquellos que quieren el señorío de Cristo en sus vidas no es la justificación de lo injustificable, no es pisotear la sangre derramada en la cruz llamando bien al mal. Pocas cosas hay tan execrables y tan miserables en este mundo como un cristiano mundano que además busca convencer a otros de la supuesta bondad de su miseria. Son los ciegos que guían a otros ciegos a su destrucción. Son, en palabras de San Pedro, "<i>el perro que vuelve a su vómito y la puerca lavada que va de nuevo a revolcarse en el cieno</i>", pues "<i>mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado</i>".

En todo este asunto hay un verdadero ecumenismo basuriento que une a todos los que se dicen cristianos "progres" y se apellidan católicos, protestantes y ortodoxos (estos, muy pocos). Es decir, tan repugnante es a los ojos de Dios un católico como un protestante mundano. No hay mucha diferencia entre esa sabandija jesuítica llamada Juan Masiá, que asegura que en determinados casos es una obligación moral abortar, o ese depravado llamado Gene Robinson, "ordenado" como obispo episcopaliano a pesar de vivir amancebado con otro maromo. El cáncer del liberalismo teológico, doctrinal y moral no entiende de barreras denominacionales. Allá donde se implanta deja destrucción espiritual.

Se equivocan gravemente aquellos que optan por un cristianismo abierto al espíritu del mundo. No ganamos nada aguando las exigencias morales del evangelio. No somos luz si servimos a las tinieblas. La sacarina puede imitar el sabor del azúcar pero no hay sustituto adecuado para la sal. Y si en vez de ser sal del mundo dejamos que el mundo nos sale, nos convertimos en unos peleles dignos del mayor de los desprecios.

Los católicos deberíamos de aprender la lección del postconcilio. Cuando se abrieron las ventanas de par en par el humo de Satanás entró en la Iglesia. Y ese humo ha causado estragos. La inculturización del evangelio, la encarnación de sus valores en cada generación no pasa por prostituir su mensaje. Desde la liturgia hasta la formación de los sacerdotes y los fieles han sufrido una mundanización que no sólo no ha hecho más atractiva a la Iglesia, sino que en muchos lugares la ha vaciado de fieles. Y todavía hay necios irresponsables que quieren que se den más pasos por el camino que en los últimos cuarenta años ha hecho trizas el sensus fidelium. No permita Dios que prevalezcan las puertas de ese Hades que tenemos delante de nuestras narices. Y es que poca cosas hacen tan feliz a Satanás como una Iglesia más preocupada por ser políticamente correcta y por quedar bien delante del mundo, que por predicar el evangelio en su integridad, sin medias tintas, sin miedo a ser rechazada por los hombres que aman más las tinieblas que la luz admirable de nuestro Dios.

<b>Luis Fernando Pérez Bustamante</b>
 
Re: Iglesias mundanas, iglesias vacías

Pablo Ginés, ese buen periodista que con tanto acierto ha "fichado" recientemente el diario La Razón para encargarse de su información religiosa, <a href="http://www.religionenlibertad.com/noticias/las-iglesias-progresistas-eeuu-pierden-tercio-sus-fieles-7-anos">nos ofrece hoy</a> un estudio bien interesante sobre la realidad eclesial en el seno del protestantismo de EEUU. Las cifras hablan por sí solas. Cuanto más escorada hacia la "izquierda" esté una denominación protestante, más vacíos se quedan los bancos de sus templos. Los episcopalianos, tan abiertos al lobby gay, al aborto y a cualquier aberración contraria a la Revelación de Dios, se desploman sin remedio. Y la propia "iglesia" de Obama, ese "cristiano" que tan feliz está de entregar embriones humanos en manos de los Mengueles del siglo XXI, está de capa caída.

Y es que pocas cosas hay tan estúpidas como pretender ser cristiano y mantener una moral contraria a la que con una contundencia fuera de toda duda aparece en la Escritura. El cristianismo no es una mera colección de leyes y normas, pero no se puede ser cristiano y apoyar el aborto, no se puede ser cristiano y pensar que las relaciones homosexuales son agradables a los ojos de Dios porque "son fruto del amor de dos personas del mismo sexo", no se puede ser cristiano e ignorar que Cristo mismo pide a sus seguidores una justicia superior a la de los escribas y fariseos.

Lo que caracteriza a aquellos que quieren el señorío de Cristo en sus vidas no es la justificación de lo injustificable, no es pisotear la sangre derramada en la cruz llamando bien al mal. Pocas cosas hay tan execrables y tan miserables en este mundo como un cristiano mundano que además busca convencer a otros de la supuesta bondad de su miseria. Son los ciegos que guían a otros ciegos a su destrucción. Son, en palabras de San Pedro, "<i>el perro que vuelve a su vómito y la puerca lavada que va de nuevo a revolcarse en el cieno</i>", pues "<i>mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado</i>".

En todo este asunto hay un verdadero ecumenismo basuriento que une a todos los que se dicen cristianos "progres" y se apellidan católicos, protestantes y ortodoxos (estos, muy pocos). Es decir, tan repugnante es a los ojos de Dios un católico como un protestante mundano. No hay mucha diferencia entre esa sabandija jesuítica llamada Juan Masiá, que asegura que en determinados casos es una obligación moral abortar, o ese depravado llamado Gene Robinson, "ordenado" como obispo episcopaliano a pesar de vivir amancebado con otro maromo. El cáncer del liberalismo teológico, doctrinal y moral no entiende de barreras denominacionales. Allá donde se implanta deja destrucción espiritual.

Se equivocan gravemente aquellos que optan por un cristianismo abierto al espíritu del mundo. No ganamos nada aguando las exigencias morales del evangelio. No somos luz si servimos a las tinieblas. La sacarina puede imitar el sabor del azúcar pero no hay sustituto adecuado para la sal. Y si en vez de ser sal del mundo dejamos que el mundo nos sale, nos convertimos en unos peleles dignos del mayor de los desprecios.

Los católicos deberíamos de aprender la lección del postconcilio. Cuando se abrieron las ventanas de par en par el humo de Satanás entró en la Iglesia. Y ese humo ha causado estragos. La inculturización del evangelio, la encarnación de sus valores en cada generación no pasa por prostituir su mensaje. Desde la liturgia hasta la formación de los sacerdotes y los fieles han sufrido una mundanización que no sólo no ha hecho más atractiva a la Iglesia, sino que en muchos lugares la ha vaciado de fieles. Y todavía hay necios irresponsables que quieren que se den más pasos por el camino que en los últimos cuarenta años ha hecho trizas el sensus fidelium. No permita Dios que prevalezcan las puertas de ese Hades que tenemos delante de nuestras narices. Y es que poca cosas hacen tan feliz a Satanás como una Iglesia más preocupada por ser políticamente correcta y por quedar bien delante del mundo, que por predicar el evangelio en su integridad, sin medias tintas, sin miedo a ser rechazada por los hombres que aman más las tinieblas que la luz admirable de nuestro Dios.

<b>Luis Fernando Pérez Bustamante</b>

Esta aspiración tuya es la que dejo yo bien clara en otros temas relacionados
con el levantamiento de las excomuniones a los seguidores de Lefebvre

Es curioso resaltar que ellos desde su sitio y nosotros desde otro queramos
precisamente esto:

cita:
Los católicos deberíamos de aprender la lección del postconcilio. Cuando se abrieron las ventanas de par en par el humo de Satanás entró en la Iglesia. Y ese humo ha causado estragos. La inculturización del evangelio, la encarnación de sus valores en cada generación no pasa por prostituir su mensaje. Desde la liturgia hasta la formación de los sacerdotes y los fieles han sufrido una mundanización que no sólo no ha hecho más atractiva a la Iglesia, sino que en muchos lugares la ha vaciado de fieles. Y todavía hay necios irresponsables que quieren que se den más pasos por el camino que en los últimos cuarenta años ha hecho trizas el sensus fidelium. No permita Dios que prevalezcan las puertas de ese Hades que tenemos delante de nuestras narices. Y es que poca cosas hacen tan feliz a Satanás como una Iglesia más preocupada por ser políticamente correcta y por quedar bien delante del mundo, que por predicar el evangelio en su integridad, sin medias tintas, sin miedo a ser rechazada por los hombres que aman más las tinieblas que la luz admirable de nuestro Dios.

Aquí has puesto el dedo en la llaga, es decir, el CVII, que en parte fue obra
del infierno y me explico.

Lenin, junto con la masoneria, llevó a cabo un PLAN DE INFILTRACION en la
Iglesia católica, infiltraron sus agentes en los seminarios, ascendieron en la
carrera eclesiástica hasta llegar a las mas altas cimas de la Iglesia.

Se trataba de una nueva estrategia, ES MEJOR CORROPER LA DOCTRINA, que
un ataque FRONTAL.

Una vez bien posicionados en la Iglesia, lanzaron la idea de QUE LA IGLESIA
TENIA QUE ABRIRSE AL MUNDO; TENIA QUE MODERNIZARSE.

La ocasión les llegó con el Papa Juan XXIII, sin quitarle mérito a su posible
santidad; esté Papa era débil de caracter, y creyo sinceramente que "hacia
falta un concilio" aunque otros colaboradores y cercanos suyos, le aconsejaron que un concilio no hacía falta para nada.

Ahora te darás cuenta porqué se silenció el tercer secreto de Fátima, en él
la Virgen profetizaba el rumbo que iba a tomar la Iglesia y a "mundanizarse"

Del tercer secreto de Fátima conocemos la visión pero no la explicación
Que yo sepa la Virgen posteriormente en tres apariciones posteriores a
Fátima, dió una explicación del tercer secreto pues la Iglesia no lo hizo,
y !!!! oh sorpresa ¡¡¡¡ justo esas tres apariciones fueron rápidamente
prohibidas y silenciadas por los obispos del lugar, y !!!!oh sorpresa ¡¡¡
No hubo un juicio canónico doctrinal serio, ni una comisión de investigación
seria, ni siquiera fueron recibidos en audiencia los videntes

NADA DE NADA DE NADA ....

Simplemente los obispos las prohibieron "en nombre de la Iglesia" y ya está.

Pero no contaron con una herramienta que la Iglesia nunca nos pudo quitar

INTERNET

Miles y miles de católicos ya las hemos leido y me atrevería a decir que
millones, los mensajes ya han circulado por el mundo y somos muchísimos los
que creemos esos mensajes, pues se han cumplido en la realidad.

Asi pues ya puedo ofrecer un resumen de las profecías para la Iglesia, que
SON CIERTAS PUES YA SE HAN CUMPLIDO

- Que Satanás llegaría a las más altas cimas de la Iglesia
(profecía cumplida)
- Que la Iglesia Católica cambiaría para adaptarse al mundo y mundanizarse
(Concilio Vaticano II, que trajo apostasía, ruina litúrgica, perversión teológica
desviación doctrinal, contestación y rebelión al magisterio del Papa, relajación de la disciplina, la piedad y la Fe, desprecio a la Tradición, cuestionamiento y relativización de los dogmas de Fe, y alejamiento de la
FE EUCARISTICA Y DE LA PIEDAD MARIANA, PROFECIA CUMPLIDA
- Que que del CVII, nacería una FALSA IGLESIA que PROCLAMA UN FALSO
CRISTO y que esta Iglesia tomaría gran poder y fuerza dentro de la
Iglesia Católica, y como consecuencia de ello, vendría un tiempo de
enfrentamiento de sacerdote contra sacerdote, obispo contra obispo y
cardenal contra cardenal, PROFECIA CUMPLIDA, vemos ya claras diferencias
doctrinales entre sacerdotes, entre obispos y entre cardenales.

- Que los miembros de la Iglesia verdadera y de la falsa, se irian radicalizando
más en sus posiciones PROFECIA CUMPLIDA, los que somos tradicionalistas
ya no podemos hablar doctrinalmente con los modernistas, ya estamos muy
lejos unos de otros.

- Que llegaría un tiempo en que el verdadero Papa se vería obligado a salir
de Roma entre los cadáveres de sus sacerdotes y con ella la Iglesia verdadera para subir al Calvario y ser martirizada, tomando la sede de Roma
un FALSO PAPA, al servicio de Satanás con este FALSO PAPA, se dará el
cisma de la Iglesia y cumplimiento pleno del TERCER SECRETO DE FATIMA.

Esto explica este pasaje del Apocalipsis:

Apocalipsis 17 3,6
3
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.
4
Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;
5
y en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.
6
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.


Es decir esta Iglesia se aliará con el Anticristo y perseguirá a muerte a los
verdaderos católicos.

Apocalipsis, 18, 45
4
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
5
porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.

Es decir no solamente hay que esperar que el Papa salga de Roma para
escapar de ESA IGLESIA RAMERA, sino que los católicos tenemos que
huir de los MODERNISTAS Y NEOPROTESTANTES DE NUESTRA IGLESIA,
PARA NO SER CONTAMINADOS POR SUS HEREJIAS Y REBELIONES, y buscar
sacerdotes TRADICIONALES, MARIANOS Y FIELES.,

La eclosión del CISMA, todavía está sin cumplir pero gracias a Dios ya
vamos viendo QUIEN ES QUIEN

Bendiciones.
 
Re: Iglesias mundanas, iglesias vacías

Solo unas palabras dedl mismíso Jesús:

Juan 3:19-21
19.- Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
20.- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
21.- Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
 
Re: Iglesias mundanas, iglesias vacías

Protestas desde dentro de la iglesia

John Wiclef (1330?-1384), a quien suele llamarse “el lucero del alba de la Reforma”, era sacerdote católico y profesor de teología en Oxford, Inglaterra. Bien al tanto de los abusos que se cometían en la iglesia, escribió y predicó contra asuntos como la corrupción en las órdenes monásticas, los impuestos papales, la doctrina de la transubstanciación (el alegar que el pan y el vino que se usan en la misa se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo), la confesión y el envolvimiento de la iglesia en asuntos temporales.

Wiclef fue particularmente franco en cuanto al descuido de la iglesia respecto a enseñar la Biblia. En cierta ocasión declaró: “¡Cuánto quisiera que toda iglesia parroquial de este país tuviera una buena Biblia y buenas explicaciones del evangelio, y que los sacerdotes las estudiaran bien, y de veras enseñaran el evangelio y los mandatos de Dios a la gente!”. Con este fin Wiclef, en los últimos años de su vida, emprendió la tarea de traducir del latín al inglés la versión de la Biblia conocida como la Vulgata. Con la ayuda de algunos asociados, particularmente Nicholas of Hereford, produjo la primera Biblia completa en inglés. No hay duda de que esta fue la mayor contribución de Wiclef a la búsqueda de Dios por el hombre.

Los escritos de Wiclef y porciones de la Biblia se distribuyeron por toda Inglaterra mediante un grupo de predicadores a quienes muchas veces se llamó “sacerdotes pobres”, porque iban en ropa sencilla, descalzos y sin posesiones materiales. También se les llamó despectivamente lolardos, al aplicárseles la palabra holandesa Lollaerd, o “uno que murmura oraciones o himnos” (Brewer’s Dictionary of Phrase and Fable [Diccionario Brewer de frase y fábula]). “En pocos años constituyeron un grupo de tamaño considerable —dice el libro The Lollards (Los lolardos)—. Se calculaba que por lo menos la cuarta parte de la nación se inclinaba real o nominalmente a aceptar aquellas ideas.” Por supuesto, nada de esto sucedió sin que la iglesia lo notara. Por la prominencia de Wiclef entre las clases gobernantes y eruditas se permitió que muriera en paz el último día de 1384. A sus seguidores no les fue tan bien como a él. Durante el reinado de Enrique IV de Inglaterra se les tildó de herejes, y muchos fueron encarcelados, torturados o quemados en la hoguera.

Un hombre en quien influyó mucho John Wiclef fue el bohemio (checoslovaco) Jan Hus (1369?-1415), también sacerdote católico, y rector de la Universidad de Praga. Como Wiclef, Hus predicó contra la corrupción de la Iglesia Romana y recalcó la importancia de leer la Biblia. Esto pronto le atrajo la ira de la jerarquía. En 1403 las autoridades le ordenaron que dejara de predicar las ideas antipapales de Wiclef, cuyos libros también quemaron públicamente. Sin embargo, Hus siguió escribiendo algunas de las acusaciones más vigorosas contra las prácticas de la iglesia, como la de la venta de indulgencias. Fue condenado y excomulgado en 1410.

Hus no estuvo dispuesto a transigir en lo referente a su posición a favor de la Biblia. “Rebelarse contra un papa que se equivoca es obedecer a Cristo”, escribió. También enseñó que la iglesia verdadera, lejos de ser el papa y el establecimiento romano, “es el grupo de todos los escogidos y el cuerpo místico de Cristo, cuya cabeza es Cristo; y la novia de Cristo, a quien por su gran amor él redimió con su propia sangre”. (Compárese con Efesios 1:22, 23; 5:25-27.) Por todo esto fue sometido a juicio en el Concilio de Constanza y condenado como hereje. Él declaró que “mejor es morir bien que vivir mal”, y rehusó retractarse, y fue quemado en la hoguera en 1415. El mismo concilio también ordenó que los huesos de Wiclef fueran desenterrados y quemados, ¡aunque había estado muerto y enterrado por más de 30 años!

Otro de los primeros reformadores fue el monje dominico Jerónimo Savonarola (1452-1498), del monasterio de San Marcos, de Florencia, Italia. Llevado por el espíritu del Renacimiento italiano, Savonarola se expresó contra la corrupción que había tanto en la Iglesia como en el Estado. Diciendo que se basaba en las Escrituras y visiones y revelaciones que había recibido, procuró establecer un estado cristiano, o un orden teocrático. En 1497 el papa lo excomulgó. El año siguiente fue arrestado, sometido a tortura y ahorcado. Sus últimas palabras fueron: “Mi Señor murió por mis pecados; ¿acaso no he de dar gustosamente esta pobre vida por él?”. Su cuerpo fue quemado, y las cenizas fueron arrojadas al río Arno. Apropiadamente, Savonarola se llamó a sí mismo “un precursor y un sacrificio”. Pocos años después la Reforma estalló con pleno vigor por toda Europa.


ESTO ES LO QUE DICEN LOS CATOLICO LA CASA DEL SEÑOR.........
 
Re: Iglesias mundanas, iglesias vacías

Protestas desde dentro de la iglesia

John Wiclef (1330?-1384), a quien suele llamarse “el lucero del alba de la Reforma”, era sacerdote católico y profesor de teología en Oxford, Inglaterra. Bien al tanto de los abusos que se cometían en la iglesia, escribió y predicó contra asuntos como la corrupción en las órdenes monásticas, los impuestos papales, la doctrina de la transubstanciación (el alegar que el pan y el vino que se usan en la misa se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo), la confesión y el envolvimiento de la iglesia en asuntos temporales.

Wiclef fue particularmente franco en cuanto al descuido de la iglesia respecto a enseñar la Biblia. En cierta ocasión declaró: “¡Cuánto quisiera que toda iglesia parroquial de este país tuviera una buena Biblia y buenas explicaciones del evangelio, y que los sacerdotes las estudiaran bien, y de veras enseñaran el evangelio y los mandatos de Dios a la gente!”. Con este fin Wiclef, en los últimos años de su vida, emprendió la tarea de traducir del latín al inglés la versión de la Biblia conocida como la Vulgata. Con la ayuda de algunos asociados, particularmente Nicholas of Hereford, produjo la primera Biblia completa en inglés. No hay duda de que esta fue la mayor contribución de Wiclef a la búsqueda de Dios por el hombre.

Los escritos de Wiclef y porciones de la Biblia se distribuyeron por toda Inglaterra mediante un grupo de predicadores a quienes muchas veces se llamó “sacerdotes pobres”, porque iban en ropa sencilla, descalzos y sin posesiones materiales. También se les llamó despectivamente lolardos, al aplicárseles la palabra holandesa Lollaerd, o “uno que murmura oraciones o himnos” (Brewer’s Dictionary of Phrase and Fable [Diccionario Brewer de frase y fábula]). “En pocos años constituyeron un grupo de tamaño considerable —dice el libro The Lollards (Los lolardos)—. Se calculaba que por lo menos la cuarta parte de la nación se inclinaba real o nominalmente a aceptar aquellas ideas.” Por supuesto, nada de esto sucedió sin que la iglesia lo notara. Por la prominencia de Wiclef entre las clases gobernantes y eruditas se permitió que muriera en paz el último día de 1384. A sus seguidores no les fue tan bien como a él. Durante el reinado de Enrique IV de Inglaterra se les tildó de herejes, y muchos fueron encarcelados, torturados o quemados en la hoguera.

Un hombre en quien influyó mucho John Wiclef fue el bohemio (checoslovaco) Jan Hus (1369?-1415), también sacerdote católico, y rector de la Universidad de Praga. Como Wiclef, Hus predicó contra la corrupción de la Iglesia Romana y recalcó la importancia de leer la Biblia. Esto pronto le atrajo la ira de la jerarquía. En 1403 las autoridades le ordenaron que dejara de predicar las ideas antipapales de Wiclef, cuyos libros también quemaron públicamente. Sin embargo, Hus siguió escribiendo algunas de las acusaciones más vigorosas contra las prácticas de la iglesia, como la de la venta de indulgencias. Fue condenado y excomulgado en 1410.

Hus no estuvo dispuesto a transigir en lo referente a su posición a favor de la Biblia. “Rebelarse contra un papa que se equivoca es obedecer a Cristo”, escribió. También enseñó que la iglesia verdadera, lejos de ser el papa y el establecimiento romano, “es el grupo de todos los escogidos y el cuerpo místico de Cristo, cuya cabeza es Cristo; y la novia de Cristo, a quien por su gran amor él redimió con su propia sangre”. (Compárese con Efesios 1:22, 23; 5:25-27.) Por todo esto fue sometido a juicio en el Concilio de Constanza y condenado como hereje. Él declaró que “mejor es morir bien que vivir mal”, y rehusó retractarse, y fue quemado en la hoguera en 1415. El mismo concilio también ordenó que los huesos de Wiclef fueran desenterrados y quemados, ¡aunque había estado muerto y enterrado por más de 30 años!

Otro de los primeros reformadores fue el monje dominico Jerónimo Savonarola (1452-1498), del monasterio de San Marcos, de Florencia, Italia. Llevado por el espíritu del Renacimiento italiano, Savonarola se expresó contra la corrupción que había tanto en la Iglesia como en el Estado. Diciendo que se basaba en las Escrituras y visiones y revelaciones que había recibido, procuró establecer un estado cristiano, o un orden teocrático. En 1497 el papa lo excomulgó. El año siguiente fue arrestado, sometido a tortura y ahorcado. Sus últimas palabras fueron: “Mi Señor murió por mis pecados; ¿acaso no he de dar gustosamente esta pobre vida por él?”. Su cuerpo fue quemado, y las cenizas fueron arrojadas al río Arno. Apropiadamente, Savonarola se llamó a sí mismo “un precursor y un sacrificio”. Pocos años después la Reforma estalló con pleno vigor por toda Europa.


ESTO ES LO QUE DICEN LOS ALCOHOLICO DIGO LOS CATOLICO ESTO ES UN HECHO REAL ACEPTADO POR LA HISTORIA.......
LA CASA DEL SEÑOR.........
 
Re: Iglesias mundanas, iglesias vacías

Protestas desde dentro de la iglesia

John Wiclef (1330?-1384), a quien suele llamarse “el lucero del alba de la Reforma”, era sacerdote católico y profesor de teología en Oxford, Inglaterra. Bien al tanto de los abusos que se cometían en la iglesia, escribió y predicó contra asuntos como la corrupción en las órdenes monásticas, los impuestos papales, la doctrina de la transubstanciación (el alegar que el pan y el vino que se usan en la misa se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo), la confesión y el envolvimiento de la iglesia en asuntos temporales.

Wiclef fue particularmente franco en cuanto al descuido de la iglesia respecto a enseñar la Biblia. En cierta ocasión declaró: “¡Cuánto quisiera que toda iglesia parroquial de este país tuviera una buena Biblia y buenas explicaciones del evangelio, y que los sacerdotes las estudiaran bien, y de veras enseñaran el evangelio y los mandatos de Dios a la gente!”. Con este fin Wiclef, en los últimos años de su vida, emprendió la tarea de traducir del latín al inglés la versión de la Biblia conocida como la Vulgata. Con la ayuda de algunos asociados, particularmente Nicholas of Hereford, produjo la primera Biblia completa en inglés. No hay duda de que esta fue la mayor contribución de Wiclef a la búsqueda de Dios por el hombre.

Los escritos de Wiclef y porciones de la Biblia se distribuyeron por toda Inglaterra mediante un grupo de predicadores a quienes muchas veces se llamó “sacerdotes pobres”, porque iban en ropa sencilla, descalzos y sin posesiones materiales. También se les llamó despectivamente lolardos, al aplicárseles la palabra holandesa Lollaerd, o “uno que murmura oraciones o himnos” (Brewer’s Dictionary of Phrase and Fable [Diccionario Brewer de frase y fábula]). “En pocos años constituyeron un grupo de tamaño considerable —dice el libro The Lollards (Los lolardos)—. Se calculaba que por lo menos la cuarta parte de la nación se inclinaba real o nominalmente a aceptar aquellas ideas.” Por supuesto, nada de esto sucedió sin que la iglesia lo notara. Por la prominencia de Wiclef entre las clases gobernantes y eruditas se permitió que muriera en paz el último día de 1384. A sus seguidores no les fue tan bien como a él. Durante el reinado de Enrique IV de Inglaterra se les tildó de herejes, y muchos fueron encarcelados, torturados o quemados en la hoguera.

Un hombre en quien influyó mucho John Wiclef fue el bohemio (checoslovaco) Jan Hus (1369?-1415), también sacerdote católico, y rector de la Universidad de Praga. Como Wiclef, Hus predicó contra la corrupción de la Iglesia Romana y recalcó la importancia de leer la Biblia. Esto pronto le atrajo la ira de la jerarquía. En 1403 las autoridades le ordenaron que dejara de predicar las ideas antipapales de Wiclef, cuyos libros también quemaron públicamente. Sin embargo, Hus siguió escribiendo algunas de las acusaciones más vigorosas contra las prácticas de la iglesia, como la de la venta de indulgencias. Fue condenado y excomulgado en 1410.

Hus no estuvo dispuesto a transigir en lo referente a su posición a favor de la Biblia. “Rebelarse contra un papa que se equivoca es obedecer a Cristo”, escribió. También enseñó que la iglesia verdadera, lejos de ser el papa y el establecimiento romano, “es el grupo de todos los escogidos y el cuerpo místico de Cristo, cuya cabeza es Cristo; y la novia de Cristo, a quien por su gran amor él redimió con su propia sangre”. (Compárese con Efesios 1:22, 23; 5:25-27.) Por todo esto fue sometido a juicio en el Concilio de Constanza y condenado como hereje. Él declaró que “mejor es morir bien que vivir mal”, y rehusó retractarse, y fue quemado en la hoguera en 1415. El mismo concilio también ordenó que los huesos de Wiclef fueran desenterrados y quemados, ¡aunque había estado muerto y enterrado por más de 30 años!

Otro de los primeros reformadores fue el monje dominico Jerónimo Savonarola (1452-1498), del monasterio de San Marcos, de Florencia, Italia. Llevado por el espíritu del Renacimiento italiano, Savonarola se expresó contra la corrupción que había tanto en la Iglesia como en el Estado. Diciendo que se basaba en las Escrituras y visiones y revelaciones que había recibido, procuró establecer un estado cristiano, o un orden teocrático. En 1497 el papa lo excomulgó. El año siguiente fue arrestado, sometido a tortura y ahorcado. Sus últimas palabras fueron: “Mi Señor murió por mis pecados; ¿acaso no he de dar gustosamente esta pobre vida por él?”. Su cuerpo fue quemado, y las cenizas fueron arrojadas al río Arno. Apropiadamente, Savonarola se llamó a sí mismo “un precursor y un sacrificio”. Pocos años después la Reforma estalló con pleno vigor por toda Europa.


ESTO ES LO QUE DICEN LOS ALCOHOLICO DIGO LOS CATOLICO ESTO ES UN HECHO REAL ACEPTADO POR LA HISTORIA.......
LA CASA DEL SEÑOR.........



Siempre el mismo truco:

LOS ASUNTOS DE DINERO TRANSFORMARLOS EN ASUNTOS DE FE


Pero gracias a Dios los católicos sabemos distinguir entre los pecados
contra Cristo: robos, impurezas y vicios.

y los pecados contra el Espíritu Santo:

HEREJIAS Y CISMAS