Antonio Rosmini, primero condenado por el Santo Oficio (y metido en el Índice) y luego beatificado.
(1) La primera llaga era la separación entre el pueblo cristiano y el clero, sobre todo en la liturgia. Rosmini criticaba, especialmente, el hecho de que las celebraciones católicas resultaban con frecuencia iincomprensibles para el pueblo. Además, la distancia existente entre el clero y los laicos no respondía al evangelio. La liturgia era del clero, no del pueblo de Dios.
(2) La segunda llaga era la insuficiente formación cultural y espiritual del clero; a juicio de Rosmini, el clero era incapaz de dialogar con la nueva cultura existente ya en su tiempo. Se había abierto un foso entre el clero y el pueblo en la forma de pensar y de vivir; el pueblo ira por un lado, el clero por otro.
(3) La tercera llaga es la desunión de los obispos entre si y de los obispos con el clero y con el papa. El problema era a su juicio la falta de fraternidad y diálogo en el conjunto del clero, pues cada obispo buscaba su parcela de poder, de manera que unos se enfrenaban con otros. La unión de la Iglesia desde arriba no se reflejaba en la caridad entre los obispos y entre los obispos y el clero.
(4) La cuarta llaga es la injerencia política en el nombramiento de los obispos. En un primer momento, Rosmini deseaa que el papa hubiera libertad para nombrar a los obispos; pero inmediatamente después quería que se volviera al uso antiguo de la Iglesia, de manera que fueran los propios sacerdotes y el pueblo de una diócesis los que nombraran a sus obispos. El nombramiento de los obispos por parte de los reyes o del papa le parecía contrario a la fraternidad y libertad del evangelio y de la Iglesia
(5) La quinta y última llaga es para Rosmini la riqueza de la Iglesia, es decir, los bienes temporales que esclavizan a los eclesiásticos... Junto a la riqueza de la Iglesia estabala falta de transparencia en su administración.
(1) La primera llaga era la separación entre el pueblo cristiano y el clero, sobre todo en la liturgia. Rosmini criticaba, especialmente, el hecho de que las celebraciones católicas resultaban con frecuencia iincomprensibles para el pueblo. Además, la distancia existente entre el clero y los laicos no respondía al evangelio. La liturgia era del clero, no del pueblo de Dios.
(2) La segunda llaga era la insuficiente formación cultural y espiritual del clero; a juicio de Rosmini, el clero era incapaz de dialogar con la nueva cultura existente ya en su tiempo. Se había abierto un foso entre el clero y el pueblo en la forma de pensar y de vivir; el pueblo ira por un lado, el clero por otro.
(3) La tercera llaga es la desunión de los obispos entre si y de los obispos con el clero y con el papa. El problema era a su juicio la falta de fraternidad y diálogo en el conjunto del clero, pues cada obispo buscaba su parcela de poder, de manera que unos se enfrenaban con otros. La unión de la Iglesia desde arriba no se reflejaba en la caridad entre los obispos y entre los obispos y el clero.
(4) La cuarta llaga es la injerencia política en el nombramiento de los obispos. En un primer momento, Rosmini deseaa que el papa hubiera libertad para nombrar a los obispos; pero inmediatamente después quería que se volviera al uso antiguo de la Iglesia, de manera que fueran los propios sacerdotes y el pueblo de una diócesis los que nombraran a sus obispos. El nombramiento de los obispos por parte de los reyes o del papa le parecía contrario a la fraternidad y libertad del evangelio y de la Iglesia
(5) La quinta y última llaga es para Rosmini la riqueza de la Iglesia, es decir, los bienes temporales que esclavizan a los eclesiásticos... Junto a la riqueza de la Iglesia estabala falta de transparencia en su administración.