Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

17 Septiembre 2008
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¿HAY VIDA DESPUÉS

DEL ADVENTISMO?

Reflexiones sobre un viaje personal

Jerry A. Gladson, Ph. D.

Tomado de Proclamation!
Marzo-Abril de 2001

Traducción de Román Quirós M.

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"Permítame hacerle una pregunta personal", dijo Alice, mirándome a los ojos. Estando acostumbrado a toda clase de preguntas, muchas de ellas personales, por años de enseñar a inquisitivos estudiantes de escuela preparatoria, me sentía confiado de que podía manejar cualquier cosa que ella lanzara en mi dirección. Alice había ingresado a mi congregación recientemente después de años de buscar la iglesia apropiada para ella. Ávida lectora, había devorado de una sola sentada mi libro "Viaje de un teólogo, del Adventismo del Séptimo Día a la corriente principal del cristianismo" (1), la historia de mi propia lucha con la iglesia Adventista del Séptimo Día. Reuní mis pensamientos y guardé silencio, preguntándome cuál podría ser su pregunta.

"¿Ha sacado usted el adventismo completamente de su sistema?"

La pregunta me tomó completamente por sorpresa. ¡Nadie me había preguntado eso jamás! Velozmente, mi mente recorrió la década transcurrida desde que yo había abandonado la Iglesia Adventista. Me di cuenta de que su pregunta tenía que ver con recuperación, la clase de pregunta que uno podría hacerle a un alcohólico que se recupera. Yo era un adventista "en recuperación". La pregunta nacía de la profunda sospecha - hasta el temor - que alberga la mayoríía de los cristianos acerca de la Iglesia Adventista. ¿Es una secta? ¿Es verdaderamente cristiana? ¿Socavará mi fe?

Recordé un incidente que ocurrió unos diez años antes, poco después de que yo fui presionado para que saliera del ministerio adventista. Mientras caminaba por un gran centro comercial de Atlanta, de repente, sin previo aviso, la ira invadió mi mente consciente como un torrente furioso e incontrolable. "¡Cómo te atreves!", dije en voz alta, como si hablara cara a cara con uno de los dirigentes de la iglesia adventista que abruptamente había puesto fin a mi vida adventista, haciendo que los transeúntes se quedaran mirándome asombrados y sin entender. Mi esposa, Laura, y yo habíamos luchado durante la mayor parte de la década de 1980, mientras yo enseñaba religión en lo que ahora es Southern Adventist University [Universidad Adventista del Sur], para encontrar la manera de funcionar dentro del autoritario sistema adventista mientras me abría camino a través de la siempre creciente marisma del dilema político y teológico adventista. No resultó. En 1987, bajo la presión de los dirigentes adventistas, abandoné mi empleo con los adventistas - después de veintidós años - y me mudé a Atlanta para ocupar un puesto en el Psychological Studies Institute [Instituto de Estudios Psicológicos].

Suponiendo ingenuamente, aun entonces, que todavía podía encontrar un lugar útil dentro del adventismo después de haber sido exiliado del sistema educativo de la denominación, pronto descubrí la completa imposibilidad de ese sueño. Ahora un paria, era un intocable, por decirlo así, alguien que sólo podía esperar vivir de las migajas que caían al piso de la mesa adventista. Finalmente, enfrenté los hechos y me di cuenta de que ya no había lugar para mí dentro del adventismo; comencé a buscar una nueva comunidad cristiana. Tuve suerte. Pronto encontré la United Church of Christ [Iglesia Unida de Cristo], una denominación cristiana ecuménica que aprecia el derecho de cada individuo a descubrir su propio camino teológico. Más tarde, también me uní a la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), otra denominación que afirma la autonomía personal. En la actualidad, soy ministro ordenado en ambas iglesias.

Dentro de estas nuevas comunidades cristianas, inicié el largo viaje hacia la recuperación espiritual y encontrar respuesta a la pregunta: ¿Hay vida después del adventismo? Es esta pregunta lo que preocupa a muchos adventistas desilusionados y o les mantiene dentro de la iglesia adventista, si bien en los "márgenes", o les impide emigrar a otros cuerpos religiosos. Los adventistas stán programados para creer que cualquier otra comunidad religiosa de alguna manera es defectuosa, si no es que conduce a confusión por derecho propio. Ambular hacia otra comunidad de fe es aliarse con la Babilonia mística, la "morada de demonios, albergue de toda ave inmunda" (Apoc. 18:2). Los que lo hacen son condenados, a menos que se vuelvan, se retracten, y regresen. Así lo ha enseñado la iglesia históricamente, y esta creencia, en una forma u otra, ha sido absorbida por la psique de la mayoría de los adventistas. Esta creencia mantiene instintivamente dentro del adventismo a muchos que, de otro modo, buscarían un clima espiritual más saludable.

Desde 1980, sin embargo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha experimentado un fenómeno que no había conocido nunca antes: deserciones en gran escala. No se han compilado estadísticas de este éxodo, pero algunos cálculos estiman un millón de deserciones, incluyendo a cientos de ministros y otros dirigentes denominacionales. En algunos casos, congregaciones enteras se han separado del adventismo. Antes de 1980, la iglesia podía enorgullecerse de numerosas conversiones a ella de miembros de otras fes; ahora tiene que soportar humildemente lo opuesto, al abandonarla muchos en favor del ambiente más amigable de otras comunidades religiosas.

Lo que debería ser un tiempo de profundo escudriñamiento de alma de parte de la denominación, se ha convertido más bien en complaciente indiferencia. Antes que investigar las razones de estas deserciones, el adventismo ha intentado apuntalar los harapientos jirones de su asendereado sistema doctrinal - la causa de muchas de las deserciones - y ocuparse de sus cosas como de costumbre.

¿Y qué pasa con los que se van? ¿A dónde van? ¿Encuentran vida espiritual en alguna parte fuera del adventismo? ¿Hay vida fuera del adventismo?

En mi propio caso, al cual me voy a referir como ejemplo de la búsqueda de una persona, responder a la pregunta de si había vida después del adventismo se presentó primero en la forma de sobreponerme a la ira que el adventismo había engendrado. Abandonar el adventismo, especialmente bajo presión, como me sucedió a mí, a menudo resulta en acerba ira, ira por la desilusión, lo que una persona correctamente llamó "la agonía del engaño", el descubrimiento de que la iglesia adventista no es lo que asegura ser, ni en teoría ni en la práctica. La ira por el tratamiento injusto sólo sólo agravó esta acerba lucha teológica.

Yo sabía suficiente psicología para darme cuenta de que primero debía intentar comprender mi ira. ¿Por qué estaba allí? ¿Por qué no podía yo, como cualquier cristiano ordinario, simplemente transferir mi membresía a otra denominación en vez de revisar constantemente las circunstancias que condujeron a mi fallecimiento como adventista y preguntarme por qué había ocurrido?

Mi búsqueda de respuestas me llevó al creciente cuerpo de literatura sobre abuso espiritual (2). Descubrí que las comunidades de fe podían hacer daño, así como ayudar. No todas las comunidades de fe son íntegras. Tristemente, algunas son abusadoras, hasta destructoras. En un giro de dolorosa ironía, las que son abusadoras son también a menudo adictivas. Es decir, una persona queda "enganchada" en ellas, incapaz de zafarse, de una manera muy parecida a la del adicto a una poderosa droga. En este caso, la droga es la poderosa ideología con la cual la organización religiosa informa y da forma a la comunidad formada por esa ideología. Cuando se van, sin esta ideología en su lugar, experimentan la "retirada", de la misma manera que un adicto. ¿Cae el adventismo en esta categoría?, me preguntaba.

Como persona que ha estudiado quizás más a fondo que otros el fenómeno de sistemas sociales tóxicos y las organizaciones adictivas, Anne Wilson Schaef ha reunido convenientemente los "síntomas" de tales organizaciones (3). Típicamente, funcionan con un sistema cerrado, una especie de mentalidad de "pensamiento de grupo", y tratan de limitar la exposición a nueva información, particularmente si esa nueva información pone en tela de juicio principios que la organización ha sostenido por largo tiempo. Tal postura cerrada fomenta un egoísmo en el cual todo se percibe ya como un ataque ya como una afirmación del ego. De este sistema cerrado de funcionamiento surge la deshonestidad. Comúnmente, la organización se engaña a sí misma, engaña a la gente dentro de ella, y engaña al mundo fuera de ella. Se asume tácitamente que, sin importar el costo, hay que mantener el control de la organización y sus adherentes. A menudo, esto se hace fomentando un falso perfeccionismo, "sabiendo siempre las respuestas, siendo los primeros con la solución, y no cometiendo jamás ningún error ". Finalmente, las organizaciones abusivas, en algún momento, con frecuencia caen en el disimulo y en el consiguiente deterioro ético. Los adherentes son confrontados con una elección que no admite dudas: o te acomodas con la disfunción, o te vas. "El proceso adictivo ataca la moralidad y los profundos valores morales de uno", observa Schaef. "El sistema adictivo nos invita a comprometer nuestra moralidad personal invitándonos a participar en todos los procesos que acabamos de describir [cerrazón, egocentrismo, deshonestidad; perfeccionismo; concesiones éticas]" (4). Asombrosamente, yo reconocí todos los procesos que Schaef enumeró. Cada uno de ellos había estado viviendo realidades dentro del adventismo que yo conocía. ¿Significa esto que el adventismo es un sistema adictivo y abusivo? Nunca he podido responder a esta pregunta de manera definitiva. Tal como existe actualmente, a mi juicio, su teología interrelacionada y triunfalista y su gobierno autoritario y jerárquico predisponen al adventismo a la disfunción (5). El hecho de que está cerrado a cualquier teología fuera de la suya y su renuencia a admitir - humildemente - sus errores levantan banderas rojas, que advierten del potencial para el abuso espiritual. Ser adventista, particularmente en la década de 1980, se había convertido en fuente de profundo dolor emocional y espiritual para mí y para muchas otras personas. Para mí, se había vuelto abusivo. Para mí, la iglesia adventista se había convertido en irritante, más bien que solaz. Mi existencia dentro de ella durante los últimos diez años de mi asociación habían sido literalmente de terrible agonía personal. Tristemente, ésta es la única forma en que yo puedo describirlo. Para mí, las palabras de Schaef se volvieron proféticas. Cargados con "una sensación de agotamiento y deterioro moral", escribe ella, "ellos [los miembros de la organización] decidieron que no podían cambiar la compañía ... pero sí podían asumir responsabilidad por sus propias vidas. La mayoría abandonó la organización" (6).

Cuando comencé a darme cuenta de que la ira, enraizada en profundo dolor, aparecía inicialmente cuando uno abandonaba el adventismo, y que era aplicable aquí algo de la dinámica que se encuentra comúnmente en los sistemas espirituales abusivos, di el primer paso gigantesco hacia la recuperación. "Los dolores del retiro" permanecieron por algún tiempo, pero disminuyeron gradualmente según he ido pudiendo reconstruir mi vida. Quizás es verdad que el tiempo cura todas las heridas.

Puesto que yo me había hecho adventista a causa de su ideología, para mí fue más difícil la lucha para habérmelas con las distintivas doctrinas adventistas como el sábado, la iglesia remanente, Ellen White, la escatología adventista, y la enseñanza sobre los acontecimientos del fin del tiempo, todas las cuales tendían a definir la iglesia. Libre de las restricciones del sistema adventista, refugiado en una comunidad cristiana que los animaba a uno a pensar por sí mismo, descubrí precisamente el ambiente que necesitaba para repensar y reenmarcar mis creencias adventistas. Enseñado a no cuestionar, hasta la idea de repensar asusta al ex-adventista. Sin embargo, cuando uno cae en la cuenta de que la verdad no necesita defensa, ese cuestionamiento es íntegro y natural en el desarrollo de la fe, se vuelve más fácil mirar más de cerca lo que enseña el adventismo. Decidí tomar literalmente el consejo de Pablo con referencia a mis antecedentes adventistas: "Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno" (1 Tes. 5:21). Me di cuenta de que tenía que enfrentar a las principales doctrinas adventistas si es que alguna vez iba a encontrar la recuperación espiritual.

Así que decidí aplicar a las enseñanzas adventistas el mismo y riguroso criterio hermenéutico que había aprendido mientras estudiaba en la Universidad Vanderbilt para obtener mi grado de doctor en filosofía en Antiguo Testamento. Se hizo evidente que, bajo este escrutinio, estas distintivas enseñanzas adventistas no se sostendrían.

Una lectura de cerca del Nuevo Testamento me mostró que los adventistas han exagerado mucho sus argumentos a favor del séptimo día sábado. Ésta es quizás la más "sagrada" de todas las doctrinas adventistas. Pero en ninguna parte no exige en ninguna parte que los cristianos observen el séptimo día sábado. En ninguna parte hace el Nuevo Testamento del sábado una señal de lealtad cristiana, como enseña el adventismo. Es verdad que algunos cristianos - quizás hasta la mayoría - observaban el sábado en el período del Nuevo Testamento, por lo menos los de antecedentes judíos. En las iglesias de Pablo, en el mundo grecorromano, parecía estar apareciendo otra costumbre. "Así que nade los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo. Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo" (Col. 2:16-17) (8). Colosenses indica que, para estos cristianos gentiles, el sábado era meramente una opción, no un requisito. El descubrimiento de este simple hecho socavó para mí todo el énfasis que el adventismo pone en el sábado. Me di cuenta de que la enseñanza adventista iba mucho más allá del Nuevo Testamento al insistir en el sábado como obligatorio para cada cristiano (9). Como cristiano, uno es bienvenido de observar el séptimo día sábado, pero no para hacer de él una prueba de discipulado para otros cristianos (véase Rom. 14:5-6).

En cuanto a la afirmación de la Iglesia Adventista de que ella es la iglesia remanente o "verdadera", comencé a darme cuenta de que esta idea había sido adornada de tal modo por la tradición adventista con el correr de los años que literalmente había abarcado la totalidad de su teología y su organización, dándole un aura de infalibilidad. Este es el origen de la premisa oculta de que el adventismo ha cometido pocos errores teológicos u organizativos, si es que ha cometido alguno. Debido a que la iglesia adventista asume que ella es la iglesia verdadera, ¿cómo podría estar mal informado en teología o en estructura? Volví a examinar una vez más la base de la afirmación del adventismo, a saber, que es el "remanente" de Apocalipsis 12 y 14. Nuevamente, descubrí que esta declaración descansa en una interpretación forzada de estos dos pasajes y que, en realidad, no hay ninguna base bíblica para la afirmación adventista de que es un movimiento reformador en los últimos días, y que tampoco hay ninguna justificación para sostener que otros cuerpos religiosos contemporáneos deben identificarse como "Babilonia" (10).

En mi opinión, Ellen White ya había hecho severas concesiones al haber tomado prestados secretamente materiales de escritores contemporáneos y negar que lo había hecho. Tal copiado, que yo no toleraría en exámenes de estudiantes, parecía minar el atractivo moral de sus escritos. Me vi obligado a volver al consejo de Pablo en relación con los profetas en la iglesia primitiva: "No apaguen el Espíritu, no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno" (1 Tes. 5:19-21). De allí en adelante, puesto que ya no podía confiar en la honestidad de Ellen White, tendría que "someter a prueba" cada una de sus afirmaciones, evaluarlas por su propio mérito y descartarlas o aferrarme a ellas, dependiendo de los resultados. Eso significaba que ya no podía confiar en la autoridad de Ellen White, sino que podía aceptar su consejo sólo cuando se correlacionaba con otros criterios. Usando esta metodología, el papel de White en el proceso teológico disminuyó grandemente (11). Comencé a mirar más y más la Biblia en busca de guía.

Finalmente, dadas estas conclusiones, me vi obligado a revisar mi interpretación de la escatología adventista. No vi en ninguna parte de la Biblia la idea de que la prueba al final de los tiempos sería el sábado. Obviamente, si el Nuevo Testamento tiende a considerar el sábado como opcional o un tema que no es problema, no puede ser la prueba final de la raza humana, razoné. Además, la marca de la bestia no tiene nada que ver con la disputa sábado/domingo. Tal interpretación descansa solamente en la manera peculiar en que el adventismo lee a Apocalipsis 13, que ignora la ambigüedad inherente en el pasaje (12).

Este reexamen de la teología adventista, indicada aquí sólo brevemente, me tomó varios años y para mí fue una reorientación muy dolorosa, pero necesaria, si iba a poder avanzar más allá de esa teología y hacia el mayor mundo cristiano.

Reconociendo que no podría regresar al adventismo, no solamente porque me había expulsado de su ministerio, sino también ahora porque ya no podía aceptar varias de sus enseñanzas clave. Me preguntaba: ¿A dónde debo ir? Todavía era cristiano. Mi experiencia religiosa ahora era más fuerte y más viril de lo que jamás había sido. Quería conservarla así, y encontrar una adecuada comunidad de fe donde esa experiencia fuese bienvenida, apoyada, y afirmada. Mi experiencia me enseñó que, una vez que una persona se ha dado cuenta de que debe avanzar adelante, no debe permanecer en los linderos del adventismo. Nuevamente, se aplicaba el lenguaje de la adicción (13). Si el adventismo muestra los procesos de un sistema adictivo, permanecer cerca de él sólo "alimenta" la adicción, haciendo más lenta la recuperación. Una vez que una persona ha decidido irse, es mejor que lo haga completamente. Es verdad que es posible que la denominación cambie algún día, volverse más amable, más compasiva, pero probablemente no lo hará durante la vida de ninguno de los que están vivos. Aferrarse a una falsa esperanza sólo prolonga la agonía. Es mejor ir hacia addelante, dejando atrás el pasado.

¿Ir hacia adelante? ¿Hacia dónde? Resistí la idea de "andar solo", aislado de otros cristianos. Hay una variedad de opciones para ex-adventistas que buscan una comunidad cristiana que nutra y en la cual puedan crecer en fe y espíritu. Yo estaba decidido a encontrar una así.

Se han formado varias comunidades independientes, muchas de ellas subproductos del adventismo. Algunas de ellas se llaman Comunidades de Ex-Adventistas [Former Adventist Fellowships] (14). Estas comunidades hacen énfasis en el apoyo de las oraciones y el estudio bíblico, ayudando a sus miembros a repensar su orientación adventista. Desafortunadamente para mí, las Comunidades de Ex-Adventistas no existían en 1991.

Me di cuenta de que, a menudo, las iglesias evangélicas reciben de buen grado a refugiados del adventismo. Denominaciones como la Iglesia Evangélica Libre [Evangelical Free Church], los Hermanos de la Gracia [Grace Brethren], la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos [Presbyterian Church of America], la Iglesia Reformada de los Estados Unidos [Reformed Church in America], la Iglesia Cristiana Reformada [Reformed Christian Church], los Bautistas del Séptimo Día [Seventh-day Baptist] han abierto sus puertas a gente que se ha separado del adventismo (15). Aunque la teología de algunas iglesias tiene mucho en común con la experiementada en el adventismo, yo sabía que algunos de los cuerpos fundamentalistas podrían ser tan rígidos doctrinalmente como el adventismo de cual yo estaba escapando. A mí me parecía que las denominaciones cristianas de corriente principal eran la mejor alternativa. Típicamente, éstas evitan la rigidez teológica. Aunque estas denominaciones presentan a menudo una gran diversidad que es extraña e intimidatoria para un adventista en recuperación, esa misma diversidad significa que un individuo está libre para explorar y desarrollar sus propios puntos de vista sobre cuestiones teológicas. Uno puede ser un cristiano "conservador", "moderado", o "liberal" - o cualquier cosa en medio - y todavía participar plenamente en la vida de la comunidad de fe. Por ejemkplo, la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) sólo pide que los miembros acepten a Jesús como Salvador y Señor. No hay ningún otro requisito doctrinal. En un ambiente como éste, uno puede encontrar la seguridad para crecer y desarrollarse espiritual y teológicamente.

¿Cuáles son las denominaciones de corriente principal?

La Espiscopal, la Metodista Unida [United Methodist], la Presbiteriana (U. S. A.), la Luterana Evangélica, Iglesia Unida de Cristo [United Church of Christ], la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), y las iglesias bautistas de los Estados Unidos podrían incluirse fácilmente en esta clasificación. Y hay otras. En estas iglesias, aunque teológicamente son, por lo general, más liberales que el adventismo, hay considerable latitud y tolerancia por el desarrollo y la expresión de los puntos de vista propios. Yo descubrí un excelente hogar espiritual en la Iglesia Unida de Cristo y la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo). Me di cuenta de que, cualquiera que sea la alternativa que al adventista en recuperación le parezca mejor, es importante estar en comunión con otros cristianos. Allí, rodeado por cristianos amorosos que aceptan a laspersonas como ellas son, uno puede comenzar, no sólo a encontrar vida después del adventismo, sino a experimentarla a plenitud.

"¿Has sacado el adventismo por completo de tu sistema?" La pregunta de Alice me devolvió a la realidad y me hizo olvidar, por un momento, todo aquel doloroso viaje. Hice una pausa por un segundo, luego sonreí, pensando en la paz y en la felicidad que ahora eran mías, y contesté: "Sí, realmente ya lo he hecho. Por lo menos, he podido dejar atrás las partes 'malas' y retener las buenas". ¡Hay vida después del adventismo!


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(1) Glendale, AZ: Life Assurance Ministries, 2000).

(2) Algunos estudios recientes en esta área incluyen: Leo Booth, When God Becomes a Drug: Breaking the Chains of Religious Addiction & Abuse (Los Angeles: Jeremy P. Tarcher, 1991); Earnie Larsen y Janice Parnegg, Recovering Catholics: What to do When Religion Comes Between You and God (San Francisco: Harper & Row, 1992; Stephen Arterburn and Jack Felton, Toxic Faith: Understanding and Overcoming Religious Addiction (Nashville: Thomas Nelson, 1991).

(3) Anne Wilson Schaef y Diane Fassel, The Addictive Organization (San Francisco: Harper & Row, 1988), passim.

(4) Addictive Organization, pp. 64, 67.

(5) Obviamente, los adventistas discreparán. Ronald Enroth señala que la prueba del abuso de parte de las iglesias sólo puede encontrarse en la experiencia misma de las personas que la han experimentado. Pocas personas en estas iglesias admitirán el abuso, y "no siempre es posible 'alcanzar' a las personas que ya han sido atrapadas por iglesias abusivas. Estas personas no se ven a sí mismas como manipuladas, ni en ningún peligro de abuso espiritual" (Churches That Abuse [Grand Rapids: Zondervan, 1992], pp. ix, x). Podríamos compararlo con un alcohólico. Pocos alcohólicos admitirían que tienen un problema. Y es sólo después de que el abuso se ha vuelto intolerable que la víctima de abuso doméstico admite que el problema es real y busca ayuda.

(6) Addictive Organization, p. 209.

(7) Todas las citas son de la New Standard Revised Version, copyright ©1989, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usada con permiso.

(8) El uso de la fórmula anual, mensual, semanal en este texto significa que el séptimo día sábado está incluido en la crítica. El texto dice que no ha de insistirse en la observancia de las festividades anuales del judaísmo, ni en la celebración mensual de la luna nueva, ni en la observancia semanal del sábado. Para el uso de esta fórmula, véase 2 Crón. 8:13; Oseas 2:11. Oseas 2:11 es de lo más instructivo. El hebreo de este pasaje dice literalmente: "Pondré fin a todo su jolgorio; sus festividades [anuales], sus lunas nuevas [mensuales], sus días de reposo [semanales]" (traducción del autor [el v. 13 3 en hebreo]). Puede haber pocas dudas en este pasaje de que está incluido el séptimo día sábado. Esta fórmula proporciona el telón de fondo para Colosenses 2:16.

(9) Para un estudio ulterior desde una perspectiva al adventismo, véase de D. A. Carson, ed., From Sabbath to Lord´s Day: A Biblical, Historical and Theological Investigation (Grand Rapids: Zondervan, 1982); Dale Ratzlaff, Sabbath in Crisis, ed. rev. (Glendale, AZ: Life Assurance Ministries, 1995). De estos dos estudios, el de Ratzlaff es más accesible al lector promedio.

(10) Ni Apocalipsis 12 ni 14 establecen claramente la identidad ni de la "mujer" ni de los "tres ángeles". Estos capítulos tampoco definen el contenido de los "mandamientos", ni suplen el "testimonio de Jesús", todos ellos ingredientes clave de la afirmación del adventismo. Nadie que lea estos capítulos, desprejuiciado de las afirmaciones adventistas, llegará jamás a la conclusión de que estos capítulos hablan de un movimiento que surgiría en o alrededor de 1844 y que constituiría la última y verdadera manifestación de la iglesia. Esta interpretación ha sido insertada en la lectura de estos textos, en parte para proporcionar una base "bíblica" para la afirmación adventista. Tenemos que tener presente que las iglesias abusivas tienden a verse a sí mismas como especiales (Enroth, Churches That Abuse, pp. 111-24). En cuanto a la identidad de "Babilonia", el texto es más bien sugerente al declarar que sus "siete cabezas son siete montes en las cuales está sentada la mujer" (Apoc. 17:9). Se decía que la antigua Roma estaba construida sobre siete colinas,y que era la archiperseguidora de los santos (17:9). Un lector de Apocalipsis del siglo primero no habría tenido ninguna duda de que la ciudad de Roma era lo que se estaba describiendo como "Babilonia la grande, madre de rameras y de las abominaciones de la tierra" (v. 5). Los primeros adventistas aplicaban defensivamente este smbolismo a las iglesias que habían resistido el movimiento millerista, pero no hay base para ello.

(11) No trataré de desenredar aquí el enigma de Ellen White. Desde un punto de vista científico, la mejor explicación en relación con ella es que sufría de complejos ataques parciales. Sin embargo, como ya no está aquí para ser examinada, eso debe continuar siendo una hipótesis para siempre. Véase de Delbert H. Hodder, "Visions or Partial-Complex Seizures?" Evangelica (November 1981), pp. 30-37. Es interesante notar que a John Harvey Kellog, que conoció personalmente a Whte, se le preguntó en una ocasión qué pensaba de las visiones de Ellen White. "Es mi creencia", contestó, "que su condición cuando está en visión es la de catalepsia" (John Harvey Kellog, Carta a R. B. Tower, 3 Marzo de 1933). La catalepsia es una condición generalmente asociada a la esquizofrenia, en la cual los músculos se ponen rígidos y los brazos y las piernas permanecen en cualquier posición en que se los deja. Tanto Hodder como Kellog sugieren una explicación psiquiátrica para Ellen White más bien que una explicación teológica. Pragmáticamente, el mejor enfoque parece ser el de examinar sus afirmaciones como uno lo haría con las afirmaciones de cualquier otro escritor.

(12) Para una prueba de esta afirmación, el lector puede consultar casi cualquier comentario corriente sobre el Libro de Apocalipsis, por ejemplo, J. Massyngberde Ford, Revelation, Anchor Bible 38 (New York: Doubleday, 1975), p.p. 217-30. El escritor de Apocalipsis revistió su mensaje tan enigmáticamente, sugiere Ford, porque "había que hacer la advertencia de tal manera que se oscureciera su significado para los paganos en cuyas manos cayera el libro de Apocalipsis" (p. 227).

(13) Véase de Leo Booth, When God Becomes a Drug.

(14) Véase the Former Adventist Fellowship Website: www.formeradventist.com

(15) Un manual útil, que describe las creencias y la estructura de éstas y la mayoría de las otras denominaciones mencionadas aquí y más abajo es el trabajo de Frank S. Mead, Handbook of Denominations in the United States, 10th ed., rev. Samuel S. Hill (Nashville: Abingdon, 1995).
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

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Un Testimonio Personal

Desde mi niñez, siempre consideré a los adventistas como el "legítimo pueblo de Dios". Fui educado en lo que podríamos llamar el adventismo tradicional, con Ellen White jugando un papel estelar en nuestras creencias. Sus escritos nos daban esa sensación de seguridad de tener "la verdad presente", y de pertenecer a la "iglesia remanente", con un "claro panorama" de los "eventos finales" de la historia.

Esto nos hacía sentir en franca ventaja frente a las otras denominaciones religiosas. Éramos los escogidos, con la llamada "mensajera del Señor" señalándonos el camino a través de sus libros, los cuales, abarcando una amplia gama de temas, contribuyen a conformar lo que llaman el "mensaje adventista".

Nunca albergué la más mínima duda sobre el legado profético de la Sra. White ni sobre la doctrina de la iglesia en sentido general. Si en mis habituales estudios aparecía algo que no entendía, trataba de racionalizarlo y buscar alguna explicación al respecto, pero manteniendo una fe absoluta en lo que se me había enseñado, ya que en mi fuero interno no había la menor posibilidad de que estuviéramos equivocados. Para mí, esto era totalmente imposible.

Entonces sólo era cuestión de tiempo para que, llegado el momento, comenzaran a desencadenarse los angustiosos acontecimientos finales que todo adventista espera como preámbulo del final feliz que describe Ellen White en sus escritos. El mundo entero se uniría en contra nuestra para perseguirnos encarnizadamente, especialmente los católicos y el "protestantismo apóstata"; todos capitaneados por el sumo pontífice de Roma y los Estados Unidos; dejando a un lado así los intereses económicos, y las creencias religiosas tan opuestas que sustentan. Todo eso, con la finalidad de obligarnos a "guardar el domingo" como observación religiosa, en lugar del sábado, so pena de muerte.

Este escenario, considerado quizás improbable desde el punto de vista humano, tendría un cumplimiento segurísimo en mi opinión, ya que así lo establecía nuestra elaborada y detallada interpretación profética que, al encajar perfectamente con todas esas fechas que manejábamos, y además estar refrendada por nuestra "mensajera del Señor" en sus "testimonios", hacía que se descartara de plano toda equivocación al respecto. Pero el futuro me reservaba una gran sorpresa.

A finales de Dic./2001, buscando en Internet temas religiosos, encontré el site www.ellenwhite.org, en el cual se atacaba la legitimidad del don profético de la Sra. White, y la doctrina adventista en general. Mi primera reacción fue de indignación, y luego de consultar con algunos hermanos, decidimos que íbamos a enfrentar de manera conjunta a esos señores. Finalmente, la desidia, el desinterés, y el temor se hicieron presentes, y tuve que emprender el camino en forma solitaria.

Lo primero que hice fue verificar el tipo de personas que realizaban estos ataques. Allí encontré gentes con muchas raíces en la iglesia. Había adventistas de tercera y cuarta generación, así como laicos y ministros con muy buena reputación. Eso me preocupó, porque yo esperaba encontrar detrás de todo esto a los "temibles jesuitas católicos".

Algo muy grande tiene que haber ocurrido, razoné en mi interior, para que estos hermanos y pastores dieran un viraje tan drástico en contra del "pueblo de Dios" y su "profetisa".

Comencé a estudiar profundamente el material presentado en esa página, con el fin de refutarlo, pero realmente me encontré en un callejón sin salida. No encontraba explicación adecuada a todo lo que se planteaba allí. Mi confusión aumentaba cada día más. El fantasma de "la mentira White", comenzó a rondar en mi cabeza. Tuve acceso a los testimonios de ex-adventistas que relataban sus experiencias y exponían sus frustraciones y su desengaño al comprobar la falsedad de todo el asunto.

Un hermano y amigo me recomendó consultar la página del Centro White en español, (centrowhite.uapar.edu); para colmo de males, allí encontré la declaración oficial de esa institución en defensa de las acusaciones de plagio a la Sra. White, y la consideré inaceptable. Poco a poco, fueron encajando todas las piezas del rompecabezas, y compungido, alcancé a ver claramente el complejo diseño de todo el sistema de engaño. Lo imposible se hizo realidad ante mis propios ojos. Ellen White era un fraude, y la alta dirigencia siempre lo había sabido, aún desde el mismo inicio de la "obra adventista". Pero todo esto se había ocultado magistralmente a la hermandad, y los disidentes neutralizados; de tal manera que en mi caso, me enteré fortuitamente de ello, luego de casi 40 años.

Deprimido y amargado, consulté al Señor en oración, y repentinamente llegó a mi mente un pensamiento: "volver a la Biblia, sin opiniones preconcebidas". Entonces medité en lo que pasaría si comenzaba a re-estudiar las Escrituras, partiendo de cero; es decir, dejando de lado completamente todo lo que se me había enseñado. A partir de ahí, estoy viendo claramente el sentido llano y simple de la Palabra de Dios. He podido comprobar que no es cierto que un puñado de teólogos adventistas sean los únicos capaces de interpretarla correctamente, con el agravante de que nunca se ponen de acuerdo entre ellos mismos. La Biblia es un tesoro abierto para todo el mundo; basta con que dejemos al Señor hablarnos a través de ella, y no tratar de imponerle nuestra perspectiva. Los invito a experimentar eso, luego de compartir conmigo las reflexiones expresadas en los temas que siguen a continuación.

"Nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz" (Lucas 8:17).
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Javier Andrés...

Veamos lo que esta diciendo BVICENTE18 en su testimonio:

Comencé a estudiar profundamente el material presentado en esa página, con el fin de refutarlo, pero realmente me encontré en un callejón sin salida. No encontraba explicación adecuada a todo lo que se planteaba allí.

Tan sin salida se encontró como para seguir ignorando las preguntas que le hacemos aquí y finaliza diciendo que no sabe lo que se está preguntando.

O sea, estas trayendo testimonios de personas que estan rebeldes y no son honestas. Nuevamente tu deseo por derrumbar la verdad de Dios es nula.

Te recomiendo que si deseas tener credibilidad conteste las preguntas que también se te han hecho, de lo contrario caes en imcompleto y por estar incompleto acudes a atacar a la Iglesia Adventista cometiendo Falso testimonio.

A que no te preguntas, porque BVICENTE18 sale del foro cuando algunos entramos...

Se mas serio amigo incompleto.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Javier Andrés...

Veamos lo que esta diciendo BVICENTE18 en su testimonio:



Tan sin salida se encontró como para seguir ignorando las preguntas que le hacemos aquí y finaliza diciendo que no sabe lo que se está preguntando.

O sea, estas trayendo testimonios de personas que estan rebeldes y no son honestas. Nuevamente tu deseo por derrumbar la verdad de Dios es nula.

Te recomiendo que si deseas tener credibilidad conteste las preguntas que también se te han hecho, de lo contrario caes en imcompleto y por estar incompleto acudes a atacar a la Iglesia Adventista cometiendo Falso testimonio.

A que no te preguntas, porque BVICENTE18 sale del foro cuando algunos entramos...

Se mas serio amigo incompleto.
Gracias por tu amistad, estoy orando por tu conversión.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Un cordial saludo Amigos Adventistas:
Es el deseo de los ex-adventistas rescatar a los que están perdidos en la religión Adventista que sólo les ofrece condenación y falsedad es la verdad obrando con amor.

"y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" Juan 8:32

Que el Señor Jesucristo y su Palabra le fortalezcan y le bendigan grandemente.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

MI RENUNCIA AL ADVENTISMO
DEL SÉPTIMO DÍA

Dudley M. Canright, 1914

Tomado de The Interactive Bible
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PREFACIO A LA
DÉCIMOCUARTA EDICIÓN

D. M. Canright, 1914
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"Criticar, poner al descubierto, y condenar a otros no es tarea agradable, pero cuando los maestros religiosos entronizan el error, y extravían a personas honestas, el silencio sería poco bondadoso y censurable".

Estando profundamente convencido de que el Adventismo del Séptimo Día es un sistema de error, siento que es mi deber publicar lo que sé de él. Lo hago en el temor de Dios. Conociendo la tristeza que este sistema ha traído a mi corazón y a miles de personas, debo advertir a otros acerca de él. No cuestiono la honestidad de los Adventistas, pero su sinceridad no santifica sus errores. He tenido que hablar con claridad, pero espero que con bondad. He tenido que tratar cada tema brevemente, y dejar intactos a muchos de ellos, pero he comentado los principales pilares de esa fe. Si éstos se desploman, la totalidad de ellos se derrumbará también.

Han pasado casi veinticinco años desde que este libro se publicó por primera vez. Esta es la décimacuarta edición. Ha sido traducido a varios idiomas, vendido por numerosas casas publicadoras, ido a los confines de la tierra dondequiera que ha ido el Adventismo, y sido el mayor obstáculo con que esa obra jamás se encontró. Y, sin embargo, los Adventistas no se han aventurado a responder a él. Digan lo que digan, es evidente que con gusto responderían a él, si pudieran hacerlo sin peligro.

"Respuestas al Pastor Canright", que se ha citado en esta obra, no es una respuesta a este libro, sino a unos pocos artículos que escribí para un periódico, mucho antes de que se publicara el libro. El folleto mismo lo prueba. La página de título está fechada "1888", mientras que mi libro no se publicó sino un año más tarde, en 1889. Sírvase ver mi página de título. Luego, en la página ochenta de su folleto, leo esto: "Promete un libro, con el cual suponemos se propone barrer con todo lo que sus artículos han dejado fuera. Cuando aparezca, recibirá la debida atención, si creemos que lo merece". Esto muestra que esta "Respuesta" no lo es a mi libro. Se prometió una respuesta, pero nunca apareció. El libro discute muchos temas que ni siquiera se mencionan en los artículos, y, por supuesto, es mucho más completo en todos los sentidos. Teniendo en cuenta que los Adventistas están siempre listos para debates, discusiones, y respuestas, ¿cómo es que este libro, que les ha molestado más que todos los otros que han aparecido contra ellos, fue tan cuidadosamente ignorado por ellos? La razón es manifiesta para todas las personas sinceras.

Y he aquí lo que mis hermanos Adventistas pensaban de mí antes de que yo les dejara:

"Battle Creek, Mich., Julio 13, 1881. Hermano Canright: *** Siento más interés en Ud. que en cualquier otro hombre, porque conozco su valía cuando el Señor está con Ud. como obrero. James White".

"Battle Creek, Mich., Mayo 22, 1881. *** Es tiempo de que hubiese un cambio de los oficiales de la Conferencia General. Confío en que, si somos honestos y fieles, el Señor se agradará de que seamos dos miembros de esa Junta. James White".

"Battle Creek, Mich., Agosto 6, 1884. Ud. ha estado largo tiempo con nosotros, y todos le querremos. G. I. Butler".

"Martinsburg, Neb., Julio 14, 1884. Ud. fue una potencia en el mundo, e hizo mucho bien. *** Necesitamos mucho su ayuda en la obra. Su precioso talento, si es consagrado a Dios plenamente y con humildad, sería muy útil. Hay muchos lugares en los que Ud. sería de gran ayuda. G. I. Butler".

Advent Review, Marzo de 1887: "Nos ha entristecido sobremanera interrumpir nuestras relaciones religiosas con quien por mucho tiempo hemos estimado como a un hermano querido".

Advent Review, Marzo 22, 1887: "Al abandonarnos, él ha tomado un curso de acción mucho más varonil y digno de elogio que la mayoría de los que se han retirado de nosotros, viniendo voluntariamente a nuestros hermanos principales y declarando con franqueza lo que pensaba. Lo hizo delante de su propia iglesia, en nuestra presencia, y, hasta donde sabemos, no utilizó medios desleales ysubrepticios para perjudicarnos en manera alguna. Se va de nuestro medio sin ninguna mancha moral en su carácter, escoge asociaciones más placenteras para él. Este es el privilegio personal de cada uno, si decide ejercerlo".

Las citas en mi libro proceden de los libros Adventistas publicados hasta la fecha en que yo escribí el mío, 1889. Desde entonces, la mayoría de sus libros han sido reimpresos, con diferentes números de páginas. Para ajustarme a la nueva paginación de estos libros, tendría que cambiar muchas de mis referencias. Y para hacer esto, tendría que reimprimir el libro entero, puesto que está en platinas. El cambio de unas pocas placas requeriría cambiarlas todas. Así que se quedan como están. Todas las citas están allí, sólo que algunas están en páginas diferentes en sus ediciones actuales. Tuve gran cuidado de que cada cita fuera correcta y exacta. Son dignas de confianza.

Me propongo ser completamente justo hacia mis hermanos Adventistas. Estuve veintiocho años con ellos, desde los diecinueve hasta los cuarenta y siete años, la época más activa de mi vida. Fui muy querido por todos ellos, y yo también les amé. Les amo ahora. Todavía tengo miles de queridos amigos entre ellos. Romper todos estos tiernos lazos fue una terrible prueba. Aún hoy, mis lágrimas fluyen libremente mientras escribo estas líneas. Pero la verdad y el deber me fueron más queridos que los lazos sociales.

Nuevamente, quiero dejar sentado que ellos son un pueblo sincero, dedicado, y abnegado, que cree completamente en lo que profesa. Tienen muchas excelentes cualidades, y hay entre ellos muchos cristianos encantadores. Como todas las iglesias, tienen su buena porción de miembros indeseables, no a causa de enseñanzas inmorales, sino a causa de la fragilidad humana, que es común a todas las iglesias. Diariamente oro por ellos, para que el Señor bendiga todo lo que es bueno en ellos y les perdone, y de algún modo anule para bien sus acciones cuando están en error. Esto es todo lo que me atrevo a pedir para mí mismo.

D. M. CANRIGHT, 1914.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

MI RENUNCIA AL ADVENTISMO
DEL SÉPTIMO DÍA


Dudley Marvin Canright, 1914


Tomado de The Interactive Bible

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MI POSICIÓN ACTUAL

D. M. Canright



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Cuando un hombre prominente abandona una iglesia o un partido político e ingresa a una o uno de la oposición, y da sus razones para ello, puede esperar que sus antiguos asociados reaccionen. En mi caso, no esperaba que se hiciera conmigo ninguna excepción cuando renuncié al Adventismo, y no me he sentido chasqueado. La gran mayoría de mis antiguos hermanos han sido muy amables conmigo y me han tratado con bondad. Algunos, muy pocos, han hecho lo contrario. Han tratado de contrarrestar mi influencia contra lo que ellos consideran la obra de Dios. Estos pocos han echado a rodar el rumor de que yo lamento haber abandonado el Adventismo, que lo he manifestado así, que he tratado de regresar a ellos, que he confesado que mi libro es una falsedad. Algunos han dicho que yo era muy pobre, una ruina física y mental, sin esperanza de salvación, etc. Estos informes son aceptados como hechos por hermanos honestos y repetidos hasta que son creídos hasta que son creídos por muchos Adventistas en el mundo entero. He negado estos informes de todas las formas posibles, pero todavía son creídos y repetidos, y sin duda lo serán siempre. Que Dios sea el juez entre nosotros.

Aquí y ahora, y por enésima vez, afirmo solemnemente delante de Dios que renuncié al Adventismo porque creí que era un sistema erróneo. Ni una sola vez he lamentado haberlo hecho, ni le he dicho a nadie que yo haya tenido el menor deseo de regresar a ese pueblo. Sería imposible que yo hiciera tal cosa y fuera un hombre honesto. En la actualidad, ( 1915), estoy sano de cuerpo y de espíritu, tengo una buena casa que vale $10.000 o $12.000, y cuatro hijos crecidos, de los cuales cualquier hombre se sentiría orgulloso. Al abandonar a los Adventistas, ingresé a la Iglesia Bautista de Otsego, Michigan, y fui su pastor hasta que se convirtió en una iglesia próspera. Ellos han sido mis ardientes amigos hasta este día. Hace veinte años, me mudé a Grand Rapids, Michigan, me encargué de una nueva misión, la construí y la organicé hasta convertirla en una de las más fuertes iglesias de la ciudad, con varios cientos de miembros y un hermoso edificio. Dos veces he sido su pastor, y siempre he sido un miembro activo. En la actualidad, enseño en una numerosa clase bíblica cada día del Señor, y a menudo les predico. Siempre he estado en perfecta armonía con la iglesia. Me honran como a su padre, me consultan acerca de todos los asuntos importantes, y con vehemencia resienten los tontos informes que algunos hacen circular acerca de mí.

De los muchos testimonios impresos que tengo delante de mí, he seleccionado sólo unos pocos, que hablan por sí mismos:

"Grand Rapids, Mich., Nov. 1, 1907: "A quien concierna: Habiendo recibido muchas cartas de todas partes de los Estados Unidos de parte de los que han sido informados por Adventistas de que el Rev. D. M. Canright no es miembro de una Iglesia Bautista, y muchas otras cosas de esta naturaleza, denunciamos muy enfáticamente cualesquiera afirmaciones de esa clase, y declaramos que él es en la actualidad, y ha sido por muchos años, miembro activo de la Iglesia Bautista Bereana de esta ciudad y en dos ocasiones su pastor, un hombre por encima de todo reproche y, sobre todo, un noble cristiano". Respetuosamente, W. H. Andrews, ex-oficial y miembro fundador de la iglesia mencionada más arriba. Certifico lo anterior. REV. ROBERT GRAY, Pastor de la Iglesia Bereana".

Grand Rapids, Mich., April 9, 1910: "A quien concierna: QUERIDOS HERMANOS: Esta carta tiene el propósito de declarar que el firmante de este documento ha conocido por muchos años al Rev. D. M. Canright como un cristiano sincero y consagrado y un verdadero ministro de Jesucristo. Por muchos años, en sus libros y tratados, ha sido un 'testigo fiel y verdadero' contra los errores de los Adventistas del Séptimo Día". OLIVER W. VAN OSDEL, Moderador de la Asociación de Grand River Valley. ALEXANDER DODDS, Presidente de la Sociedad de la Misión Bautista Urbana. W. I. COBURN, Presidente de la Conferencia de Ministros Bautistas".

Los Bautistas no son el único pueblo que piensa bien del Rev. Sr. Canright. Un ministro Congregacional añade su palabra: "Por la presente certifico que he conocido al Rev. D. M. Canright de esta ciudad por más de cuarenta y cinco años. Por lo menos durante veinte de esos años, fue predicador Adventista, y durante ese tiempo su reputación como cristiano y como predicador de rara capacidad fue de lo más elevada. Entre el pueblo Adventista de este estado, su nombre fue tenido en la más alta estima. Entre el pueblo Adventista de este estado, su nombre fue conocido por la justicia de su carácter y por ser un capaz defensor de la fe de ellos. Y cuando abandonó la denominación Adventista, todos los que conocían al hombre, si estaban imbuídos de espíritu cristiano, debieron admitir que el cambio que él efectuó se debió a una honesta y concienzuda convicción de lo que creía que era lo correcto. No podría haer ningún otro motivo en su caso, porque había tenido más éxito que muchos de sus hermanos, y honradopor ellos en el más alto grado. Él y su amada familia han vivido en esta ciudad por lo menos por veinte años, y él ha mantenido la misma reputación que tenía de caballero cristiano y respetable ciudadano. Lo que he escrito procede de un conocimiento personal del Rev. D. M. Canright y de la denominación Adventista en este estado". J.T. HUSTED, Pastor de la Iglesia Congregacionalista Wallin. Grand Rapids, Mich., Abril 12, 1910".

Los pastores Metodistas añaden su tributo como sigue: "Habiendo llegado varias solicitudes a diferentes miembros de la Asociación en relación con el carácter y la posición del Rev. D. M. Canright, la reunión mensual regular de la Asociación de Ministros Metodistas de Grand Rapids, Mich., adoptaron por voto unánime la siguiente expresión de su confianza en y su consideración por la valía personal y la utilidad ministerial del Hermano Canright". "El Rev. D. M. Canright, ex-ministro de la Asociación de los Adventistas del Séptimo Día, y más recientemente ministro de la Asociación Bautista de esta ciudad, ha sido conocido personalmente por algunos de nuestros miembros por varios años y por su reputación por el resto, y todo lo que sabemos y la información que tenemos concerniente a él es de lo más favorable. Cualesquiera sombras proyectadas sobre su carácter personal como hombre, esposo, ciudadano, hijo, o cristiano no tienen fundamento, y de hecho, no están justificadas por ningún hecho del conocimiento de sus amigos íntimos. Él es honrado entre sus hermanos, respetado en su propia comunidad, y aprobado por nosotros como digno de confianza. Ha desempeñado un ministerio honroso y digno, y en ningún sentido merece los ataques lanzados contra él." Dado en Grand Rapids, Mich., este 11 de Abril de 1910, por autoridad de la Asociación de Ministros Metodistas de Grand Rapids, por JOHN R. T. LATHROP, Superintendente de Distrito, CHARLES NEASE, Presidente, J. R. WOOTEN, Secretario".

"Grand Rapids, Mich., Abril 11, 1910: "Es con sincero placer que escribo en relación con el carácter y la integridad del Rev. D. M. Canright. Le he conocido a él y a su familia por un buen número de años, y no vacilo en decir que son gente muy estimable, y tienen la confianza de sus vecinos y amigos en la comunidad. Considero al Sr. Canright como un caballero cristiano en todo el sentido de la palabra; un hombre de la más alta integridad que desea, en cada proyecto con el cual está conectado, hacer de la justicia su guía en la acción. Ha hecho negocios con nuestro banco por un buen número de años, y yo personalmente tuve oportunidad de poner a prueba su integridad. No me equivoco al expresar mi confianza en él. Atentamente, CHARLES W. GARFIELD." (El Sr. Garfield es presidente del banco, cuyo capital suma $2.000.000).

Los Adventistas dicen a veces que yo los abandoné cuatro o cinco veces. Yo me retiré de esa iglesia sólo una vez, nada más, y fue definitivamente. Sus libros de iglesia en Battle Creek y Otsego lo demostrarán. Por años, me preocuparon las dudas acerca de algunas de sus doctrinas, y tres veces dejé de predicar por cierto tiempo, pero continué siendo miembro de buena reputación. Durante una gran reunión al aire libre, se me persuadió para que me tragara mis dudas, reanudara el trabajo, confesara que había estado en la oscuridad, y continuara otra vez. Permití que mi buen juicio cediera su lugar a los ruegos de mis hermanos y al amor que les tenía a antiguos asociados, y dije lo que pronto lamenté haber dicho. Descubrí que era una terrible lucha romper con lo que me había tenido cautivo tanto tiempo.

Desde que los abandoné, tratan de aparentar que, de todos modos, yo no era muy importante. "¡Las uvas están verdes!", dijo la zorra, refiriéndose a la deliciosa fruta que no podía alcanzar. Como refutación de sus detracciones, véase el Capítulo II de mi libro. Aquí daré brevemente sólo algunos hechos:

Durante dos años, 1876 y 1877, fui uno de los miembros de un comité de tres de la Conferencia General, un comité que controlaba todo el trabajo de ellos en el mundo. No existe mayor autoridad en la denominación. ¿Cómo es que fui colocado en ese puesto si no era uno de sus mejores oficiales? Año tras año, fui elegido para las juntas encargadas de administrar sus más importantes instituciones, tales como su editora, su escuela de enseñanza superior, el sanatorio, la Asociación de Escuela Sabática, etc., etc. Para prueba de esto, véanse sus anuarios impresos, en los cuales aparece mi nombre constantemente. Se me hizo profesor de teología en su escuela de enseñanza superior, presidente de la conferencia estatal, editor asociado de un periódico, etc. Yo seleccioné y organicé el curso de lectura que todos sus ministros tenían que seguir, y era enviado a las conferencias estatales anuales para examinar a estos predicadores sobre esos estudios, su teología, y su capacidad para el ministerio. ¿Se acostumbra confiar un trabajo como éste a un hombre inferior?

Pero fue como escritor en sus publicaciones, como autor de numerosos tratados, folletos, y libros que cubrían todos y cada uno de los puntos de controversia de su fe, como conferencista y panelista en debates para defender sus doctrinas, que fui mejor conocido durante los últimos quince años en que estuve con ellos. En estos aspectos, ni uno solo de ellos fue tan prominente como yo. Todo el que esté familiarizado de algún modo con el trabajo de ellos durante ese período sabe que sólo estoy diciendo la pura verdad en relación con esto. Y lo saben también. Por mis escritos, la oficina me pagó una vez $500 en un solo cheque, y diferentes sumas en muchas otras ocasiones. Después de veintidós años, todavía publican y usan varios de mis tratados por ser mejores que cualquier cosa que hayan podido producir desde entonces.

Mi larga y completa familiarización con el Adventismo y todos sus argumentos me prepararon para responderles como nadie podría hacerlo. Cientos de ministros de todas partes me han escrito dándome las gracias por la ayuda que mi libro ha representado para ellos al enfrentarse al Adventismo. ¿No me preparó Dios en su providencia para esta obra? Creo humildemente que sí, y esto me reconcilia con las largas y amargas experiencias que tuve durante esa esclavitud. Pero si Dios y la verdad son honrados, estoy contento.

La única pregunta es: ¿Conozco yo sus doctrinas lo bastante bien para expresarlas claramente, y tengo yo la capacidad para responder a ellas con claridad? Que mi obra sea la respuesta.

Desde que me retiré, los Adventistas han publicado cinco o seis diferentes tratados para contrarrestar mi influencia. Si yo represento tan poco, ¿por qué todo este esfuerzo? Lo que ellos hacen refuta lo que dicen. Dios me ha preservado para que sobreviva a casi todos los ministros Adventistas con los cuales comencé a trabajar. A mis setenta y cinco años, estoy lleno de fe en Dios y de esperanza en la vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Amo todavía a aquellos hermanos, y sé que la mayoría de ellos son cristianos honestos, pero errados en muchos de sus puntos de vista. Me gustaría ayudarles, si pudiera.

D. M. CANRIGHT, Pastor Emérito de la Iglesia Bautista Bereana. Grand Rapids, Michigan.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

MI RFENUNCIA AL ADVENTISMO
DEL SÉPTIMO DÍA


Dudley Marvin Canright, 1914


Tomado de The Interactive Bible



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INTRODUCCIÓN

Rev. Theo. Nelson, LL. D., difunto presidente de Kalamazoo College.



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Conocí por primera vez al autor de "Renuncia al Adventismo" en el otoño de 1865. Era entonces un joven y prometedor ministro, tenido en alta estima por su pueblo. Entonces, como ahora, yo confiaba completamente en su sinceridad. Ni creo que sea extraño que, después de más de veinte años dedicados a la propaganda Adventista del Séptimo Día, finalmente renunciara a las doctrinas de ellos y regresara a la fe ortodoxa. No es necesario imputarle ningún motivo siniestro o indigno. Más bien, es fácil creer que la experiencia y el estudio, o la evolución de la inteligencia, así como la irrestible lógica de los sucesos, inevitablemente daría lugar a este resultado. Los Adventistas del Séptimo Día siempre han hecho gran alharaca de "las señales de los tiempos," de terremotos y lluvias de estrellas, de "guerras y rumores de guerra." Los argumentos que podrían impresionar profundamente la imaginación de un joven durante el turbulento período de nuestra gran guerra civil, naturalmente perderían su influencia sobre el más maduro juicio de un hombre en estos "tranquilos tiempos de paz".

Hacia los Adventistas del Séptimo Día como pueblo no albergo sino sentimientos de bondad. Generalmente, su piedad es indudablemente genuina, aunque misantrópica y melancólica. Tienen un bajo concepto de la naturaleza humana, y virtualmente se aíslan de sus vecinos y de los asuntos que conciernen al bienestar de la sociedad en general. Se mantienen apartados de todo movimiento que tienda al progreso humano, porque creen que el progreso humano es imposible, y que la humanidad ya está condenada; que la destrucción es inminente, y está "a las puertas." En realidad, su fe religiosa restringe, si no destruye, su sentimiento de patriotismo, y les hace mirar con sospecha, si no con sentimientos de hostilidad, el gobierno libre bajo el cual viven. Nada podría ser más absurdo que sus interpretaciones de los sucesos actuales y, especialmente, su creencia de que nuestros gobiernos, tanto el general como los estatales, están a punto de convertirse en máquinas de persecución religiosa y despotismo. No puede ser de otro modo sino que muchos sinceros Adventistas del Séptimo Día, que lo han sido por lo que creían era la imperiosa necesidad de la enseñanza de las Escrituras, estarán agradecidos del Sr. Canright por ayudarles a sacudir un yugo que esclaviza su utilidad y lesiona sus mentes.

Los Adventistas del Séptimo Día creen y enseñan que antes de la segunda venida de Jesús los Estados Unidos formarán una unión con la iglesia y el estado y, como Francia y España en el siglo diecisiete, se convertirá en un poder perseguidor. Sostienen que las Escrituras proféticas predicen este extraordinario cambio en la forma y el espíritu de nuestro gobierno. En cuanto a la corrección de las interpretaciones de la Escritura en las cuales se basan sus expectativas, no admiten ninguna posibilidad de error. Presumen saber que tienen la clave correcta de la profecía - que tienen la "verdad presente". Creen y enseñan que los Adventistas del Séptimo Día han de ser especialmente probados en esta dura experiencia que está siendo preparada por el gobierno civil; que ellos han de ser las principales víctimas de la feroz persecución que será desatada contra los "santos del Altísimo"; que ellos han de sufrir, a manos del poder secular, prisión, tortura, "el despojo de sus propiedades," y quizás la muerte misma. En realidad, confían su sistema entero de doctrina a este significado de la Palabra de Dios, y consideran estos trascendentales sucesos, que ellos aseguran que la Biblia predice, tan reales como si esos sucesos ya hubiesen ocurrido. Esos sucesos son una realidad para ellos, y tienen el mismo valor argumentativo, y la misma autoridad en la acción, que la historia misma. En sus publicaciones y sermones, a menudo adoptan el estilo del confesante que ya ha sido llevado al cadalso o atado al poste de la hoguera; hablan en tono de sumisión desafiante y heroica, como si los hierros de la tortura ya estuvieran siendo calentados, y como si la corona del martirio estuviera plenamente a la vista. Para el que está familiarizado con la historia de las persecuciones religiosas, y ha estudiado el progreso y el desarrollo de la libertad religiosa, especialmente en las naciones anglosajonas; para el que está bastante bien familiarizado con el espíritu de la época y el país en el cual vivimos, este ostentoso espíritu de mártires de nuestros amigos Adventistas parece bastante absurdo. Si no fuera por su bien conocida integridad y probidad de carácter, estaríamos dispuestos a desafiar su creencia, tal es su ansiedad de encontrar su prueba y confirmación en los sucesos que no tienen tal significado. Bajo nuestra forma de gobierno, ¿sería posible alcanzar una unión más íntima y perfecta de "la iglesia y el estado" que la personificada en el gobierno de la Inglaterra monárquica? Un cambio así sería un milagro mayor que si Dios hiciera crecer un roble gigantesco en un instante. La tendencia de nuestra civilización y las más poderosas corrientes de opinión pública son todas en dirección opuesta. Y sin embargo, hasta en Inglaterra, los Adventistas son libres de publicar sus peculiares doctrinas, establecer iglesias, y seguir sus inclinaciones como otros hombres. La libertad religiosa es el espíritu de la época y, sobre todo, el espíritu de la época en los Estados Unidos. En consecuencia, decimos, no es necesario tener ningún temor de los graves presagios de nuestros amigos los Adventistas.

THEODORE NELSON
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Doy Gracias a DIOS que eso llegó a su fin
Me gustaría encontrar seres humanos como yo que han descubierto las doctrinas falsas de la Iglesia Adv., vivo en Buenos Aires, Arg. y después de mucho estudio de la Biblia únicamente, me he encontrado con la realidad que todo lo que aprendí en el C.A.P. por varios años fue solo una falsa realidad inventada por la Organización y su (profeta E.G.W.). Perdí muchos años de mi vida creyendo en ellos y en su falsas doctrinas anti- cristianas, que lo único que hicieron fue separarme de Cristo pero doy Gracias a DIOS que eso llegó a su fin, aunque nunca lo busqué ya que llegó solo por medio de la lectura Biblica, lógicamente y la oración, que son la base de mis creencias hoy día. Traté de hablar con algunos pastores de la Iglesia ya que conozco a varios de ellos ya que estudie en el CAP. pero como dice Las Sagradas Escrituras en 1 Timoteo 6 : “3 Si alguien enseña algo diferente y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 se ha llenado de orgullo y no sabe nada. Más bien, delira acerca de controversias y contiendas de palabras, de las cuales vienen envidia, discordia, calumnias, sospechas perversas, 5 y necias rencillas entre hombres de mente corrompida y privados de la verdad, QUE TIENEN LA PIEDAD COMO FUENTE DE GANANCIA.”

Los invité a que vengan a mi casa para hablar sobre los principios doctrinales de la Iglesia y me sorprendí al ver que no les importa nada lo único para ellos es que vaya a la Iglesia los sábados y esto no solo sucedió con los pastores sino también con mis familiares Adventistas.

Es indudable que el diablo hizo una obra maestra para arrastrar para sí esta Iglesia en la cual depositaba mi Fe y Esperanza en la segunda venida de Cristo a esta tierra.

Les agradezco la oportunidad que me dan de expresar mis sentimientos Cristianos y creo que hay muchos en esta Iglesia que verdaderamente van a estar cuando Cristo vuelva para recoger a sus hijos.


Que el Espíritu Cristiano guíe sus vidas hacia EL que dio su vida por nosotros. AMEN
su Hno. en CRISTO JESUS
JM
1 de octubre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Lo que me pasó al pedir mi renuncia
Hola Hnos en Cristo ¡Gloria a Dios que los Encontré! :)

Me complace mucho encontrar este sitio web, quiere decir que no estoy sola, no sé ni cómo los encontré pero buscando descifrando información e investigando la mentira White y también al ver los errores de Guillermo Miller y descubrir que era masón fue el clic que en mí lanzó el motor de mi búsqueda extra oficial de como surgió éste movimiento... que cómo Uds. verán no fue ¡muy alentador! ¡Nada serio! Como se equivocaban esta gente en sus profecías ¡tremendo!

Bueno es simple yo les cuento estoy gestionando mi renuncia a raíz de descubrir esto de Elena de White y además de otras cosas, que veo acá Uds. también las ven como yo.

Lo que me pasó al pedir mi renuncia y… me salieron diciendo que ahora me borran del libro del Cielo, jajá, porque me citaron el texto bíblico lo que ates en la tierra será atado en los cielos y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos! Juazz Yo no tomo, ni veo esa Palabra así, pero bueno ¡allá ellos!

Lo que me causa y sigue causando no sé, si risa o tristeza ya una ¡No sabe! es que se creen con una autoridad sobre la Tierra realmente (esto es serio) porque se cae en un comportamiento totalmente Enfermizo, yo veo hoy mas que antes a este tipo de gente como psicópatas y noto que al leer mucho a Elenita, mucho de ella dice... para mí les afecta su comportamiento. Veo gente legalista, con nada de sensibilidad y carentes de un amor genuino, si se te acercan lo hacen con el interés de llevarte a su grey son los lobos rapaces del los cuales tanto el Señor Jesús nos advirtió, y los lobos disfrazados de ovejas, acá se ve bien el tipo de trasquiladores del rebaño que solo desean hacen mas números pero poco se interesan de corazón en el bien del otro.- (hay mucha gente sincera) pero a estas las tienen dominadas con la religión del miedo que hoy veo que predican, la del cumplí-miento, mitad cumplo mitad miento.- ( porque de paso esa es la religión que ésta gente predica eh!) Yo lo experimenté por más de 10 años.-

También hace mal a la mente vivir mucho en el pasado, y lamentablemente hay gente que la lectura de Elena de White que encima es de una corta visión, porque estos movimientos ese mensaje de tanta ostentación es para EEUU porque nosotros acá en Sudamérica, nunca podemos igualarnos con los brillos que tiene el primer mundo, así que hay que saber leer desde donde viene el mensaje, Y Quien es la mensajera, es lo mismo que yo pretenda llevarle este mismo mensaje a los pobres del África, digo lo que ésta en sus libros, y Uds. saben cuales son.-

Así que hnos desde Argentina quiero Iniciar un ministerio o algo, para sanar las almas dañadas por el legalismo y por las falsas doctrinas.- No solo de esta gente si No también de los Testigos de Jehová que están en la misma situación y si pudiera con la Gracia de Dios alcanzar a los mormones ¡ALELUYA GLORIA AL SEÑOR!

Acá tengo muchos amigos exadventistas, que para mi son trigo, y trigo del bueno, que un tiempo antes que yo, se fueron por infinitas causas.- (Ninguna de Pecado) Lo que pasa es que muchos quedaron tan dañados tan lastimados emocionalmente, que no quieren saber nada más con ningún grupo religioso.

Oremos para que la Luz de la Verdad que emana del Trono de la Gracia, Ilumine a los corazones que aún yacen en densas tinieblas, de engaño y mentira, oremos para que El Eterno el Dios del Universo, abra el entendimiento de muchos y que pronto salga toda la Verdad a la Luz. Porque es triste saber que más almas son día a día victimas de esta gente que (ellos muchos sinceros adventistas) pero con un mensaje distorsionado, llevan a muchas almas que siguen siendo engañadas y quedan atadas al poder de las Tinieblas.-

Creo al menos me pasa sentir, no puedo quedarme de brazos cruzados, luego de descubrir sus engaños.- Y la Gran Comisión al que fuimos llamados Brilla sobre nuestras almas así que debemos proseguir la meta con tal de alcanzar el premio para el cual ya fuimos predestinados por el Dios del Cielo.-

Sigan Adelante y No Teman que más fuerte y poderoso es el que está con nosotros, Solo Dios sabe por qué o para que llegamos hasta acá.-

¡Es tiempo de Luz! de mucha Luz porque el Espíritu Santo de Dios está obrando en muchos corazones, y a los que se encuentren con esta página y lean piensen que nada pasa por casualidad, algo Dios... nos esta queriendo decir.-

Y si algo de esto querido lector tal vez a vos Hno. Adventista, te enoja te molesta, revisá que pasa en tu interior, a veces veo gente y es mi experiencia que al cuestionar muchas cosas de los líderes de la Iglesia se molestaban; sé que es difícil que se te venga a bajo todo un sistema de creencias, pero pensá esto… que si algo te molesta es porque en el fondo hay algo de lo cual esto nuevo que te digo, te tocó.

Y si te sentiste tocado, y reaccionaste mal, es porque entonces una verdad hay de la cual no la quieres ver pero ahí está.-


¡Mis más cálidos saludos con sincero Amor Cristiano!

Shalom!

Andrea
Buenos Aires
Argentina
28 de septiembre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Testimonio Personal del Ex pastor adventista Juan de Jesús Salazar Sánchez
Fui un personaje que aparentemente tenía uno de estos tres destinos, el hospital, la cárcel o el cementerio; pero Dios se apiadó de mí, me hizo conocer el evangelio mediante unos hermanos cristianos que predicaban en el parque de la ciudad de Tarma – Perú.

Posteriormente me afilié a la Iglesia Adventista del Movimiento de Reforma, hasta que conocí a los hermanos de la Iglesia Adventista del 7mo Día, con quienes pasé desde el año 1982 hasta febrero del 2004.

En la Iglesia Adventista fui pastor y docente universitario. Todo estaba de maravilla hasta que empecé a investigar el asunto de la fuente de inspiración de Elena de White.

Comprendiendo que Elena de White no fue íntegra al no reconocer las fuentes de sus escritos y afirmar que los recibía por revelación divina, y comprendiendo que la IASD como organización se niega a aceptar que mintió, decidí separarme de la organización adventista en mención, renunciando a los cargos a mi confiados en febrero del 2004.

Obviamente dichas circunstancias produjeron en mí y en mi familia una impresionante crisis espiritual. En principio desee que esta crisis fuera personal o familiar, por lo que trate de desligarme de la IASD lo más silenciosamente posible, para no afectar la fe de otros miembros de la misma, cosa que casi no fue posible.

Sin embargo, en medio de mi angustia y soledad, Dios impresionó fuertemente mi corazón y conciencia con la misión de reprender a la IASD por su pecado y pastorear a los miembros que no pudiendo soportar la ambigüedad de algunas “verdades” adventistas, decidieran retirarse de ella.

Luché contra este llamado específico por todos estos años. Inventé excusa, tras excusa; pero finalmente, cuál Jonás, estoy regresando a mi tierra, para cumplir el mandato de Dios. Toda crisis es portadora de una amenaza y una oportunidad. Vuelvo confiando en el poder de Dios y la dirección del Espíritu Santo. Dios nos dará el éxito en esta empresa.

Mi hermano y hermana, tú que has ingresado a esta página, por el motivo que fuere, decídete a investigar por ti mismo, y sé valiente para tomar decisiones al respecto, porque si descubres que hay engaño en la doctrina adventista y la sigues predicando, entonces te conviertes en engañador. Tú escoges.

Aprovecho esta página para agradecer públicamente a todos aquellos hermanos de diversas iglesias evangélicas que supieron tendernos una mano amiga de manera desinteresada. Para ellos ruego la bendición y la recompensa divinas.

Pido perdón públicamente a todo hermano y hermana evangélico de cualquier denominación que quiso apoyarme; pero que estúpidamente, por no entender plenamente el significado de mi misión lo rechace o me rehusé a su apoyo.

Así mismo me dirijo a todo hermano y hermana (especialmente en el Perú) que ha estudiado el tema y que está pensando renunciar al adventismo del 7mo día o quizá ya ha renunciado y se encuentra solitario, como oveja sin pastor, que se ponga en contacto conmigo, para coordinar acciones y poder ayudarle en lo que esté a mi alcance.

Pastor Juan de Jesús Salazar Sánchez
Misionero por la Gracia de Dios y mandato del Señor Jesucristo.

15 de septiembre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Testimonio de Gonzalo Ramirez
Hola Martin:

Hace un tiempo me contacté con vuestro sitio y ha sido de gran bendición. Intercambié algunas líneas con el pastor y te cuento algo más sobre mí:

Soy de Chile, ahora pastor de Jóvenes de la Asamblea de Dios Autónoma (Misión Sueca) de Viña de Mar, soy casado hace 9 meses, estudio Psicología y tengo 32 años.

Nací en Chillán, y me crié en un hogar, iglesia y colegio adventista. (Chillán es como su sede más importante) Mi abuela fue una de las fundadoras de la Iglesia Central. Mi papá era simpatizante de la Iglesia y donó muchas cosas a la que en ese entonces era la escuela adventista nº 7 de Chillán. Yo me sentía como niño muy cómodo en la Iglesia, ya que toda mi vida giraba en torno a ella. Mi abuela me enseñó mucho sobre el Antiguo Testamento y de la "hermana White". Mi abuela murió en 1983 y tengo un excelente recuerdo suyo.

Ahora en 1986, estábamos hace poco viviendo en Santiago, cuando mi padre fallece trágicamente a los 46 años. Estaba decidido a bautizarse. Fue durísimo, pero si algo tengo que reconocer, fue la inmensa ayuda prestada por el colegio adventista de Las Condes, en todo sentido, se portaron como verdaderos hermanos en Cristo, nunca los olvidaré.

Al volver a Chillán, nos involucramos como familia de lleno a las actividades de la iglesia: mi mamá en las Dorcas. Mi hermano y yo: Escuela Sabática, conquistadores. Incluso llegué a dirigir algunas reuniones de la Sociedad de jóvenes, cantaba y hasta prediqué una veces en dichas reuniones. Con los conquistadores fuimos a muchos camporees, en fin fue un tiempo lindo. Claro, había varias interrogantes que yo me guardaba, cosas que encontraba un poco raras pero que no me atrevía a preguntar. Para acallar mis dudas, a los 13 años decidí participar en el seminario Revelaciones del Apocalipsis y además, del curso bíblico complementario (uno bien antiguo en hojas de roneo). Al terminar me creía un experto en Apocalipsis y el sábado. Pero todavía tenía dudas infantiles: ¿Por qué no puedo comer hot-dogs? ¿Por qué no se puede aplaudir en el culto divino si la Biblia llama a aplaudir al Señor? Me las guardaba y me callaba.



En 1989, por alguna razón (creo que fue Dios) no quise ingresar a la Secundaria Adventista y me fui a un Colegio Laico, y TENIA CLASES LOS ¡¡¡SÁBADOS !!! ¿Qué hago??? ¿Saben lo que pasó? Había una compañera de curso que me gustó desde el primer día, y por verla a ella asistía los "santos sábados" a clases; me da risa cuando me acuerdo. A Todo esto mi mamá conoció a mi actual papá, que no era adventista, sino ¡¡evangélico descarriado!! y nos invitó a los tres a un culto de la Asamblea de Dios, que quedaba a una cuadra del departamento donde vivíamos. Se podrán imaginar lo que era para un adventista entrar a un templo "protestante apóstata" y más encima un ¡domingo! Sin embargo, y ¡BENDITO SEA EL SEÑOR! Apenas entramos nos saludaron afectuosamente, cosa que en MI IGLESIA jamás sucedió, Había tanta alegría cuando estos "Kanutos" (así se les llama en Chile a los evangélicos) cantaban, oraban con tanta devoción, que yo me dije: ¡esto es! Esto es lo que yo no tengo: Gozo y libertad en el Espíritu para ¡adorar a Dios!

Cuando el sábado volví a MI IGLESIA, no podía evitar la comparación.

Dejamos de ir como familia a la Iglesia Adventista y, esto es lo trágico, NADIE NOS FUE A VISITAR. SOLO UNA AMIGA DE MI MADRE VINO A NUESTRA CASA PARA DECIRNOS QUE AHORA TENIAMOS ¡LA MARCA DE LA BESTIA! ¡Eso fue lo que realmente me alejo del adventismo! La falta de amor y frialdad de un sistema religioso que se impone por la fuerza.

Bueno, poco a poco Dios nos fue restaurando en su gracia, conocí la libertad de servir a DIos, (ahora como ¡Hot dogs!). El gozo de poder alabarle con todo mi ser, ¡Cristo es Libertad!

Hoy le sirvo en una sana congregación, como pastor y músico. Cada día me regocijo de haber sido liberado de la maldición de la ley, y oro por queridos hermanos que tratan de esforzarse por su salvación, viven con temor y guardan cargas que ni siquiera sus líderes pueden llevar.

Que Dios les bendiga abundantemente. Ojalá este breve testimonio sea de utilidad para alguien.

"DE CRISTO OS DESLIGASTEIS LOS QUE POR LA LEY OS JUSTIFICAIS, DE LA GRACIA HABEIS CAÍDO" Pablo de Tarso a los Gálatas (adventistas del siglo I).

Hasta pronto.
Gonzalo Ramirez
30 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

El testimonio de Patricia Quijada - segunda parte
Hace un tiempo, escribí mi testimonio y contaba como mis hermanos, a pesar de crecer en un hogar adventista, nunca quisieron participar en los cultos ni cuando recibíamos el sábado. Siempre hubo una pared que impedía que pudiéramos participar todos de estos momentos tan importantes para nosotros, como adventistas.

El fin de semana pasado, fui a visitar a mi madre, y le expliqué lo que era amar a Cristo en libertad e invitamos a mis hermanos a leer la Biblia sin prejuicios.

Leímos a Gálatas. Mi madre estaba feliz de que mis hermanos compartieran con nosotros lo mismo su hermana, que es la maestra de escuela sabática, pianista y diaconisa de una iglesia muy chiquita del pueblo de Bulnes. El Espíritu Santo hizo su obra.

Estábamos conociendo un nuevo evangelio, bastante diferente al que estábamos acostumbrados. Seguir a cristo en libertad. Al descubrir en la palabra de Dios que todos podíamos ser salvos por gracia, y era un regalo de Jesús que murió por nosotros, para todo aquel que tuviera Fe en El, el obstáculo desapareció, reencontrándonos como familia y sabiendo que todos los que creemos en el sacrificio de Jesús en la Cruz, pertenecíamos a su iglesia.

Desapareció la soberbia de afirmar que la iglesia Adventista era la verdadera, etc. que era el verdadero obstáculo para unirnos en la fe. Mi tía, estaba muda, todos los argumentos tantas veces usados para defender la doctrina adventista y por sobre todo para defender los errores que escribió la Sra. White, no servían. El sello de Dios con los cristianos ya no era el sábado, sino el Espíritu Santo, y Jesús no había entrado al lugar Santísimo el siglo XIX sino que hace dos mil años cuando Jesús al morir en la cruz dijo: Consumado es y resucitó el tercer día para luego sentarse a la diestra de Dios Padre.

Mi mamá aceptó humildemente que había estado ciega por tantos años, pero que sabía que todo lo que nos había pasado en ese momento era obra del Espíritu Santo. A mi tía le costó más asumir que la iglesia adventista era un reflejo de la hna. White y no necesariamente de Cristo. Ahora ellas seguirán en su pequeña iglesia pero dando a conocer a Jesús sin agregados. No me canso de dar gracias a Dios por sacarnos la venda de los ojos.

Patricia Quijada

30 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

El testimonio de Patricia Quijada
Me llamo Patricia Quijada. Soy chilena y tengo 56 años.

Vengo de una familia Adventista, que viven con toda sinceridad y con inocencia (ahora me doy cuenta, por no decir "ceguera") todo lo que el adventismo involucra. Comida vegetariana, sencillez en el vestir (que no está mal a mi parecer), guardan el sábado de puesta de sol a puesta de sol.

Los escritos de la hermana White se los saben de memoria y es su 2º Biblia, y muchos aspectos más. Hasta que me empecé a preguntar si no era más importante ser cristiana que adventista, porque como que de pronto ambas formas de ser tomaban caminos divergentes.

Mi madre, de 84 años, con mucha paciencia y amor, oró por mi padre (que no era adventista), hasta que él se convirtió a la doctrina después de 40 años de escuchar a mi madre que oraba pidiéndole a Dios por él y por sus hijos. Hace un año que mi padre falleció, y en la iglesia a la que había asistido (Chillán), reconocieron públicamente, como mi viejito había ayudado a la iglesia con donaciones, a construir templos y a diaconisas.

Como una oportunidad de predicar el evangelio a mis parientes paternos, que no eran adventistas se aprovechó cada oportunidad para predicar la palabra de Dios. Pero yo no podía salir de mi tristeza, sabía de memoria lo que había aprendido que los muertos nada saben y que están durmiendo hasta que venga nuestro Señor Jesús a buscarnos. Hasta que empecé a leer la Biblia en toda su pureza, sin interpretaciones, sin influencia de los escritos de la hna. White, y supe por primera vez que el espíritu y el alma de los muertos que amaron a Cristo están con Dios, y están concientes y felices, solo el cuerpo de mi padre estaba dormido, ese hecho, me dio toda la paz que necesitaba. Lo más importante era que no debía hacer nada especial,"ritos" adventistas que no podía ni siquiera explicarles a otros si eran tan importantes para ser salvos.

Mi dilema ahora es hablarles a mi madre, que es una viejita que solo trasmite amor y a su hermana, que lleva sus creencias hasta el fanatismo, haciendo creer que solo los adventistas tienen la verdad y tanto los demás protestantes como los católicos, tienen la marca de la bestia y perseguirán al remanente (adventista), por guardar el sábado. Esta actitud, ha impedido que mis hermanos (son 3) hayan conocido a Jesús. Ellos ni quieren saber de religión y ahora les encuentro razón porque crecieron escuchando con mucho miedo que seríamos perseguidos por nuestra creencia. Solo pido a mi Dios que por intermedio del Espíritu Santo me de sabiduría para dar a conocer esta inmensa Verdad, la única Verdad, que nos hace salvos, que Jesús murió por nosotros y que ningún mérito nuestro ni de otra persona hace esto posible.

Con todo el amor cristiano pido a Uds. mis hermanos en Jesús que oren por mí para dedicar mi vida a Dios y que yo sea un instrumento en sus manos para hablar de su Evangelio.

Patricia Quijada
19 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Testimonio de pastor Douglas José Gaitán Miranda
¡Hola a todos!

Dios les bendiga. Mi nombre es Douglas José Gaitán Miranda.

Nací un 15 de marzo del año 1971 en Masaya, Nicaragua. Mis padres pertenecían a la iglesia Católica y lo poco que conocían de Dios me lo enseñaron. Siempre fui inclinado a las cosas religiosas, de ahí, que desde pequeño deseaba ser un sacerdote.

A la edad de 16 años conocí a un compañero de clase cuya forma de ser era diferente a la de mis otros compañeros, e incluso a la de mí mismo. Poco a poco me fui haciendo amigo de él, y fue así que a través de él conocí el mensaje de la iglesia Adventista del séptimo día a finales del año 1987.

Abracé y creí en este mensaje excepto en una cosa “El Espíritu de profecía”.

Por alguna razón yo no creí en el cuentito ese que ella era “profeta del Señor”. Pero estaba de acuerdo con el resto de la doctrina que me enseño aquel amigo mío. Un 11 de julio del año de 1988 me bauticé en la iglesia Adventista del séptimo día, del reparto Schik en Managua, Nicaragua.

Hasta el año 2002 trabajé como miembro de iglesia ocupando diferentes cargos dentro de la misma. Fui director de diáconos, diácono, maestro de escuela sabática, director de escuela sabática, anciano, director de jóvenes, líder de pequeña congregación, director de actividades laicas, y obrero bíblico.

Un 25 de agosto del año 2002 fui llamado para el ministerio, y es aquí donde comienzo a conocer cosas que yo desconocía, pues como miembro de la organización uno sólo ve el lado “santo” de la organización. Fui ubicado en la ciudad de Jinotega (esto es a 165 kilómetros de la capital Managua) en el norte de Nicaragua.

Lo primero que encontré fue un templo bonito pero con tan solo 14 miembros. Trabajé mano a mano con mis hermanos a tal grado que un año después aquel templo vacío
estaba lleno a reventar.

Además de que consolidamos obra en otros lugares del departamento, como: El Llano de la Cruz, Wiwilí, la Concordia y La Pavona. Nunca antes Jinotega había tenido este tipo de despertar. Una de mis primeras lecciones que aprendí en esta ciudad es que dentro de la organización hay hombres que se les llama pastores y lo menos que hacen es la obra de un verdadero pastor, pues lo que son es un montón de asalariados, que están en la organización por eso precisamente por un “salario.” Luego me llamó la atención el manejo que se le da al diezmo dentro de la organización pues de todo el diezmo que los hermanos llevan al templo ni un centavo queda en la iglesia local; todo se va para las oficinas centrales conocidas como “misión” y es así como una iglesia que da sus ofrendas y sus diezmos, vive en la miseria porque todo se lo llevan a las arcas de la misión.

En mi primer año fui nombrado como el “mejor pastor” del año 2003 de toda Nicaragua; pues para las autoridades Adventistas un buen pastor es aquel que cumple básicamente con tres cosas:


1. Bautiza más personas
2. Recoge más diezmos, y
3. Recolecta más dinero (la recolección es un blanco de dinero que la misión le pone a cada pastor y éste con las iglesias que dirige tienen que salir a pedirlo a las calles hasta alcanzarlo ya que si no lo alcanza se le deduce de su salario).


Como “premio” fui llevado como invitado a Panamá, a una reunión de secretarios de campo. En el año 2004 nuevamente fui escogido como uno de los mejores pastores de Nicaragua y nuevamente fui “premiado” con otro viaje a la ciudad de Panamá.

A mediados del año 2005 fui nombrado “Secretario de Campo” de la zona más grande de la Misión nor-Occidental de Nicaragua, y aquí aprendí que a los dirigentes de la organización les importa poco la opinión de los miembros de iglesia, pues no se les consulta a la hora de trasladar a un pastor y no miden el daño que se le hará a la congregación. Cuando fui notificado que sería trasladado, mis queridos hermanos de Jinotega hicieron de todo para que los dirigentes cambiaran de opinión y estos no quisieron escuchar a la membresía.





Segunda parte

El 25 de junio del año 2005 tome posesión de mi cargo como secretario de campo.

Lo primero que hice fue realizar una encuesta dentro de la membresía sobre el trabajo pastoral, cosa que a algunos pastores no gustó pues nunca se les había evaluado de esta manera.

Pues con esto descubrí que la mayoría de los pastores no salían a visitar, llegaban tarde a los cultos, otros pasaban meses sin visitar a sus iglesias y otros se creían los amos y señores de las iglesias.

Habiendo hecho esto, sin quererlo me comencé a distanciar de la dirigencia Adventista. Luego comencé a visitar a todas las iglesias y grupos de mi campo unas 30 en total, iglesias en su mayoría fieles diezmadoras, que mes a mes mandan sus diezmos a la misión, pero que viven en situaciones precarias.

Entonces en una reunión con un grupo de hermanos y el presidente de la misión cometí el “error” de solicitarle al presidente que se les dejara una parte del diezmo a las iglesias, el presidente sintiéndose sorprendido por mi petición dijo que lo consultaría con sus superiores. Pero esto sólo era una mentira pues era la única manera que encontró para salir de aquel aprieto.

Al siguiente día a eso de las 6 de la mañana tenía una visita de mi presidente y de otro pastor reclamándome del por qué le había hecho aquella propuesta delante de mis hermanos, y me recomendó leer los libros de la hermana Elena G. de White que hablaran sobre mayordomía cristiana. Yo como ya lo dije antes no era muy creyente en Elena, así que, no me preocupé por la opinión de esta mujer, sino que me preocupé sobre lo que decía la Biblia sobre este tema, y comencé a investigar.

Fue así que el Espíritu Santo me condujo a esta página de internet (www.exadventista.com) y poco a poco mi ojos se fueron abriendo a una verdad que mi corazón presentía pero que ahora confirmaba, el fraude de Elena G. de White, 1844, el diezmo y otras verdades que aún sigo descubriendo.

Poco a poco la brecha entre la dirigencia adventista y yo se iba abriendo más y más. En este periodo de investigación yo pedía a la dirigencia que hubieran cambios en favor de la hermandad. Por ejemplo:

1) Que se supervisara el trabajo pastoral

2) Que se eliminara la recolección

3) Que se fomentara la visitación a las cárceles, hospitales, etc.

4) Que se quitara la presión de bautizar (pues en la iglesia adventista a cada pastor se le pone un “blanco” de bautismos que tiene que cumplir cada año) y a través de esta presión se bautiza y rebautiza a los mismos miembros.

A la par de esto la obra se volvió a caer en Jinotega. Los hermanos me llamaban por teléfono o me escribían pidiéndome que les ayudara hablando con el presidente para que les mandara un pastor. Pero por más que lo intenté y los hermanos lo intentaron no hubo respuesta.

La obra seguía cayendo. En agosto del año2006 fui trasladado a Chinandega a pesar que los hermanos de San Ramón le pidieron al presidente que no me trasladara. Éste no hizo caso pues me consideraba una amenaza, para sus intereses y para los intereses de la organización.

Llegué a Chinandega sin darme cuenta que los mismos que me habían nombrado como pastor de ese distrito llegaron días antes a hablar mal de mi. Le dijeron a mis hermanos de Chinandega que tuvieran cuidado por que yo dividía las iglesias que dirigía. Solo por el hecho que de donde iba saliendo, los hermanos pedían que no me cambiaran.

Un mes después reunidos como junta de iglesia los hermanos me confesaron que los mismos pastores habían hablado mal de mí delante de ellos, pero que ahora ellos estaban convencidos por mi trabajo; que todo lo que les habían dicho era pura mentira. Los administradores estaban sorprendidos de ver como con la ayuda de Dios llegué a ganarme el cariño de los hermanos de Chinandega, ya que estos hermanos nunca se habían llevado bien con ningún pastor anterior.

Entonces buscaron la manera de cómo trasladarme a otro lugar, ante lo cual también estos hermanos protestaron. Ante esta situación hice contacto con los hermanos de Jinotega, les compartí lo que había descubierto en www.exadventista.com, y ellos al igual que yo, abrazamos estas verdades. Fue así que el 31 de diciembre del año 2006 me separé definitivamente de la organización adventista.





Tercer parte

El día 11 de enero del año 2007 me reuní con la dirigencia de la iglesia Adventista central de Jinotega y juntos tomamos la decisión de adorar al Señor en libertad.

Cuando los dirigentes de la organización se dan cuenta de esta decisión, mandaron emisarios a platicar conmigo, tratando de hacerme desistir de la decisión tomada. A cambio de esto me ofrecieron un nuevo puesto dentro de la organización y un mejor salario. Lo que se les olvidó a estos señores es que yo entre al ministerio por amor a Dios y a las almas, y no por amor al dinero o a puesto alguno.

Cuando estos “ministros” se dieron cuenta que mi decisión era firme entonces usaron un plan “B”. fueron a las iglesias que yo había dirigido y donde se me tiene un gran aprecio, y comenzaron a decir un sin número de calumnias en contra mía. Entre las cosas que dijeron de mi, están estas: 1) que me robe los diezmos de una iglesia llamada La Perla. 2) Que tenía una mujer embarazada en Jinotega y que esta mujer no era mi esposa. 3) Que me robé todas las cosas que habían en el templo de Jinotega. 4) Que la policía me andaba siguiendo. 5) Que lo que yo quería es hacerme rico con el diezmo de mis hermanos.

Todas estas cosas una a una se repitieron en los templos donde se me conocía y aún donde no se me conocía. Fue así que hastiado de tanta mentira fui a hablar con los dirigentes de la organización Adventista y tuve que advertirles que si yo escuchaba una vez más de esas mentiras en contra mía, los iba a demandar por injurias y calumnias ante las autoridades civiles. Uno de ellos me pidió disculpas y así se detuvieron un poco.

En lo que respecta a mis hermanos se comenzó una presión psicológica diciéndoles que lo que estábamos haciendo no iba a funcionar, que iban hacer borrados de los libros de la iglesia y que si pasaba esto también iban hacer borrados de los libros del cielo. Los visitaban uno por uno y con cada hermano usaban tácticas distintas, a algunas de mis hermanas las hicieron hasta llorar con las palabras que les decían. Hoy ya han pasado 7 meses desde que tomamos la decisión de separarnos de la organización Adventista.

Comenzamos un grupo de 25 hermanos en Jinotega y hasta hoy miércoles 8 de agosto somos para la gloria de Dios 40 hermanos. Tenemos también un campo nuevo en un lugar conocido como la Pavona dónde se congregan 18 hermanos ex-adventistas. He realizado contactos con otros hermanos que aún están dentro de la organización pero que se identifican con nuestro sentir.

Apreciados hermanos y amigos sinceramente no ha sido fácil el haber tomado esta decisión, en lo económico he pasado momentos difíciles junto con mi familia, pero sé que el Dios que me llamó a esta obra es el Dios que me sostendrá.

Desde ya les agradezco cualquier tipo de ayuda que puedan brindarnos, Personalmente gracias pastor Camacho por que usted ha sido de gran bendición en mi vida y en la de mis hermanos, Dios le bendiga.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

¡Jesucristo es mi único salvador!
¡La Gracia y la Paz de Nuestro Salvador Jesucristo!

Hoy tengo 25 años, cuando acepté al Señor como mi único Salvador, tenia 16 años. Soy sobrino del Pastor Daniel Belvedere, que usted debe tener oído hablar. Es un pastor argentino. Mi padre e mis tíos son argentinos, yo soy Brasileño. Mi Padre siempre leyendo la Biblia, mismo sin pertenecer a ninguna iglesia me enseño uno de los versículos que muestra que Cristo es el fin de la Ley. Antes mismo de eso, no creía en la visón de los adventistas del sueño del alma e de la destrucción de los impíos. Siempre creí en el infierno eterno. También a mucho ya comía carnes que los adventistas la llaman inmundas. Pues Actos 10, con la visión de Pedro, me había quedado muy claro que el Señor había purificado lo que los adventistas lo llamaban, por la ley, de inmundo. Mi crisis espiritual se dio, cuando leí en Conflicto de los Siglos (Gran Conflicto). Pues en mi ingenuidad espiritual, Ellen G.White, seria una mujer inspirada por Dios, y nunca hablaría por inspiración o visión ninguna de estas doctrinas las veía en contra a la Biblia (destrucción de los impíos, carnes inmundas). Pues, en este libro, la vi legitimar tales doctrinas (yo creía sí en el sábado, pero no mas por mucho tiempo). Entonces entre en una crisis espiritual muy grande. No tenia paz, pues la veía contradecir la Biblia, pero no podría cuestionar la profetisa de "Dios". Yo me estaba en el cine, creyendo que cometía un gran pecado, por ser desobediente a la "Sierva de Dios", me gustaba oír las predicaciones, de los pastores Bautistas, Presbiterianos, Pentecostales etc., pero tenia que creer que ellos fueran de Babilonia, dominicales siervos del papa (anticristo). Cuando mi padre, se empezó a ir a la "Escuela DOMINICAL" de la Asamblea de Dios, con un socio que tenia, yo ya miraba a mi padre con la marca de la Bestia. Todo esto me hacia muy mal. Me iba a la Iglesia Adventista, en busca de paz, e oía terrorismo espiritual, hablando de la posible aprobación de la "ley dominical". En este tiempo, mi padre me hizo ver en la Biblia que el sábado era parte de la Ley e que la Ley era hasta Cristo y que el Nuevo Testamento nada hablaba de la obligación del reposo sabático a los Cristianos. En ese tiempo uno de la secta de los Testigos de Jehová nos vinieron a dar estudios de la Biblia. Ellos en la intención de nos hacer T.J, e la esposa del TJ era EX-ASD, me apuntaron las contestaciones bíblicas sobre el sábado e mas textos que nos permiten comer de todo. Eso para mi, fue suficiente a considerar Ellen White, una falsa profetisa. Después de eso me fui a conocer en paz, muchas iglesias evangélicas (bautista, Presbiteriana) y cerca de mi vivienda está la Iglesia Metodista y me fui allá. Un grupo de hermanos me visitaron e me preguntaron se yo tenia certeza de la vida eterna. Se yo muriera en aquella hora, se yo tenia certeza que iría al Cielo. Mi respuesta fue no, yo sabia que me iba al infierno, pues era malo e pecador. Me predicaron entonces en VERDADERO EVANGELIO DE JESUCRISTO e yo ore recibiendo el Señor Jesucristo como mi UNICO SALVADOR. Toda mi confianza fue puesta en su obra de redención en la Cruz; Hoy soy feliz, pues tengo la vida eterna.

Después de un tiempo, leí el libro del Rev.J.K Van Baalen que habla de los adventistas e habla del peligro de la doctrina del santuario, e otros materiales que tratan del asunto de sectas e falsas doctrinas.


Dios los bendiga,
Francisco Belvedere
4 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Daniel Nsubuga,

Uganda, Africa

Traducción de Román Quirós M.

La Universidad de Bugema es considerada la mejor escuela superior de teología en África al sur del Sahara; tantos son los estudiantes que pasan por ella. Mientras estábamos en la Universidad, comenzamos a estudiar la Biblia independientemente con una mente abierta, y a confiar sólo en ella. Nos dimos cuenta de cuán falsa era Ellen White. Examinamos el sábado, y entendimos que el sello de Dios no es el sábado, sino el Espíritu Santo. Examinamos la doctrina de la iglesia remanente como la enseñan los ASD; miramos el Juicio Investigador y muchos temas claves, y llegamos a la conclusión de que las doctrinas ASD dejan mucho que desear. Comenzamos a seguir nuestras conciencias, a predicar lo que la Biblia enseña, y a hacer énfasis en el nuevo pacto y la obra consumada de Cristo en el Calvario.



Los dirigentes de la iglesia nunca vieron con buenos ojos nuestra enseñanza, así que perdimos nuestros empleos, y pasamos muchas dificultades. Cuando comenzamos, éramos cinco, y más tarde se nos unieron otros. Tuvimos varias reuniones sólo para teólogos y para debatir temas claves. Decidimos comenzar a predicar el sencillo evangelio de la salvación por fe. Visitamos la página de Dale Ratzlaff, Ellen White Web Site, Good News Unlimited, y otras páginas de ex-Adventistas. Estas páginas nos dieron poder, y trabajamos como serpientes heridas. Para entonces, nuestros nombres habían sido borrados de la planilla. Sin ayuda, casi morimos, pues teníamos familias que sostener y alquileres que pagar. Le comenté la situación a Dale y a Verle Streifling. Estos dos hombres nos brindaron todo el apoyo moral posible, así como defensa bíblica, y nos afianzaron en Cristo. Por Internet, nos enviaron materiales y largos correos electrónicos. Nos enviaron libros como White Out, False Claims of EGW, La Doctrina Sectaria, y muchos otros. Más importante, nos enviaron ayuda financiera para ayudarnos a pagar el alquiler, las cuentas de agua y gas, y el sostenimiento diario. Life Assurance Ministries (LAM) ayudaron a cinco pastores, a saber: 1. Nsubuga Daniel. 2. Muyinda Burpson. 3. Luswata Drake Moses. 4. Ddamulira Christopher. 5. Oboko Mark. A causa de las amenazas, dos de ellos abandonaron, a saber, Oboko Mark y Muyinda Burpson. Damos gracias a Dios de que otros se nos unieran, incluyendo el Pastor Okello Vallentine, un poderoso evangelista que disertará en la cruzada evangelística que comenzará a mediados de marzo.



Agradecemos a LAM por enviarnos al ex-pastor Greg para fortalecernos. Su llegada fue una verdadera bendición. Muchas personas poseídas fueron liberadas, y un coro se nos unió. Sin embargo, su llegada no fue bien recibida por los ASD, y en ese tiempo trabajaron duro para impedir la difusión del evangelio. Los Adventistas por lo general luchan intimidando a la gente y argumentando. Algunos dijeron que Greg había sido enviado por el Vaticano y que era jesuita.



Mientras escribo estas cosas, la Universidad de Bugema está en crisis. Casi todos los estudiantes y profesores de teología dudan de lo que se supone deben sostener, y muchos han venido en la noche a hablar con nosotros. Examinan las páginas web de ex-adventistas en busca de respuestas para preguntas claves relativas a la vida espiritual. Esta tensión se ha extendido a todo Uganda y África oriental en general. Esto nos ha dado esperanzas de que, en los cinco años siguientes, muchos ugandeses vivirán una vida centrada en Cristo.



Agradezco a LAM y a todos los que financian este ministerio, pues nos han apoyado en todos los respectos. Alquilamos un buen lugar para tener culto. Tenemos buenos instrumentos musicales y un sistema de altavoces. Y tres pastores recibimos salarios, con dos instructores bíblicos. Hemos recibido 24 Biblias, y esperamos otras también. Los Adventistas habían traído Biblias con sus enseñanzas en la parte de atrás. Esto hace pensar a la gente que son una continuación de la Biblia.



Los desafíos que tenemos son los siguientes: Creemos que muchos africanos necesitan ayuda para ver que los cielos están abiertos para todos, y para todo el que cree, cualquiera que sean sus antecedentes religiosos. Necesitamos alcanzar a la gente por medio de la radio y la televisión. Necesitamos poner materiales en Internet para que los lean mucha gente en los principales idiomas africanos. También, necesitamos un lugar permanente de culto.



Deseo rogar a los que visitan este sitio y cualquier otro sitio de ex-Adventistas, y a aquellos cuyos corazones están con nosotros en África, a que se nos unan en oración. Y a los ex-pastores y laicos a los que les gustaría participar en este avivamiento de naciones, que se nos unan. Las puertas de Uganda están abiertas de par en par, y hay trabajo que hacer. Nuestro mayor logro es conocer a Cristo y su gracia salvadora. ¡Cuánto deseamos que otros conozcan lo mismo!

Vuestro en la bendita esperanza.

Nsubuga Daniel

Uganda, África